El gobierno del Presidente Gabriel Boric decidió no apoyar la candidatura del abogado chileno Claudio Grossman para integrar la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
La determinación del Ejecutivo fue comunicada por la canciller Antonia Urrejola al jurista mediante una reunión por Zoom durante la tarde de este jueves. “Ahora voy a una reunión Zoom con Claudio Grossman, tengo una reunión con él”, había señalado la ministra al ser consultada por el tema previo al encuentro.
El destacado diplomático se perfilaba como uno de los interesados para ocupar el cupo del fallecido juez brasileño Antônio Augusto Cançado.
Su deceso abrió un espacio que varios países de la región miran con interés, ya que la persona electa en noviembre cumplirá los cinco años restantes que le quedaban al brasileño.
En ese sentido Grossman -quien fue agente de Chile ante La Haya en el juicio con Bolivia por la demanda marítima de La Paz- tenía respaldo en sectores transversales del mundo político para asumir la postulación. El jurista -ex Mapu- ha ostentado cargos internacionales tanto en la Corte Interamericana de Derechos Humanos como en el Comité de Naciones Unidas contra la tortura.
Actualmente, además, es presidente del comité de redacción de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas y está radicado hace décadas en Estados Unidos.
La trayectoria del abogado también es respetada en la derecha. En 2018 Grossman representó a la UDI cuando el partido solicitó a Argentina la extradición del exfrentista Galvarino Apablaza, uno de los autores del asesinato del fundador de la colectividad, Jaime Guzmán.
En los últimos días, de hecho, un grupo de excancilleres -de distintos los sectores políticos- había promovido su candidatura frente a la ministra Urrejola. Sin embargo, Grossman no consiguió el beneplácito de Boric.
Entre las razones esgrimidas por el Ejecutivo para no entregar su respaldo al jurista están que una de las prioridades fijadas por la actual administración en política exterior es poner énfasis en los derechos humanos y que, en ese sentido, el foco hoy es avanzar en la candidatura que Chile lanzó para integrar el Consejo de DD.HH. de las Naciones Unidas.
“En el escenario descrito, considerando que una elección tan importante requiere planificación anticipada, disposición de votos, recursos presupuestarios y estrategia de campaña, el Ministerio de Relaciones Exteriores lamentablemente no está en condiciones de postular esta candidatura para el proceso eleccionario en curso”, explicaron desde la Cancillería al finalizar la jornada en un comunicado público.
Y agregaron: “Estamos seguros que en un futuro cercano -y atendiendo a la relevancia de la Corte Internacional de La Haya - Chile podrá realizar una postulación a este órgano judicial principal de la Organización de las Naciones Unidas, la que será presentada con la anticipación y planificación seria y adecuada que el cargo merece, de manera de asegurar su éxito”.
Quienes conversaron con Grossman aseguran que lo molestó la decisión de La Moneda. En su entorno señalan que hubo un trato poco deferente por parte de la canciller. De hecho, apuntan a que la carta que enviaron hace semanas para promover su candidatura no fue oportunamente respondida y que al jurista se le aplazó en varias oportunidades una cita con Urrejola.
La eventual llegada de Grossman a la CIJ era vista como un paso significativo en materia de política internacional, ya que Chile no ha tenido un juez en la corte en los últimos 67 años.
Además, uno de los candidatos fuertes que han surgido en la región para el puesto es, por ejemplo, Marcelo Kohen, impulsado por Argentina -quien asesoró a Bolivia en su demanda contra Chile ante La Haya- y que ya oficializó su interés por competir por el cargo. Brasil, por su parte, también presentó a su propio postulante: Leonardo Nemer.
“Se ha perdido una gran oportunidad de tener un juez chileno en la Corte, después de 67 años. En las elecciones donde compiten personas, y no países, la trayectoria y el respeto profesional son factores claves, y en eso el jurista Claudio Grossman era un candidato comparativamente muy potente. Lo lamento, pero era mejor q se adoptara una decisión, a permanecer en un compás de espera. La decisión de no apoyar una candidatura de Grossman está tomada a nivel presidencial, la respeto, y no hay más que decir”, dijo tras conocerse la determinación de La Moneda el excanciller Heraldo Muñoz.
En tanto, Teodoro Ribera, quien fuera canciller durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, indicó a La Tercera que “desconozco las razones de fondo por las cuales la Cancillería ha resuelto no apoyar a Claudio Grossman y será conveniente que la misma lo aclarara, porque sin un fundamento adecuado cuesta entender una decisión de esta naturaleza”.
“Claudio Grossman es un connotado jurista que ha dedicado su vida al tema de los derechos humanos, ha sido decano de una prestigiosa universidad americana (Escuela de Derecho del Washington College of Law), y ha tenido múltiples reconocimientos internacionales. Desde esa perspectiva, su candidatura para el cargo en la CIJ está avalada sin duda desde el punto de vista profesional”, agregó.