Golpe de timón en La Moneda: Maya Fernández y Miguel Crispi salen de Defensa y de la jefatura del Segundo Piso

Maya Fernández Miguel Crispi

A un día del aniversario del gobierno, el Presidente Gabriel Boric anunció un nuevo ajuste en sus equipos, que incluyó la llegada de Adriana Delpiano, a Defensa, y la ratificación de Macarena Lobos en Segpres. El movimiento abre la posibilidad de que la ministra Jara salga sola si es que el PC decide convertirla en carta presidencial.


A las 13 horas, la ministra de Defensa Maya Fernández recibió un sorpresivo llamado del Presidente Gabriel Boric. En la breve comunicación le pidió cruzar a su despacho en 40 minutos más.

Quienes conocieron de ese diálogo entre el mandatario y la exdiputada socialista -que fue una de las primeras en apoyar la opción presidencial del frenteamplista desde el Congreso- aseguran que le señaló que la inminente acusación constitucional que este lunes ingresarían en su contra los parlamentarios de Chile Vamos y el Partido Republicano por la fallida compraventa de la casa de Salvador Allende hacían que la situación política se tensara y que el gobierno debía cerrar ese conflicto. En ese marco, le pidió su renuncia al cargo.

La noticia tomó por sorpresa a Fernández que no contaba con salir justo ahora. De hecho el viernes estuvo con el ministro del Interior Álvaro Elizalde y con entonces jefe de la Direpol, Nicolás Facuse, revisando los votos que había a favor de la AC en su contra. Hasta ahí el diagnóstico era que la derecha no tenía los apoyos y, por lo tanto, en el Ministerio de Defensa estaban medianamente tranquilos.

Este lunes en el comité político ampliado, en tanto, el ministro Elizalde transmitió un mensaje similar: que no había apuro en realizar ajustes de gabinete, aunque hasta esa hora estaba pendiente el nombramiento del nuevo ministro de la Segpres que en teoría debía recaer en un militante PPD para mantener los equilibrios en el gabinete.

Pero tras la notificación de Fernández vino el siguiente golpe de timón de La Moneda en el día con el anuncio de la salida de Miguel Crispi de la jefatura de asesores del Segundo Piso de la Presidencia, el nombramiento de Felipe Melo Rivara, en su reemplazo; la nominación de Adriana Delpiano, en Defensa, y la ratificación de Macarena Lobos como ministra de la Seppres y de Facuse como el nuevo subsecretario de la cartera que se relaciona con el Parlamento.

La salida del jefe de asesores del Segundo Piso tomó por sorpresa a todo el gobierno y al Congreso, pues pese a la presión que había por su salida desde el caso Convenios y por su rol como asesor del Presidente tras la denuncia por violación y abuso sexual contra el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, el Presidente Gabriel Boric siempre transmitió que no estaba en sus planes cambiar a su jefe del Segundo Piso y que no aceptaría pauteo de los partidos sobre el asunto.

La última visita al Congreso de Crispi

Fuentes de gobierno aseguran que Crispi terminó orillado a renunciar por las críticas cruzadas a su labor.

La decisión se formalizó tras una tensa sesión de la comisión investigadora del caso Monsalve que terminó con recriminaciones del presidente de la instancia Miguel Mellado porque el frenteamplista se negó a detallar su injerencia en la decisión del Presidente Boric de mantener al exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, durante dos días tras conocerse la denuncia de violación y abuso sexual en su contra.

“Dada la función legal que cumplo como jefe de asesores, no podría compartir las conversaciones con el Presidente de la República”, señaló Crispi en reiteradas ocasiones a las preguntas del presidente de la Comisión.

“Señor Crispi, remitiremos los antecedentes a la Contraloría General de la República para que, en conformidad al Artículo 10 de la Ley Orgánica del Congreso se proceda a un procedimiento disciplinario y se procesada a una multa respectiva a usted”, respondió Mellado dando por finalizada la reunión.

“Miguel Crispi presentó voluntaria e indeclinablemente su renuncia. Fue una decisión de él, que por supuesto conversó con el Presidente”, expuso la vocera subrogante del gobierno Aisén Etcheverry tras el comunicado oficial que emitió presidencia a pasadas las 16.24 informando de todos los ajustes.

En esa oportunidad, la secretaria de Estado también dijo que “la ministra Fernández presentó ella su renuncia, como resultado de una evaluación que es personal y propia de ella. Tuve la oportunidad de conversar con ella unos minutos y está enfocada en preparar su defensa en las instancias que hoy día corren y, es por eso, que de manera muy responsable decide dar un paso al costado”.

Fuentes de gobierno aseguran que Crispi optó por dar un paso al costado después de varias semanas de reflexión. “Estaba en una situación personal insostenible”, dice un inquilino de palacio. Otro funcionario apunta a su incomodidad por las críticas que surgieron también a la contratación de su esposa, Olivia Contreras, como asesora del Museo Interactivo Mirador (MIM).

Aniversario de gobierno

Por otro lado, dentro de La Moneda hay quienes apuntan a la necesidad de que Crispi abandonara el gobierno un día antes de que el gobierno de Boric celebre su último aniversario, en Renca. Durante el hito se espera empujar en reiteradas ocasiones la idea de que a esta administración aún le queda el 25% y que ahora comienza un último envión legislativo para sacar adelante algunos pendientes del Ejecutivo. Ese nuevo discurso podría haber sido empañado por todas las críticas que surgieron, una vez más, en contra del exjefe del Segundo Piso.

En La Moneda aseguraban este lunes que con la salida de Crispi y de Fernández se descomprimen dos los dos escándalos que han marcado por últimos seis meses de gobierno: las críticas al manejo del caso Monsalve y por la compra de la casa de Salvador Allende que pasó de una iniciativa del Presidente para proteger el legado del expresidente a un escándalo judicial porque no se consideró que era inconstitucional que el Estado le comprara la casa a dos autoridades: la ministra Maya Fernández y a la senadora socialista Isabel Allende.

El asunto sin embargo ya había provocado la salida de la ministra de Bienes Nacionales Marcela Sandoval, se mantiene en sede judicial y queda pendiente saber si se mantendrán en sus cargos los otros altos funcionarios de gobierno que fueron alertados de los conflictos constitucionales que acarreaba la compra de la casa, como Leonardo Moreno, encargado del seguimiento de compromisos presidenciales del Segundo Piso. Por ahora en el gobierno aseguran que sigue.

¿Un gesto a Jara?

Con la salida de Fernández y llegada de Adriana Delpiano al Ministerio de Defensa, el gobierno resuelve en parte la necesidad de compensar al PPD que se quedó sin representación en el comité político tras la renuncia de la ministra del Interior Carolina Tohá.

Fuentes del PPD aseguran que la extitular de Interior y el presidente del PPD, Jaime Quintana sugirieron el nombre de la exministra de Educación para Defensa cuando se evaluaron opciones hace un tiempo. En esa cartera también sonó con fuerza el nombre del subsecretario Ricardo Montero (PS).

Adriana Delpiano llegó a la Moneda antes de que se anunciara el ajuste de gabinete, y subió a Presidencia pasadas las 15 horas sin que nadie supiera hasta ese minuto que era la nueva ministra de Defensa.

El ajuste de gabinete este lunes será sin ceremonia. Y antecede al último ajuste que haría el Presidente Gabriel Boric si es que el Partido Comunista decide nominar a la ministra del Trabajo Jeannette Jara como su carta presidencial.

Con los ministerios pendientes ya resueltos, el Presidente podría despedir a Jara en solitario en un gesto similar al que le hizo a la ministra Carolina Tohá cuando renunció para convertirse en candidata presidencial.

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