Leonardo Cubillos, presidente del Partido Radical: “Si tenemos un mal resultado en las elecciones, se hipoteca la gestión futura (del gobierno)”
El dirigente del Socialismo Democrático reconoce que es factible que el oficialismo obtenga un bajo desempeño electoral en los comicios de consejeros constitucionales del próximo 7 de mayo. "Lo que está en juego es el modelo de Constitución que queremos instalar como centroizquierda", dice. Así, advierte que, de sumar una nueva derrota, el escenario se pone cuesta arriba para el sector y a la eventual continuidad de otro gobierno afín a la izquierda.
Pese a que el oficialismo compite en dos pactos electorales (Unidad para Chile y Todo por Chile), según el presidente de los radicales (PR), Leonardo Cubillos, hay algo que comparten: la cautela respecto a los resultados del próximo 7 de mayo. El avance del Partido Republicano, que se evidenció durante la campaña, mantiene en alerta al dirigente de una de las coaliciones de gobierno. “Republicanos está en una actitud de boicotear el proceso, porque si ellos obtienen una mayoría, no va a existir nueva Constitución, al menos no a la que aspiran la mayoría de los chilenos y chilenas”, asegura.
¿Qué se juega tanto el gobierno del Presidente Boric como el oficialismo en la elección del 7 de mayo? Hay proyecciones desalentadoras en el sector respecto de los resultados.
El ambiente electoral está sumamente líquido y cualquier proyección seria que pueda realizarse de un proceso electoral de esta naturaleza, hoy, con voto obligatorio, siempre va a estar sujeta a dudas, al ser el primer proceso de esas características. Por lo tanto, creo que cualquier proyección no da certezas absolutas. Pero sí hay un ambiente que yo comparto, que es con resultados electorales para nuestro sector muy conservadores. El hecho de que no logremos al menos los 2/5 nos pone en peligro de ser meros observadores del proceso y lo que está en juego es el modelo de Constitución que queremos instalar como centroizquierda, fortaleciendo mucho los derechos sociales, con un sistema político mucho más eficiente. En cuanto a capital político, claramente se hipotecan las posibilidades de ser alternativa de gobierno. Si bien faltan tres años y queda por avanzar en el programa transformador del actual gobierno, está el peligro de un péndulo que va hacia una derecha populista, conservadora, reaccionaria, que no le va a hacer bien a Chile. Lo peor que podemos hacer es convertir en un paréntesis este gobierno y dar paso a una administración de esa naturaleza, porque claramente va a borrar con el codo todos los avances que podamos realizar en este período.
Más allá de la composición del Consejo Constitucional, algunos han planteado que se disputa la hegemonía política.
Es que con esa hipótesis, tendríamos perdidas todas las elecciones por el resultado del plebiscito (del 4 de septiembre). Los resultados electorales son fotos del momento. Y lo que hay que evitar es que este proceso se desnaturalice y no se convierta en una evaluación del gobierno, que no se convierta en un nuevo plebiscito, sino que se circunscriba a escoger consejeros constitucionales. Republicanos está en una actitud de boicotear el proceso, porque si ellos obtienen una mayoría, no va a existir nueva Constitución, al menos no a la que aspiran la mayoría de los chilenos y chilenas. Más que generar una brújula del punto de vista político de las mayorías, o el predominio de cierta ideología, creo que cada elección tiene su afán. Pero vuelvo a insistir, con un mal resultado en las elecciones, se hipoteca la gestión futura (del gobierno). Sin embargo, tampoco nos podemos tomar (los resultados) como que acá se perdió todo y nos vamos para la casa.
¿El oficialismo -que hoy compite en dos listas- debería actuar coordinadamente en el órgano constitucional?
El origen de los dos pactos electorales apuntó a buscar un voto desilusionado, a tratar de cautivar un voto de centroizquierda que habíamos perdido (...). Si no obtenemos los resultados mínimos esperados, la primera lógica es actuar en conjunto aquellos temas que nos representen como sector. Pero como hemos demostrado en este período, ambas coaliciones tienen diferencias y no reconocerlo es un artificio.
En la jornada de trabajo en Cerro Castillo el Presidente Boric insistió en la unidad. ¿Funciona la idea de una alianza de gobierno, o es un modelo de coordinación que debiese desecharse?
Yo parto de la tesis de que, efectivamente, somos dos coaliciones: una de origen, del Presidente Boric, y una segunda coalición que se sumó en segunda vuelta a aportar, desde la óptica de la centroizquierda (...). Yo no sé si estará aplicándose la tesis de los anillos, desconozco aquello, pero lo que sí uno debe reconocer, porque es un hecho constatado, es que la coordinación de la alianza no ha sido tan fluida como uno esperaría. Quizás han influido estos procesos electorales en los que nos hemos visto involucrados. Han existido muy pocas reuniones, la misma presidenta del PS se molestó en un momento por el poco eco que tenían sus citas. Quedan tres años de gestión y va a ser difícil hacer desaparecer los límites que enmarcan a cada coalición mientras no se superen desconfianzas.
¿Pero es la alianza el modelo de coordinación más adecuado?
Independiente de la denominación, o el título de la canción, son muy importantes las notas que la componen. Y si las notas no generan armonía, claramente va a haber dificultades en que esa canción tenga una buena recepción.
Seguridad, por ejemplo, ha sido un “parteaguas” entre coaliciones.
Creo que fue acertado que la política de seguridad pública se constituya como una política de Estado. Desafortunado que se reaccione a la contingencia para tomar conciencia de estos problemas, pero el Presidente tomó las riendas del problema. Cuando se habla de seguridad, se fortalece la seguridad pública, pero también se restringen derechos de las personas y tenemos que estar dispuestos a ver hasta dónde podemos restringir los derechos de las personas para asegurar un bien colectivo (...). Todos los sectores políticos tenemos que asumir responsabilidad en esa discusión. El llamado que hizo el senador del PC Daniel Núñez, de que acá no hay un “cheque en blanco” para seguridad, y condicionar el apoyo al gobierno, no le hace bien a Chile.
El PR tiene consejo durante el fin de semana. ¿Qué proyecciones tienen?
El partido quiere tener una mayor incidencia en el gobierno y eso ha sido parte de lo que hemos pedido. Tanto incidencia técnica como generación de políticas públicas, una incidencia sectorial y una incidencia territorial, la presencia del partido a lo largo del país. Esos temas serán abordados.
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