Javier Macaya (UDI): “El Presidente no puede divorciarse de una opción que estuvo defendiendo con mucha fuerza”
El timonel gremialista dice que es partidario de cerrar un acuerdo antes del 11 de septiembre y que el Presidente lidere esas conversaciones. Sin embargo, cree que primero el gobierno debe hacer una autocrítica profunda. "Nuestro objetivo es trabajar esto una vez que ellos hayan decantado esta derrota", dice.
La camisa rosada se ha convertido en una de las cábalas del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya. Con una prenda de ese color ayer fue a votar.
Si bien al conocer los primeros cómputos que daban una ventaja al Rechazo, prefirió mantener su cautela y su llamado a la tranquilidad, una vez que llegó al Hotel Best Western Marina, donde se congregaron las directivas de Chile Vamos, terminó cediendo a los festejos.
En la noche, recibió una llamada del ministro Giorgio Jackson y luego otra del Presidente Gabriel Boric. Sin embargo, el tono del discurso del Mandatario no lo dejó conforme. “No vi una reflexión profunda de esta derrota”, dijo el timonel de la UDI.
Usted había planteado que el Presidente tendría que liderar un nuevo proceso. Sin embargo, la votación le propinó una derrota severa al gobierno. ¿No lo debilita al Presidente?
No está en nuestro ADN debilitar la imagen y estructura presidencial, como sí lo estuvo en el ADN de la oposición del Presidente Sebastián Piñera. Nosotros tenemos otra concepción de la democracia y, además, legal y constitucionalmente al Presidente le corresponde tener un rol de colegislador. Aunque algunos quisieran dejarlos fuera, es él quien puede presentar urgencia a proyectos de ley y participar con preeminencia. Por lo tanto, nuestro objetivo es trabajar esto una vez que ellos hayan decantado esta derrota. El Presidente no puede divorciarse de una opción que estuvo defendiendo con mucha fuerza, al límite del intervencionismo electoral y tienen que hacer la reflexión de lo que fue derrotado.
¿Ustedes están esperando una señal para ir a un acto en La Moneda?
Yo he conversado con el Presidente y me parece que él entiende que hay una definición de interlocutores que tiene que darse en el oficialismo. Entendemos que por estos días debería venir un cambio de gabinete, pero también hay un reconocimiento de que aquí fue derrotada la tesis refundacional de la Convención Constitucional. La Convención planteó algo parecido al programa de gobierno del Presidente Boric. Si se observa la reforma de salud o materia de agua que propone el gobierno, no son muy distintas a lo que propuso la Convención. Por eso, ellos tienen que entender que aquí fue derrotada una lógica de hacer política de una visión de extrema izquierda, lo que no significa que no podamos ser copartícipes de la construcción de un gran pacto social pensando en las próximas décadas.
¿Con este resultado podrían reevaluar la posibilidad de un plebiscito de entrada?
Nuestro compromiso no cambia un ápice respecto al proceso constituyente. Una de las máximas es no repetir los errores del proceso anterior y probablemente el plebiscito es parte de las conversaciones que vamos a tener con el resto de los partidos. Pero es algo que yo creo que no es necesario.
En su momento, el anterior plebiscito de entrada los dividió como sector.
Puede ser un germen de división de la opción que quieras defender. Ahora, hay algunos que han planteado que es necesario que participen expertos y hay que ver de qué manera las personas van a poder colaborar del proceso. Entrar en mecanismos, fórmulas y anticipar definiciones en esta materia me parece que es romper las confianzas de la conversación que tiene que partir mañana. Esa conversación tiene que partir sin imponer visiones y estando dispuestos a conversar y no tenerle miedo a ninguna fórmula.
Las listas nacionales y cerradas es una fórmula que la UDI hace mucho tiempo venía planteando. Esa idea gusta en algunos partidos.
Vamos a ver cuál es la estructura electoral, si es distrital, regional o nacional. Lo que sí, hay errores que se cometieron en la lista de independiente, asimilándose a partidos políticos. Eso fue un error. También creo que hubo una sobrerrepresentación de los pueblos originarios.
Usted dice que habló con el presidente. ¿Habló esta noche con él?
Sí.
¿No van a ir a La Moneda?
No se trata de generar un contrapunto. Nos vamos a reunir de todas maneras.
¿Pero la idea es no apurar esta conversación...?
Ellos tienen que tener una reflexión sobre lo que podría llegar. Y reitero, el Presidente, el Gobierno, no se puede divorciar de lo que fue el resultado de esta noche. Ellos apoyaron con mucha fuerza el proceso constituyente, apoyaron con mucha fuerza la opción del Apruebo y hoy fue derrotado, fue derrotado el maximalismo, la polarización, incluso la simbología de la Convención, cuya primera definición fue la libertad de los presos de la revuelta, la validación de la violencia como una forma de conseguir los objetivos políticos. Creemos que eso fue derrotado hoy.
¿Ud. ha planteado el 11 de septiembre como un hito para tener el acuerdo listo o por lo menos tener una base de acuerdo?
El 11 de septiembre es un hito en el calendario que polariza Chile y el Presidente ha planteado que tenemos que tener un camino ya iniciado antes de eso. Yo comparto eso.
Respecto del tema de sacar a los políticos de su sector de la campaña, ¿de quién fue la idea?
Esto ratifica lo que ocurrió hoy. El triunfo no estuvo en la lógica de la derecha contra la izquierda. Algunos empiezan a mirar la reconfiguración del mapa político, pero es el triunfo del sentido común, el triunfo de los trabajadores de Chile, los mineros, agricultores, pescadores, de las personas de esfuerzo de este país que le dijeron no a una propuesta refundacional. Quien quiera interpretar que este es el triunfo de la UDI, de una persona en particular de un partido político está leyendo mal los resultados de esta noche. Hay que tomar este triunfo sin soberbia y con la humildad necesaria para tener la capacidad de tender los puentes para el momento que vive Chile. Ese momento exige generosidad, exige unidad y reconocimiento de lo que ocurrió. Ese es un llamado al gobierno para que a partir de mañana, la agenda quizá maximalista dé paso a una agenda de mayor unidad y concordia nacional. Un nuevo pacto social. Una Constitución no es algo que entre en la lógica de una elección que cada cuatro años se cambie un presidente o un alcalde. Esta es una elección que va a ser por décadas y por eso es importante empezar a pensar desde ya en el resultado final de este proceso.
¿El tema plurinacional fue gravitante en este rechazo?
Fue parte de los factores por los que Chile rechazó la propuesta. Chile tiene que tener un reconocimiento de sus pueblos originarios, pero no en la lógica de la división de Chile entre distintas naciones, distintos sistemas de justicia que en definitiva fueron parte del Rechazo.
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