La dura carta que envió expresidente peruano Pedro Castillo a Boric: “Esas manos que usted estrecha están manchadas con sangre”
En la misiva, el exmandatario reprocha al jefe de Estado chileno tras las últimas reuniones sostenidas con Dina Boluarte en Estados Unidos. "Usted es joven, pero comete un severo error político y moral”.
Por medio de una carta, el expresidente peruano Pedro Castillo se refirió en duros términos a las gestiones del Presidente Gabriel Boric con la actual mandataria del país vecino, Dina Boluarte.
En la misiva, que fue entregada en La Moneda este lunes por el equipo jurídico del exmandatario destituido en diciembre de 2022, critica al Mandatario chileno al entablar relaciones con la jefa de Estado de Perú basadas en el fortalecimiento de las economías de la región, entre otros aspectos, desconociendo –según Castillo- “el asesinato de decenas de compatriotas peruanos”, en el marco de las protestas desencadenadas tras su salida.
“Lamento la infamia que le hace a mi pueblo fotografiándose sonriente con la dictadura. Flaco favor le hace a las banderas del progresismo chileno, desconociendo el asesinato de decenas de compatriotas peruanos. El comercio no es ni debe ser más importante que la vida. Las vidas de los y las manifestantes muertos por la represión cuentan. Le pido que se informe correctamente”, sostiene.
En el mismo contexto, Castillo reprocha que “no privilegiemos los negocios por sobre la ética. Las vidas de por lo menos 75 peruanos que ofrendaron por justos derechos no valen menos que las vidas de 75 chilenos o de 75 franceses. Ningún gobierno digno debería avalar la muerte, el racismo, la persecución o los tanques del ejército ingresando en la universidad pública”, aludiendo a la detención de más de 200 peruanos que protestaban contra Boluarte en enero de este año, tras el ingreso de policías a la Universidad de San Marcos.
“Esas manos que usted estrecha están manchadas con sangre de mis hermanos. Usted es joven, pero comete un severo error político y moral”, prosigue.
Boric y Boluarte coincidieron la semana pasada en el Foro de Inversión Responsable APEP- BID, en Washington. A mediados de septiembre, ambos se reunieron en Nueva York, con quien “reafirmó los lazos de amistad e integración” entre ambos países, comprometiendo fortalecer los mecanismos de cooperación bilateral. En esa cita se dio por superado el impasse ocurrido en enero, durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Buenos Aires- donde Boric criticó la represión contra las manifestaciones antigubernamentales que dejó decenas de fallecidos en el país vecino, cuestionamientos en los que insistió posteriormente en marzo durante una entrevista en el marco de su primer año en La Moneda.
Alusiones a Allende y Pinochet
La carta enviada por Castillo prosigue aludiendo al expresidente Salvador Allende y al dictador Augusto Pinochet.
“Estimado Boric, sí a la Patria Grande! No a la patria chica! Esos ideales que inspiraron alguna vez a Salvador Allende. El mejor homenaje a Allende no son las flores. Ni las ceremonias. Es la acción. Pinochet estaría conceptualmente cerca del racismo que hoy predomina en nuestro Congreso corrupto. Pero en ese lugar jamás puede estar el progresismo”, recalca.
En el escrito, el exjefe del Estado peruano valora, además, la influencia del juez chileno Juan Guzmán Tapia - reconocido por ser el primero en procesar al exdictador Augusto Pinochet-, respecto a la idea de modificar la Constitución, mismo objetivo que él tenía para su país.
“Guzmán Tapia, el juez que procesó, con el apoyo internacional de (el exsecretario general de Aministía Internacional) Pierre Sané y (del ex juez español Baltasar) Garzón, a Pinochet, promovía una nueva Constitución para Chile, que terminara con la Constitución de Pinochet y reconociera los derechos de las comunidades indígenas, a las que el propio Guzmán Tapia defendía. Mismo objetivo que tuve y tengo yo para el Perú. Una nueva Constitución que termine con la constitución apócrifa y neoliberal de Fujimori y que incorpore de una buena vez la cuota indígena en el Congreso peruano, hoy de espaldas a la sociedad”, añade.
Finalmente, la misiva concluye señalando que “la vida de un indio o una india no valen menos, señor Presidente. Mi pueblo está siendo reprimido. Las instituciones no lo representan. Fui destituido violando todos mis derechos, porque jamás me sometí a sus mafiosos intereses”.
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