La desconocida complicidad Chadwick-Guerra

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El ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Se conocieron en 2013 cuando el fiscal era autoridad regional en Iquique y debió coordinarse con el entonces jefe de gabinete por la detención de tres militares bolivianos. Hoy se comunican por WhatsApp.


En los días previos al jueves 26 de abril pasado, el ministro de Interior, Andrés Chadwick, tomó su teléfono y se contactó con el fiscal regional Oriente, Manuel Guerra. Pese a que en otras ocasiones sus conversaciones son por WhatsApp, esa vez Chadwick prefirió llamarlo. Y lo hizo por algo simple: había sido invitado a una actividad en la unidad de flagrancia de la Fiscalía Oriente, y como ese es territorio de Guerra, el secretario de Estado prefirió avisarle directamente que sí, que iba, por la invitación de la Asociación de Fiscales.

No hay nadie en el entorno de Guerra ni en el de Chadwick que no describa que ambos mantienen una buena y estrecha relación. Mientras Guerra ha señalado internamente que admira la "mesura" con la cual se desenvuelve en política el coronel UDI, Chadwick ha destacado que posee una mirada común en materia de seguridad con el fiscal regional Oriente.

Ambos se conocieron en 2013, en el primer gobierno de Sebastián Piñera, cuando Guerra era autoridad regional en Iquique. Enfrentaron juntos -y según se describen 100% coordinados- la polémica detención en enero de ese año de los tres soldados bolivianos, asunto que desató un tenso episodio entre los gobiernos de Chile y Bolivia.

Guerra confió esa vez en las habilidades políticas del entonces ministro de Interior y, según describen, estuvieron hablando seguido, en forma directa y para seguir una sola línea respecto de los temas que había que enfrentar ante la opinión público.

Hace dos semanas, un violento asalto se perpetró el 21 de mayo en la comuna de La Reina, un hecho que conmocionó al país luego de que una dueña de casa, una mujer de 63 años que vivía con su hijo postrado, fuera asesinada a sangre fría por el delincuente. La tragedia volvió a unir la eficiente coordinación Chadwick-Guerra esa semana.

El titular de Interior activó al día siguiente del asalto una ofensiva contra los jueces de justicia. Esto porque el joven que asesinó a la señora en territorio de la Fiscalía Oriente había sido condenado 13 veces antes y, a juicio del ministro Chadwick, que estuviera delinquiendo otra vez no se trataba de un problema de las investigaciones del Ministerio Público, sino -como dijo- de los magistrados.

"No queremos más excusas de los tribunales, y esto lo pide Chile entero, no es un problema del gobierno, Chile entero quiere que no haya más excusas", dijo el secretario de Estado desde La Moneda y al lado de una estrecha colaboradora de Guerra, la fiscal Lorena Parra. Y agregó: "Las investigaciones en este caso se están realizando bien y no queremos disculpas, queremos que los jueces, con el trabajo de la fiscalía, con el trabajo de las policías, que los tribunales sí puedan aplicar las sanciones", dijo.

Pese a que Guerra evitó atacar a los jueces esa semana, enfrentó a los medios con la ofensiva de La Moneda en marcha, y sin el foco puesto en el Ministerio Público. Así, ante los medios, terminó hablando del fracaso del sistema de responsabilidad penal adolescente. Y en radio Pauta, debió enfrentar la crítica de por qué el gobierno les "pasa la pelota" a los jueces, y el Ministerio Público a la ley. "No es un tema de pasar la pelota, aquí lo que falta es derechamente un acuerdo nacional, transversal, más allá del sector político que gobierne, y que genere una institucionalidad que reemplace la actual, que no funciona", dijo Guerra. El anhelo de un acuerdo es una declarada intención del Ministro de Interior, que ya conformó una mesa de trabajo.

En los días previos a esos hechos, Guerra había enfrentado una fuerte crítica desde la opinión pública por haber llegado a acuerdo con los controladores de Penta y haber omitido el delito de cohecho, para recalificar esos mismos hechos -$42 millones entregados a Pablo Wagner mientras fue subsecretario de Minería por parte de las empresas Penta-, y su impronta mediática había estado en silencio.

Pese a que algunos intervinientes de causas penales aseguran que Chadwick ha monitoreado los pasos de los fiscales en los casos que afectan a políticos, desde el entorno de Guerra niegan que el fiscal haya recibido alguna vez un llamado de parte del exsenador UDI para interferir.

Lo que sí, en la retina de varios quedó la inmediata reacción de Chadwick en 2017 -entonces presidente de la fundación Avanza Chile-, cuando Guerra solicitó la audiencia de sobreseimiento del caso Exalmar, donde Sebastián Piñera tenía calidad de imputado en virtud de la querella que interpuso el diputado PC Hugo Gutiérrez. Esa vez Chadwick catalogó de "exhaustiva y muy rigurosa" la investigación que comandó Guerra. "Luego de nueve meses de una exhaustiva y muy rigurosa investigación, la fiscalía ha solicitado hoy una audiencia de sobreseimiento definitivo en el caso de Exalmar. Esto significa que, a juicio del Ministerio Público, el expresidente Sebastián Piñera es totalmente inocente de los cargos que se le hicieron", dijo el ministro esa vez.

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