Giorgio Jackson, diputado de Revolución Democrática:“Para nosotros es más natural una alianza con el PC que irnos con la ex Concertación”

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Para uno de los líderes del Frente Amplio, la unidad de toda la oposición es un escenario casi “imposible”, y frente a la disyuntiva de elegir con quiénes entenderse su opción es clara: “O estás con quienes administraron los últimos 30 años de nuestro país o estás en la misma tesis del 2017, pero con los actores que están tratando de hacer esa misma impugnación a esos años”.


“Se ha instalado una falsa disyuntiva”, alega el diputado Giorgio Jackson, quien enfrenta -por primera vez- la crisis gatillada por la renuncia de dos diputados -Pablo Vidal y Natalia Castillo- a Revolución Democrática (RD) y la salida del Partido Liberal al Frente Amplio.

“Eso de que si estás con la unidad de la oposición o el PC no es cierto”, explica. “Si hubiera dos botones, el de la unidad y el del PC, apretaríamos el primero, pero no están esos dos botones”, asegura Jackson, quien sostiene que las responsabilidades por la falta de un acuerdo político-electoral de toda la oposición hay que buscarlas en la DC y “en el PS, que le ha seguido o le ha permitido esa dirección a la DC”.

¿Cómo califica el momento del Frente Amplio en general y de RD, en particular?

Para definir el momento en que está el Frente Amplio o RD no se puede dejar de mirar el momento que está viviendo Chile, que está en un reacomodo institucional, de discusión de fundamentos, y eso pone el rayado de cancha. Eso pilla al Frente Amplio con varias falencias propias del explosivo crecimiento que tuvo en un comienzo y otras, producto de decisiones políticas. La forma en cómo creció el Frente Amplio y las expectativas que se tenían sobre un crecimiento que fue de pirámide invertida, esta idea de que éramos más parlamentarios que concejales el 2018. Y por otro lado, que el escenario político hoy te obligue a tomar posturas ante los escenarios más probables que se den en la configuración para la constituyente. Ya no estamos hablando de lo que a uno le gustaría, sino las posibilidades más concretas. Hay que tomar decisiones y estoy constatando que esas decisiones van apurando definiciones individuales. Es un momento complicado, pero no creo que terminal, como lo han querido mostrar algunas personas.

Como lo plantea, podría parecer que este era un proceso inevitable de enfrentar…

Hay que inscribir listas que respondan a un contexto nacional. El día después del plebiscito de octubre el presidente de la DC, Fuad Chahin, dice que es irreal e imposible, no sé si esas fueron las palabras, de que fuéramos a una lista única y, por lo tanto, por más esfuerzos que hicimos, que me constan, para sostener conversaciones con Unidad Constituyente, en particular con el PS, por la unidad... si el PS le sigue la corriente a la DC, que es un poco lo que está pasando hasta ahora, a nosotros nos toca tomar una decisión, y es una decisión subóptima, sin duda no es la óptima, y que no es lo que como partido hubiésemos querido hacer, pero hay que tomar opciones.

Plantea que no se ha podido llegar a un acuerdo con el PS, porque ellos apuestan a un entendimiento con la DC, sin embargo, desde el PS sostienen que ustedes llevan a la mesa al PC, que negocian abrazados con ellos y que ese ha sido el verdadero problema. ¿Es así?

Para nosotros, el esfuerzo de unidad tiene que ser en serio. Y si es así, no puede ser con vetos, en este caso al PC. Creemos que si es cierta la idea de que se busca hacer un esfuerzo en materia unitaria, no solo sentimos que tenemos que el Frente Amplio o la Unidad Constituyente, sino que también le asignamos la misma importancia al bloque en que hoy participa el PC. Es fundamental que no se trate de dividir aguas en un eje que, en los últimos 10 años, desde las movilizaciones sociales y en distintos lugares, se ha tenido junto con el PC. No sé, te cuento mi historia, desde que soy dirigente estudiantil hemos trabajado con el PC, y el que se intente romper eso, a mí no me hace ningún sentido. Si se quiere unidad, unidad con todos y sin vetos, y en este caso, pareciera ser que desde la DC eso nunca convenció y las palabras de su presidente así lo reafirman. Nunca convenció que pudiéramos llegar a entendimientos si el PC está involucrado en las conversaciones, y eso es señal de que no hemos sido nosotros los que hemos estado impidiendo la posibilidad de llegar a un entendimiento difícil, ha sido principalmente la DC, y el PS le ha seguido o le ha permitido esa dirección a la DC.

Enfrentado a ese escenario, ¿cree que el Frente Amplio debiera buscar su camino con el PC y no con la socialdemocracia?

Para ser justos, las tensiones no venían solo de la DC, sino también del PC a formar parte de una alianza con la DC. Por lo tanto, ha sido súper difícil tratar de pegar una coalición tan amplia como esa y la verdad es que nadie está obligado a lo imposible. Por más que ese sea el escenario óptimo, también hay que tratar de imaginar escenarios alternativos que sean subóptimos, que no sean escenarios tan desastrosos como la dispersión natural que existió en 2017. Hay que tratar de ser lo menos disperso posible, y considerando que el Frente Amplio el 2017 se presenta como una coalición por fuera de los bloques establecidos y que ahora, de esas coaliciones, la DC se vuelve a pegar con la ex Nueva Mayoría, el PC sale de esa coalición y sectores del PS salen del PS y forman parte del Frente Amplio y eso se suma al Frente Regionalista, mi impresión es que dada la disyuntiva de este plan B, en esa configuración sumado al mundo social e independiente con quienes se tienen conversaciones muy estrechas, está la posibilidad de generar una lista potente en el caso de que el desenlace sea el que de alguna manera, como una crónica de una muerte anunciada, ha ido ocurriendo.

No hay posibilidad de unidad de toda la oposición, entonces…

Si me preguntas, sigo pensando que lo óptimo es que la oposición vaya en una lista única. Sin embargo, el devenir de los hechos, de las distintas cosas que han ido pasando, de un lado a otro, sobre todo lo que ha pasado durante la última semana, hace más difícil la unidad. A diferencia de lo que dicen quienes se van porque quieren apostar a la unidad, creo que no ha habido un hecho más definitorio de la división que lo que pasó la última semana. La salida tanto del Partido Liberal, de Pablo y Natalia, es que de alguna manera sellan mediáticamente la imposibilidad de que haya unidad. Y eso es bien frustrante, porque durante los últimos meses habíamos hecho esfuerzos para tratar de romper esa inercia, esa idea que pensábamos era difícil de romper, pero estábamos poniéndole esfuerzo.

¿Cree que una lista del FA con el PC va a ser más exitosa electoralmente que una alianza con la Unidad Constituyente?

Diría que en esa disyuntiva para mí es súper nítida la definición, no solo por el resultado, que creo puede ser mejor. Tienes las identidades que se expresan al interior del Frente Amplio en términos de la movilización social, con las identidades que se expresan en el PC, son identidades que peleas más o peleas menos forman parte de una identidad que viene a impugnar y a cuestionar las bases del sistema actual y, por lo tanto, ofrece un relato de transformación. (Sobre) los partidos de Unidad Constituyente o por decirlo de alguna manera la ex Concertación, es muy difícil para nuestra base (entender) que dichos partidos que administraron el poder durante la mayoría de los últimos 30 años puedan ser quienes interpreten el reclamo de los 30 años. Sin duda que en esos partidos hay gente con los que me encantaría estar trabajando hoy codo a codo, pero existe una especie de muro político. Así que, puestos en esa disyuntiva, es más natural una alianza más parecida a la del 2017 -a cuando emergemos como fuerza en contraposición a la Nueva Mayoría, sumando al PC que se salió de esa Nueva Mayoría- que irnos con la ex Concertación. Si me preguntas si va a ser más exitosa, creo que va a depender. El 2017 tuvimos el 20% de votación con Beatriz Sánchez y la Nueva Mayoría tuvo 22%, y en ese momento ellos contaban con el PC en sus filas. Hoy, el país demanda medidas más parecidas a lo que estaba planteando Beatriz Sánchez que a lo que planteaba el programa de Alejandro Guillier, y por lo tanto, se movió el eje político hacia medidas que no parchen, sino que resuelvan de manera estructural aquellas cuestiones básicas de nuestra sociedad. Y si además abrimos espacio a las organizaciones sociales y al mundo independiente, creo que tiene todos los ingredientes para hacer una lista no solo competitiva, sino la que mejor represente el Chile post 18 de octubre. Puede ser que me equivoque, pero el análisis que estamos teniendo en RD y el Frente Amplio es que, poniéndonos en esa disyuntiva, y entendiendo que lo mejor habría sido el esfuerzo unitario, este pareciera ser un segundo mejor escenario.

Entonces, no tienen poca razón los alegatos de Vidal, Castillo y del mismo PL respecto de que el FA está más cómodo en una alianza con el PC que con la ex Concertación.

Sí, en esa parte creo que tienen razón. Lo más doloroso de este momento político es enfrentarse a una disyuntiva donde la misma tesis política del 2017, sumado al PC, no cuaje de una manera tan natural para todos los que estamos en el Frente Amplio. Lo que no es cierto de lo que se ha dicho, creo, es que esto sería estar arrinconados, porque bajo cualquier examen que se le pueda hacer, es una alianza más amplia de la que ofrecimos el 2017, y no hay mucho elemento para expresar que es más estrecho. No creo que la tesis política de no estar con Unidad Constituyente, sino que con el PC y el Frente Regionalista, eventualmente cosa que aún no se concreta, pero estamos jugando a la proyección, que sea una tesis insalvable para aquellos que en el 2017 estuvimos dispuestos a ir por la izquierda del PC. No es algo insoportable, ¿no? Además, esto no se da en un momento donde se frustran las negociaciones, estas renuncias se dan por el plazo de la ley antidíscolo, por lo tanto, no están fundados en un hecho, sino que en una proyección. Recordemos que se hacen el 22 de noviembre. No se trata de algo consumado, se trata de una apuesta ante la ley antidíscolo, con un diseño electoral, ante el eventual, pero probable, fracaso de una lista unitaria.

Su reclamo es político, ellos han sostenido que sólo haciendo alianzas amplias en la oposición se podrá derrotar a la derecha…

Pero eso está en las definiciones de nuestro consejo político hace ya mucho tiempo, es eso lo que el partido está empujando para la gobernabilidad a futuro. El partido tiene como mandato que lo que necesitamos es presentar una alternativa de gobierno y eso no es solo con el Frente Amplio, no es solo con el PC, es también con gente que está en Unidad Constituyente. Eso es algo que activamente se ha instalado y validado en la tesis interna del partido, eso respecto de la figura de gobierno. Respecto de la figura de elección de constituyente, se da todo lo que decía anteriormente. Hay una apuesta y una decisión de que queremos ir en lista unitaria y eso no se puede, no por nosotros. No hay agua en la piscina y nosotros tratamos de tirar agua con una manguerita, pero no hay agua en la piscina. Nosotros decimos sí a la unidad, pero que sea con todos, y eso no se está pudiendo. Por lo tanto, la disyuntiva que planteas no es con la que nos enfrentamos en realidad. La disyuntiva a la que nos estamos enfrentando es, o estás con quienes administraron los últimos 30 años de nuestro país, o estás en la misma tesis del 2017, pero con los actores que están tratando de hacer esa misma impugnación a los últimos 30 años.

El problema -entonces- es el entendimiento de todos con el PC.

¡Pero si gobernaron con ellos!, cómo pueden ser tantas las diferencias que tengan si formaron un gobierno hace menos de cuatro años.

¿Quiénes o qué impide acuerdos con el PC?

Partiendo por la declaración de octubre de Fuad Chahin, que selló una postura de que no había ninguna posibilidad de que ellos fueran en lista única con el PC. Cuando uno habla de la DC, estamos hablando de la DC que antes del 18 de octubre le estaba entregando los votos al gobierno para reintegrar los impuestos, de la DC que durante los dos primeros años del gobierno de Piñera le entregó la mayoría en proyectos importantes a los que nos opusimos el resto como oposición. No estamos hablando de cualquier actoría política, en el gobierno de Bachelet fueron los principales opositores a la gestión interna. No estamos hablando en abstracto de una actoría política, estamos hablando de una actoría política concreta, con historial, con hechos, y que además hacen una vocería donde dicen “esto es imposible”. Nosotros podemos tener algo de incidencia política, podemos hacer algo de gestión política, pero no somos magos, nuestra presidenta de partido no es maga para poder lograr hacer desaparecer el historial de un partido político que en este caso tiene una idea clara y en este caso es no aliarse más con el PC y fin.

¿Y esos cuestionamientos no le caben también al PS o al PPD?

Creo que ha sido menos institucional…, pero uno ve las tensiones que hay al interior de los partidos. En todas partes se cuecen habas, pero uno ve una mayor sintonía sobre todo a nivel de base, a nivel de cuadro técnico, intelectuales, partidarios dentro del PS, uno ve mucho más sintonía respecto de un diagnóstico sobre cuáles son aquellas cosas del modelo neoliberal que nos molestan, y lo dicen de manera más nítida, más allá de que siga habiendo personas que a veces reman contra la corriente, pero hay una conciencia, desde mi impresión, en la cultura política del PS, mucho más cercana creo yo, a este mundo en estos dos botones, que a lo que simboliza hoy la DC.

Además de las renuncias al partido de dos diputados, tuvieron que enfrentar la derrota de Sebastián Depolo en las primarias del FA. Algo les pasa a ustedes que no pueden movilizar…

Tenemos la urgencia de inserción no solamente a nivel de gobiernos locales y municipios, que yo creo va a ser clave para la consolidación del proyecto político de RD y el Frente Amplio, sino también a nivel de que esas concejalías lo hagan distinto en cómo organizan y articulan el movimiento social territorial, más anclado en los territorios que está súper vivo. Y creo que el deber ahora es estar ahí, es dar cara, si es que no han estado, estar porfiadamente hasta que puedas generar vínculos que sean más allá solo de la construcción espontánea, sino que de algo más sólido.

¿Por qué mantuvo silencio en este tiempo?

No sé, hay veces en que las respuestas tienen que ser institucionales y yo trato de ser muy respetuoso. Y además de eso, se cruza con lo afectivo, la idea de, no sé si será la negación, pero esa incredulidad de la que uno no puede entrar en razón, no logra entrar en aceptación. A veces hay que evitar hablar por la herida.

¿Es efectivo que se va a estudiar a Londres el 2022 y pondrá un paréntesis a su actividad política?

Eso está en mis planes desde el 2013, cuando dije que me ponía a disposición del partido, pero que tenía planes de irme a estudiar afuera.

Uno nunca sabe, no tengo idea si es que en las elecciones del próximo año gana un gobierno del cual formamos parte o logramos llegar a un último acuerdo y entendimiento para ser coalición y haya responsabilidades que el partido me asigne. No tengo idea. Me atrae mucho la idea de hacer eso, pero no me desprendo de la idea de lo público, de repente salgo y me preparo mejor para cualquier desafío que tenga. Pero todavía no tengo idea si voy a poder hacer eso.

Con todo lo que ha pasado, la derecha tiene más probabilidades de ser gobierno otra vez frente a una oposición dividida…

No necesariamente, porque los gobiernos se eligen en segunda vuelta. La verdad es que no estamos en el escenario más catastrófico, estamos en el subóptimo, no en el mejor, en el segundo mejor probablemente, pero va decantando hacia allá. Habrá que ver cómo se desencadenan esos sucesos, yo no lo tengo claro, pero lo que sí te puedo decir es que la conversación que se tiene luego para formar gobiernos y conformar coalición son distintas, ya que tienes segunda vuelta.

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