Listas de Hutt y Santa Cruz acuerdan directiva de transición para concluir proceso electoral de Evópoli

A través de una declaración conjunta, los candidatos para liderar Evópoli acordaron solicitar una directiva de transición, con el objetivo de concluir el proceso electoral de la nueva dirección del partido que estará a cargo del mismo en el próximo periodo.

La declaración, firmada por Gloria Hutt, actual presidenta de Evópoli y exministra de Transportes, quien lidera la lista “Mérito”; y Juan Manuel Santa Cruz, exdirector del Sence, quien encabeza la lista “Unidad”, propone a la militancia solicitar a la Directiva Nacional que gestione reemplazos en su conformación.

En detalle, buscan que Paulina Monti asuma como secretaria general, Carolina Contreras, como primera vicepresidenta, Cristian Larraín como segundo vicepresidente, Felipe Parot como tercer vicepresidente, José Tomás Méndez, como cuarto vicepresidente y Lorena Recabarren, como quinta vicepresidenta. Todas ellos -aseguran- son personas “con experiencia en procesos institucionales de este tipo, especialmente en el Tribunal Supremo del partido”.

Además, solicitan “la realización de una auditoría externa por parte de una empresa de reconocido prestigio, que determine las causas de los problemas experimentados y las eventuales responsabilidades”, a propósito de las dificultades que presentó el proceso electoral.

Finalmente, piden que sus propuestas sean acogidas “por los órganos que representan a la militancia, y sea ratificada por la Comisión Política de hoy martes 17 de diciembre 2024, y su mandato sea prorrogado en el Consejo General de mañana miércoles 18 de diciembre 2024″.

Al respecto, desde el entorno de la líder de la colectividad, aseguran que seguira encabezando un nuevo equipo hasta fines de enero para asegurar la marcha de la elección y que la conformación de vicepresidencias incluye a exmiembros del Tribunal Supremo.

Tanto Hutt como Santa Cruz manifestaron que sus solicitudes obedecen a “que la votación de elección interna se ha dejado sin efecto y necesita realizarse nuevamente”, además, plantaron que “para realizar esa nueva votación, necesariamente debe existir un Tribunal Supremo y una Directiva Nacional”.

Con ello, expusieron que “la actual Directiva Nacional cesa su mandato -ya extendido- el 2 de enero de 2025″ y que “la nueva votación no es factible de realizar antes de la fecha de término de la Directiva, por lo cual es indispensable generar un mecanismo de continuidad, que además garantice que el próximo proceso sea exitoso”.