El fantasma económico vuelve a inquietar a La Moneda
El gobierno nuevamente comenzó a bajar las expectativas apuntando a que harán "todo lo posible" por llegar a un 3% de crecimiento. En Chile Vamos advierten que se debe comunicar mejor la gestión en esta área.
De "duermo tranquilo" a pedir que "recen". Las dos frases fueron del ministro de Hacienda, Felipe Larraín. La primera la dijo en mayo, mientras que la segunda, la semana pasada. Ambas generaron incomodidad en La Moneda y aludían a lo mismo: la situación económica, una materia que se ha transformado en un fantasma para el gobierno del Presidente Sebastián Piñera y que nuevamente lo vuelve a inquietar, razón por la que el Ejecutivo otra vez comenzó a bajar las expectativas con un discurso que apunta a que harán "todo lo posible" por llegar a la meta de un crecimiento de 3%.
De hecho, la semana pasada el Mandatario exteriorizó ese diseño al señalar que "vamos a hacer todo lo posible por crecer al 3%". En el Ejecutivo algunos sostienen que contener las expectativas permitirá que, si se logra un 3%, sería como "superar la meta" y, por ende, eso tendría una menor repercusión en la opinión pública.
La situación económica se conversó el lunes de la semana pasada en el comité político ampliado de La Moneda a raíz de los bajos resultados del lmacec de junio.
Ese día, Larraín reconoció que las cifras no eran buenas, pero afirmó que el segundo semestre será mejor.
El secretario de Estado, había dicho el 12 de mayo que "duermo tranquilo con la proyección de crecimiento de 3,5%". Y tres semanas después el Mandatario, durante la cuenta pública del 1 de junio, rebajó esa proyección a entre 3% y 3,5%. Entre otras razones, Piñera argumentó los efectos que ha tenido la guerra comercial entre EE.UU. y China. De hecho, por este último factor es que Larraín, en el marco de una actividad y a modo de broma, le pidió a un grupo de religiosas que recen para que termine la guerra comercial -que por estos días se ha recrudecido-, debido a que eso significaría una mejor situación económica para Chile.
Las palabras del ministro evidenciaron la preocupación del gobierno: la situación económica no va como a Piñera le gustaría y, por lo mismo, se comenzó a bajar nuevamente las expectativas ciudadanas, una fórmula que ya se había utilizado anteriormente. Y entre las medidas que se implementaron se encuentra el eslogan "Chile en marcha", junto con apostar a delinear una estrategia para fortalecer las obras públicas, iniciativas que -en todo caso- se continúan fortaleciendo y se seguirán anunciando. Por ejemplo, mañana Piñera viajará a inaugurar la mina subterránea de Chuquicamata. Por esto mismo, en el oficialismo dicen que también se volvieron a usar las "chaquetas rojas", para dar cuenta de que están "en terreno trabajando".
En medio de la estrategia de La Moneda, el lunes se conoció la encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, que redujo nuevamente la proyección de PIB para 2019 a un 2,6%, mientras que la encuesta Cadem evidenció que un 75% ve a la economía estancada. Y, en este escenario, el discurso de La Moneda ha ido bajando la proyección del crecimiento. Eso se ha acompañado con reforzar el argumento de los efectos que ha tenido la guerra comercial en Chile, para que quede claro que hay un elemento externo a la gestión del gobierno que ha repercutido en el crecimiento, discurso que ha sido cuestionado desde la oposición.
"Tiempos difíciles"
La semana del 2 de agosto, el Presidente abordó los efectos de la guerra comercial reiterando que los tiempos son "más difíciles". Sus dichos -según la oposición- contrastan con su eslogan de campaña de "los tiempos mejores".
A esto se sumó un nuevo factor: la centroizquierda comenzó a comparar la situación económica de Argentina -que está en recesión- con la de Chile, apuntando a que tanto Mauricio Macri como Piñera son gobernantes de derecha y que prometieron mejoras económicas.
La ofensiva ha sido rebatida rápidamente por La Moneda, buscando remarcar que la situación entre ambos países no tiene comparación. Incluso, el tema se conversó el lunes en el comité político ampliado, instancia en la que participó Piñera y recalcó que Chile está mucho mejor que los países de la región.
En este escenario es que a Chile Vamos le preocupa que el gobierno comunique bien que, pese a las dificultades, se está creciendo más que durante la administración de Michelle Bachelet. Esto, para evitar que la oposición use este escenario en contra del Ejecutivo.
"El gobierno tiene que ser un poquito más claro y más frontal en decir que vamos a bajar a la proyección de crecimiento. Pero hay ser claros en decir que, con todo esto, vamos a crecer más que el gobierno anterior. De lo contrario, lo que la oposición está logrando es que se instale la idea de que lo estamos haciendo mal, y eso no es cierto", asegura el presidente de RN, Mario Desbordes.
En tanto, su par de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, dice que "el crecimiento económico del país es mucho mejor que el resto de la región, por lo tanto, si bien hay que bajar las expectativas, tampoco hay que ser autoflagelantes".
En La Moneda, en todo caso, recalcan que la contención en las expectativas va acompañada también de un mensaje "optimista" y que, por lo mismo, el Jefe de Estado ha insistido en que este segundo semestre será mejor económicamente.
De hecho, en una minuta interna del gobierno se enumeran cinco razones sobre por qué esperan un "mejor segundo semestre". Así, se señala, entre otras materias, que habrá una "recuperación del sector minero", "avances de las reformas" y "un mayor impulso fiscal".
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