Germán Correa, exministro y electo miembro del comité central PS: "Por el bien del país debemos saber cuántos 'San Ramón' hay en el PS"
Ex timonel sospecha que la comuna del sector sur de la capital no es la única en que ha penetrado el narcotráfico a través de la política.
El histórico líder socialista Germán Correa Díaz (79), exministro del Interior en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, rememora con tristeza el día en que ingresó a militar al PS, en 1962.
"En esa época tenías un año de premilitancia, donde estabas a prueba. Recibías obligatoriamente educación política, te enseñaban la historia del partido, la historia social y política de Chile, la doctrina del socialismo… También tenías que mostrar habilidades en la práctica: si había una campaña electoral, tenías que salir a rayar por tu candidato, acudir a las marchas... Todo eso era controlado por quienes después te iban a aceptar. Al final de una larga etapa, si eras aceptado, te entregaban el carné rojo de militante, que yo lo perdí el día del golpe. Eso era un honor, pero todo aquello se perdió", afirma Correa antes de entrar de lleno a la actual crisis que hoy enfrenta el PS, que, a su juicio, es la más grave de su historia, sacando el período de la dictadura.
"Hay que limpiar el padrón del partido y no solo el de San Ramón; establecer nuevos mecanismos que aseguren militantes de verdad y no el militante ficha, el acarreo y el militante cliente", agrega el recién electo miembro del comité central de la lista disidente de Maya Fernández .
¿Cuál es su propuesta para superar esta crisis?
Una directiva de consenso que nos dé garantías a todos, porque quienes han estado en la conducción hasta ahora claramente no concitan consenso, porque, por desgracia, esta elección ha llevado las pasiones a límites a los que ojalá no hubiesen llegado.
Eso sería un golpe de Estado y una falta de respeto a los miles de militantes que votaron en las elecciones pasadas ha dicho Camilo Escalona.
No, porque este proceso electoral demostró muchas irregularidades, muchas singularidades, como las definimos nosotros para no ofender a nadie. Cuando la semana pasada se dio a conocer la lista de las personas elegidas al comité central, ninguno viene con su votación al lado. ¿Curioso, no?. Digo eso no más, curioso.
Para usted y la disidencia, ¿qué es más importante hoy para sellar un acuerdo: las irregularidades en el proceso eleccionario que han denunciado o lo sucedido en San Ramón?
Lo de San Ramón, lejos, porque eso nos vincula con un tema gravísimo. Esto es un fenómeno que no hay que minimizar, esto ha sucedido en otros países de América Latina. Entonces, hay gente de otros partidos, incluso de derecha, preocupada por lo que sucede hoy en el PS, porque ellos saben que también son permeables a este tipo de operaciones.
Entonces, ¿eliminando las mesas de San Ramón se soluciona el problema?
¡No! Esta elección demostró que tenemos un problema: no sabemos qué otros 'San Ramón' tenemos en el PS. Por el bien de Chile tenemos que saber cuántos 'San Ramón' hay en el PS. Es un imperativo ético y político ineludible. Yo he recibido WhatsApp de distintos compañeros de Chile…
¿Se sospecha de otros lugares donde habría una influencia del narcotráfico en las votaciones?
Obvio, porque no lo sabemos, entonces tenemos que saberlo por el bien de todos, digo, incluso por el bien de los otros partidos. Hay preocupación, he conversado con personas de RN y la UDI que me han planteado su preocupación respecto de lo que pasa en el PS, porque también podría pasarles a ellos. Quizás no les pasa nada, tal vez no hay nada, pero esta es una alerta que no se puede minimizar. Desgraciadamente, nos tocó a nosotros, los socialistas, enfrentar este fenómeno, pero por fortuna ha sido develado y con pruebas concretas. Espero que los fiscales aceleren su investigación y sean especialmente acuciosos y exigentes.
¿Qué sucederá el sábado 6 de julio, cuando se reúna el comité central del partido a escoger la nueva mesa directiva?
Aquí ya no importan las listas A o B, tampoco la competencia, ya no importa quiénes fueron elegidos o no en el comité central. Lo único que importa es que aquí está en juego el futuro del PS. b
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