Los cuestionamientos que han surgido en las últimas horas en contra de algunos de los 39 subsecretarios que el presidente electo, Gabriel Boric, nombró este martes causaron inquietud entre algunos de los ministros del futuro gabinete.

Así lo reflejó un mensaje que la propia ministra del Interior, Izkia Siches, envió al resto del equipo ministerial en las últimas horas.

La otrora jefa de campaña del frenteamplista escribió en el grupo de WhatsApp que agrupa a los 24 secretarios de Estado justamente para dar una señal de tranquilidad.

Quienes conocieron de la comunicación señalan que Siches aseguró que estaban al tanto de los antecedentes surgidos en torno a algunas de las autoridades recién nombradas y que, en caso de tener mayor información, los ministros se la hicieran llegar a ella o al futuro titular de la Segpres, Giorgio Jackson.

El recado de Siches, sin embargo, más que tranquilizar a sus pares generó mayores dudas sobre el dilatado proceso de selección que se tomó el equipo presidencial para zanjar el puzzle de la segunda línea de la nueva administración.

Una vez anunciada la nómina definitiva, la tarde de este martes, los cuestionamientos a algunas de las futuras autoridades no tardaron en aparecer. Estos se concentraron en los subsecretarios Alfredo Gutiérrez, quien asumirá en Obras Públicas; Galo Eidelstein, quien fue nominado para Fuerzas Armadas, y Fernando Araos, quien ejercerá el cargo en Redes Asistenciales.

El caso de la autoridad que hará dupla con Juan Carlos García (PL) en el MOP ha generado ruido en algunos sectores del futuro gobierno por una querella por prevaricación administrativa que se conoció en las últimas horas.

En la acción presentada ante el Séptimo Juzgado de Garantía se acusa a Gutiérrez -quien trabaja en el MOP hace casi 20 años- de haber cometido ese delito en calidad de funcionario de esa repartición.

La empresa Construcciones y Obras Marinas V y S S.A. detalla que el futuro subsecretario causó “serios perjuicios a la empresa y a sus colaboradores y accionistas”, entre otras cosas, al pagar de forma desfasada un contrato millonario para “el diseño y construcción de un transbordador en el lago O’Higgins, ubicado en la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo, licitado por la Dirección Nacional de Obras Portuarias”. La firma acusa un daño por $4.750 millones.

Gutiérrez llegó a ser nominado en la subsecretaría tras ser propuesto por la Federación Regionalista Verde Social (FRVS). Quienes lo conocen aseguran que es cercano al diputado de esa colectividad Jaime Mulet.

“Propusimos el nombre de Alfredo Iván Gutiérrez porque es un ingeniero civil de carrera en el MOP, posgraduado y que partió de abajo y ha coronado su trayectoria con ser director nacional de Obras Portuarias seleccionado por la Alta Dirección Pública. En esa calidad lleva tres años y ha tenido el mejor índice de cumplimiento de ejecución presupuestaria del MOP y fue dirigente gremial de los ingenieros del MOP”, señala la vicepresidenta del partido, Flavia Torrealba. La dirigenta insiste en que el nuevo subsecretario “es un hombre políticamente comprometido con el progresismo. Es independiente, cercano al FRVS y apoyó con entusiasmo la campaña de Gabriel Boric”.

Sobre las críticas que han surgido en torno a su nombramiento, Torrealba asegura que la querella fue anticipada y explicada previo a su designación al propio Boric y a Siches. “Sabíamos lo de la querella por prevaricación administrativa que se ‘ganó’ por no dictar una resolución de aumento de obras que pretendía una empresa cuestionada por incumplimiento. Es un hombre que combate las malas prácticas en los contratos de obra pública. Cuida la billetera del Estado”, dice.

Y agrega: “Quienes ven al MOP como botín político están desesperados con su nombramiento”.

Pese a la postura de quienes promovieron su nombre, tanto en el futuro gobierno como en los partidos siguen recabando antecedentes para evitar un eventual problema político con su nominación.

No solamente la querella por prevaricación administrativa al subsecretario de OO.PP. complica los recientes nombramientos, también ha generado ruido la relación del futuro subsecretario de Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein, con la administración de la ya extinta Universidad Arcis, ligada al Partido Comunista (PC).

El informe de la comisión investigadora sobre la educación superior del 2013 alude a la nueva autoridad, señalando que “el señor Galo Eidelstein (de la Universidad Arcis) explica que el lucro no está permitido en las universidades por ley. Sin embargo, si una universidad puede exponer diversos índices de márgenes de utilidades, es mejor visto desde el aspecto financiero. Indica que ellos han ido mejorando el índice financiero desde 2006 en adelante”.

Eidelstein es mencionado en el informe de la comisión, pues se desempeñaba como vicerrector de gestión, operaciones y finanzas cuando el plantel universitario ligado al PC arrastraba una crisis económica desde -al menos- el año 2006.

En dicha instancia, de hecho, explicó que entre 2004 y 2005, la dirección de Arcis creó una sociedad inmobiliaria para “buscar alguna forma de financiamiento externo, porque se encontraba prácticamente al borde de la cesación de pagos”. Se buscaron socios -según dijo- que pudieran comprar acciones de esa empresa y así destinar recursos al plantel universitario.

Ese modelo de financiamiento, que no solo es exclusivo de Arcis, sino que se replicó en varias universidades privadas, fue ampliamente criticado en su momento por el movimiento estudiantil de 2011.

De hecho, en 2017, mismo año que se anunció el cierre definitivo del plantel, el entonces diputado Gabriel Boric señaló que “en temas como el de la Arcis se juega la coherencia en nuestro discurso por la educación”, agregando que existía una responsabilidad del PC por los retiros de dinero de la entidad.

Por otro lado, también salieron a la luz distintas objeciones de Contraloría a Fernando Araos, recién nombrado subsecretario de Redes Asistenciales.

En resumen, el ente contralor detectó faltas a la probidad administrativa, pues Araos formaba parte de una sociedad médica que prestó servicios al Hospital Sótero del Río en momentos en que Fernando Araos Valdebenito -padre del futuro subsecretario- era jefe del servicio de radiología del recinto asistencial.

Los antecedentes de Araos difundidos tras su nominación provocaron molestia en los gremios de la salud. Incluso, personeros del Colegio Médico (Colmed), como Camilo Bass, presidente del Regional Santiago, y quien es cercano a la ahora futura ministra Siches, se han hecho eco en redes sociales de los antecedentes expuestos.