Fracasa segunda reunión entre la disidencia y el oficialismo del Partido Socialista

Con la intención de llegar a un acuerdo antes del Comité Central que escogerá el sábado a la nueva directiva del PS, se reunieron este jueves -por segunda vez- las dos listas que compitieron en las elecciones de la colectividad realizadas el 26 de mayo.

Sin embargo el encuentro realizado en un café del centro de Santiago duro poco, ya al poco rato de la conversación, no se llegó a un acuerdo.

Al igual que en la primera cita, por parte de la lista disidente de Maya Fernández, llegaron el exsubsecretario del Interior Mahmud Aleuy, el diputado Marcelo Schilling y el académico Ernesto Águila. Los representantes del sector de Álvaro Elizalde fueron el secretario general, Andrés Santander, el exsubsecretario de Vivienda Jaime Romero y el exdiputado Daniel Melo.

Según conocedores de lo conversado, los partidarios de Elizalde le plantearon que la disidencia podía quedarse con la primera vicepresidencia. Esta idea fue rechazada por la lista B, quienes pidieron que no se repitiera la dupla Elizalde-Santander como presidente y secretario general.

Horas antes la disidencia publicó una declaración,donde decían que, "de no abrirse paso a una solución unitaria, y se pretenda persistir en la reelección de los actuales dirigentes, queremos señalar que no estamos disponibles para dotar de legitimidad lo que consideramos una errada decisión política, que no hará otra cosa que profundizar la crisis que vive hoy el PS".

Y concluyen: "No participaremos ni nos haremos corresponsables de medidas que consideramos dañinas y de graves consecuencias para el PS".

Esta idea fue reafirmada por el diputado Marcelo Díaz, vocero y apoderado de la lista B: "Si los mismos que tienen responsabilidad en la crisis de nuestro partido vuelven a encabezar la directiva, no vamos a convalidar con nuestra presencia esa errada decisión".

Desde el partido reconocen que el ambiente es tenso. Tanto a nivel general, como dentro de los propios lotes internos. De hecho, dentro del sector de Fernández hay quienes tienen matices respecto a no integrar la mesa.

En las últimas horas, además, la disidencia dio a conocer un voto político que será sometido a discusión en el comité central. En el texto se proponen una serie de medidas para superar la crisis del partido y se reafirma lo planteado por Díaz. Agregan una serie de medidas, entre ellas la creación de nuevos estatutos, un nuevo reglamento de elecciones internas y una comisión especial encargada de depurar el padrón de militantes.

Y aunque aún falta afinar los últimos detalles, y esperar las últimas conversaciones con la disidencia, desde el oficialismo comenzaron a diseñar cómo esperan que sea la próxima directiva, que está compuesta por el presidente, el secretario general, la vicepresidenta de la mujer, siete vicepresidencias y el presidente de la Juventud Socialista. La directiva además tiene que ser paritaria.

Según fuentes de este sector, dentro de ese plan se descarta completamente que Elizalde no asuma la presidencia. La secretaría, en tanto, sería nuevamente para Santander. Los otros nombres que están siendo considerados para las vicepresidencias son el senador José Miguel Insulza, la senadora Isabel Allende, el ex subsecretario de Vivienda Jaime Romero, la exconcejala por Conchalí María Guajardo y algún representante de colectivo socialista, posiblemente el alcalde de El Bosque, Sadi Melo. 

La vicepresidencia de la mujer, hoy encabezada por Karina Delfino, fue el cargo que generó mayor polémica. Dirigentes del partido aseguran que ese espacio quería asumirlo Mónica Aguilera, hermana del cuestionado alcalde de San Ramón, Miguel Ángel Aguilera. Sin embargo, desde la lista aseguran que esa idea no será considerada y que esperan que Delfino sea reelecta en ese cargo.

El único que tiene asegurado su puesto es el diputado Juan Santana, que fue electo hace unos meses como presidente de la Juventud Socialista.

Además del oficialismo creen que los líderes de la disidencia que deberían sumarse a la próxima administración son Fernández y el exsubsecretario de Interior, Mahmud Aleuy.