La Moneda entra de lleno en modo electoral

Jeannette Jara y Carolina Tohá
El Presidente Boric junto a la exministra Tohá y la ministra Jara el pasado 18 de marzo.

El Presidente Gabriel Boric le pidió a su gabinete salir a responder las críticas y falsedades que, a juicio del gobierno, surjan desde los candidatos presidenciales de oposición. Esa petición ha transformado a la vocera (S) Aisén Etcheverry en la principal contestataria de los tres abanderados de derecha. Y si bien el primer diseño de la Secom era enfocarse exclusivamente en Evelyn Matthei para forzarla a alejarse del centro, ahora último dieron un giro y concentrarán sus dardos en José Antonio Kast y Johannes Kaiser, a quienes ven como las cartas más competitivas del sector.


En La Moneda dicen que en febrero hubo un punto de quiebre que marcó un antes y un después respecto de cuál debía ser la actitud del gobierno con los candidatos de oposición en pleno año electoral. El hito tiene fecha y hora: las 9.18 del miércoles 26 de febrero.

A juicio del gobierno, ese día -el siguiente al apagón que dejó a oscuras desde Arica a Los Lagos- la abanderada presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei (UDI), cruzó una línea. “De seguro ahora, tras la supuesta indignación, vendrán las amenazas del Presidente con caducar permisos o concesiones, sin tener un mínimo de mea culpa por reducir e impedir las inversiones necesarias en infraestructura”, posteó Matthei en su cuenta de X.

En Palacio leyeron ese mensaje como una declaración de guerra que no tendría tregua ni siquiera con una emergencia nacional.

Esa misma mañana, en La Moneda se tomó una determinación y se le dio luz verde a la vocera (S) de gobierno, Aisén Etcheverry (FA), para que saliera con toda la artillería a responderle con dureza. Quien abrió los fuegos ese entonces fue el exsubsecretario del Interior Luis Cordero, y luego hizo lo propio el ministro de Energía, Diego Pardow (FA), quien pidió no instrumentalizar “un conflicto para fines electorales”.

Eso no fue suficiente, ya que la instrucción de Palacio fue salir a la ofensiva. Así, en una vocería que no estaba planificada -mientras bajaba por una de las escaleras de la sede de gobierno-, Etcheverry aprovechó para responder: “Llevamos meses viendo a la candidata Matthei publicando en redes sociales información que confunde. Lo que nos parece que no corresponde es utilizar el sufrimiento de las personas para tener réditos electorales. Esperamos que los sesgos ideológicos de la candidata Matthei no le impidan ver que aquí hay que investigar y hacer valer la responsabilidad de las empresas”, afirmó categórica la ministra.

AYSEN ETCHEVERRY, MINISTRA (S) DE LA SECRETARÍA GENERAL DE GOBIERNO

El episodio ocurrió hace justo un mes y la situación no ha cambiado. De hecho, se ha ido profundizando y tiene posicionada a Matthei como el principal blanco de críticas del gobierno.

Cuando La Moneda celebró su tercer aniversario de gobierno, los equipos de Palacio no solo diseñaron lo que será el último año del Presidente Gabriel Boric, sino que también pusieron sobre la mesa algunas definiciones estratégicas sobre cómo navegará el Ejecutivo en este año electoral.

Fue el propio Presidente Boric, según fuentes de gobierno, quien bajó la primera línea. Quienes han estado al tanto de este tema dicen que el Mandatario le pidió a su equipo que saliera a responder las inexactitudes, imprecisiones o mentiras que digan los candidatos. Esto, agregan, porque Boric piensa que este 2025 el debate público se llenará de información errónea sobre los resultados del gobierno, y su determinación es salir a contrastar con datos para defender los aspectos en los cuales, pese a las críticas de la oposición, el gobierno sí tiene cosas que lucir y destacar.

Evelyn Matthei encabeza la presentacion de sus equipos programaticos

El encargo cayó en manos de Etcheverry. En el comité político comentan que su perfil y estilo han incidido en el tipo de respuestas que entrega el gobierno a los candidatos de oposición. Si la titular de la Segegob, Camila Vallejo (PC), era conocida por sus vocerías con tono más político, a Etcheverry sus pares le reconocen que desembarcó como subrogante con el método de una mujer que proviene del mundo de las ciencias. Eso, dicen quienes han trabajado con ella, se traduce en la preponderancia que les da a las cifras y a los datos.

Primero Matthei, ahora los K-K

La petición de Boric explica el historial de dimes y diretes entre casi todos los miembros del gabinete y Matthei, los cuales incluso han sido protagonizados por él mismo. La escena más evidente se dio en el acto por la reforma previsional -el 20 de marzo-, cuando disparó un dardo directo a la exalcaldesa: “Había una ministra hace un tiempo que decía que no podía llegar a los $ 250 mil de sueldo mínimo, que eso era una muy mala idea. Averigüen qué ministra era. Y hoy día estamos en los $ 510 mil”.

Cuando la exalcaldesa de Providencia dijo en entrevista con La Tercera -el 2 de marzo- que en el gobierno hay “gente inepta” y criticó la gestión, fueron tres los ministros que respondieron. La titular de Trabajo, Jeannette Jara (PC), le dijo que quiere gobernar Chile con la realidad de Providencia; el ministro de Hacienda, Mario Marcel, refutó sus críticas económicas y le pidió “una política más centrada en la evidencia, más que en los prejuicios o en la imaginación”, y Etcheverry cerró diciendo que su candidatura se basa en “diagnósticos errados”.

Tres días después, cuando Matthei lanzó su idea de construir cárceles en el desierto, el ministro de Justicia, Jaime Gajardo (PC), salió a atajarla y le dijo que las cárceles de Alto Hospicio o de Antofagasta no son penales “que estén precisamente en un bosque”. Y luego calificó la idea de Matthei como una propuesta “rimbombante y para la galería”.

El 13 de marzo, la exalcaldesa dijo estar abierta a la pena de muerte y la camotera llegó de inmediato. Etcheverry, quien se ha transformado en su principal contradictora, la retrucó. Le pidió parar “las improvisaciones” y la invitó a “basarse en evidencia” y a “asesorarse por expertos y técnicos que sepan de esta materia”. Jara también le ha enrostrado el silencio que tuvo Matthei para la reforma previsional. “No sabemos si en pensiones quería ayudar, quería que el proyecto avanzara o quería que el proyecto se cayera”, comentó la ministra. Y como la petición de defender al gobierno de los ataques de los candidatos tuvo su origen desde el propio Jefe de Estado, los dardos han venido de todo el gabinete.

El ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), por ejemplo, le dijo que “critica mucho todo, pero me gustaría ver qué propone para enfrentar los campamentos”. Y el titular de Economía, Nicolás Grau (FA), ha refutado a la carta de Chile Vamos sobre todo en lo que tiene que ver con cifras económicas y de empleo.

Poner a Matthei en la mira y dejar en segundo plano a los otros contendores de derecha -José Antonio Kast (P. Republicano) y Johannes Kaiser (P. Libertario)- es una decisión política de La Moneda. Esa determinación se remite a diciembre de 2024. Ese fue el mes en que Matthei renunció a la Municipalidad de Providencia y cambió la investidura de alcaldesa por el traje de candidata presidencial. Fue ahí cuando La Moneda decidió poner las luces sobre la exjefa comunal.

José Antonio Kast - Johannes Kaiser

Los números que manejan en la Secretaría de Comunicaciones (Secom) son monitoreados de cerca por el director, Pablo Paredes (FA), y su jefe de estudios, Claudio Villegas. Esos sondeos muestran que Kast y Kaiser tienen techo, y que si bien el diputado libertario le roba adhesión y apoyo a Matthei, es la exalcaldesa de Providencia la que tiene la cancha más abierta para seguir creciendo. La Secom sabe que el dilema de Matthei es mostrarse más dura para no perder el flanco derecho, pero con cautela, para no descuidar el centro, donde tiene buen espacio para capitalizar. Los análisis de la Secom, además, mostraban que cada vez que Matthei tenía que criticar o responderle al gobierno, su figura se movía hacia la derecha, una dinámica que a la larga la hacía arriesgar sus votantes de centro.

Pese a que el diseño inicial implicaba invisibilizar a Kast y Kaiser para no levantarlos ni tampoco ser eco de sus dichos estridentes, ahora en el gobierno dicen que desde esta semana dieron un giro, lo que responde a lo que identifican como un debilitamiento de la exalcaldesa. El análisis electoral que hace La Moneda es que el republicano y el libertario avanzan más rápido y terminarán desplazando a Matthei. Esa es la razón que explica que, hace una semana, la vocera Etcheverry tenga intervenciones en que solo se refiere a Kast y Kaiser y esté dejando fuera de sus alocuciones a Matthei.

La obstinación del gobierno por la exalcaldesa y por involucrarse en la carrera presidencial mantiene vivas las críticas de la oposición en contra del Mandatario. Esos reproches tuvieron un nuevo ingrediente cuando el miércoles desde Chile Vamos, en especial Evópoli, se acusó al ministro del Interior, Álvaro Elizalde (PS), de haber estado detrás de la elección de Manuel José Ossandón (RN) como presidente del Senado, lo que provocó un duro golpe y división en la derecha.

Para varios en Chile Vamos el gobierno tenía interés en dañar al sector, sabiendo que a largo plazo podría tener efectos en la campaña presidencial. Sin embargo, Elizalde no se involucró en esa escaramuza liderada por Ossandón. Para varios senadores opositores, Elizalde apostaba por la opción que generara mayor entendimiento y diálogo, por lo que interpretaban que La Moneda se inclinaba por Felipe Kast (Evópoli). De hecho, la ministra Segpres, Macarena Lobos, comentó que en esta disputa el gobierno era neutral. Finalmente, lo cierto es que Ossandón movió personalmente las piezas para lograr su cometido y encontró en la senadora Paulina Vodanovic (PS) la principal aliada para conseguir los votos del oficialismo que sellaron su holgado triunfo.

Un gabinete y tres candidatos

Con las primarias oficialistas a la vuelta de la esquina -la fecha legal es el 29 de junio-, el gabinete de Boric prontamente se dividirá en tres. Habrá ministros que apoyarán a la exministra del Interior Carolina Tohá (PPD), otros que lo harán por el diputado Gonzalo Winter cuando el Frente Amplio (FA) -posiblemente- lo defina como su abanderado, y también existirá otro grupo de secretarios de Estado que respaldarán a Jara en caso de que el PC termine proclamándola.

En mandatos anteriores, los jefes de Estado han optado por la paz en sus huestes. Por eso hay ejemplos como el del expresidente Sebastián Piñera, quien para la primaria de 2021 le pidió prescindencia a todo su gabinete. Su objetivo era evitar una guerra al interior de sus propios equipos, los que se dividían entre quienes apoyaban al exalcalde Joaquín Lavín (UDI) y al actual alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel.

Fuentes del gabinete dicen que por el momento el Presidente le ha pedido a su gabinete evitar el síndrome del pato cojo y trabajar para consolidar “la estabilidad económica y la seguridad pública”, pero nada ha dicho sobre las disputas electorales al interior de la alianza de gobierno. Elizalde, a su vez, ha transmitido al gabinete que el Ejecutivo va a estar concentrado en gobernar hasta el último día del mandato presidencial.

Boric ha optado por darles libertad a sus ministros para que participen en las instancias de sus respectivos partidos. Por ejemplo, han sido varios los ministros y subsecretarios que han sido parte del debate del comité central del FA, la instancia donde se ha discutido quién debe asumir la posta presidencial.

Lo mismo ocurre con los comunistas. Para nadie es una sorpresa que el ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), sea de los principales escuderos de Jara, o que la ministra Vallejo, desde su posnatal, sea la pieza clave que articula la operación de los comunistas del gobierno que están en plena batalla interna para conseguir que el timonel del PC, Lautaro Carmona, termine dándole la espalda al exalcalde Daniel Jadue y abra el camino para proclamar a Jara.

Promulgación de reforma previsional

El favoritismo del gobierno por Jara es evidente y no ha estado exento de fuego amigo. Tanto así que esta misma semana Jara tuvo un duro round con su excompañera de gabinete, la exministra Tohá, luego de que la pepedé vetara a Jadue de la primaria oficialista. Esa dinámica ha llevado directamente hasta el despacho presidencial las críticas de la derecha, que acusan que la ministra está usando al Ejecutivo para hacer su precampaña presidencial. Jara bailando cumbia en el acto de la reforma previsional, su despliegue por los matinales explicando los cambios en las pensiones y su gira por Concepción y Copiapó ya están empezando a hacer ruido.

Y no solo en la oposición. En la propia alianza de gobierno han salido voces que presionan por su pronta renuncia. Pero el gobierno se defiende y dice que ella es la titular de Trabajo y es su rol explicar el inicio de la reforma y su implementación. Si bien ella es de la idea de que apenas sea ratificada por su partido abandonará el gabinete, eso no ocurrirá en el corto plazo, ya que Carmona ha dilatado esa decisión lo máximo posible.

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