Los votos imposibles y difíciles que tendrá que buscar el gobierno por estado de excepción en el sur
A pesar de que la derecha reaccionó con reparos ante el anuncio del gobierno de extender la presencia militar en La Araucanía y el Biobío, las principales dudas están en los grupos políticos aliados del Presidente. Hay al menos cinco diputadas del PC, el PS y Frente Amplio que no apoyarán la medida y otros trece legisladores oficialistas con visiones disidentes. En el Senado, en tanto, la principal detractora es Fabiola Campillai.
Un pronóstico de marejadas también dentro del Congreso maneja el gobierno para el próximo miércoles 29 de junio, cuando las salas de la Cámara y el Senado deban pronunciarse nuevamente sobre la prórroga del estado de excepción constitucional de emergencia en La Araucanía y el Biobío.
Si bien hasta el momento el Presidente Gabriel Boric contaría con los votos para extender esta disposición por 15 días más -que permite que fuerzas militares resguarden la seguridad y el orden público-, según el análisis del mismo Ejecutivo los ministros que viajarán a Valparaíso no tendrán una tarea fácil para tratar de alinear al oficialismo, especialmente en la Cámara de Diputadas y Diputados.
El 14 de junio pasado, dentro de los grupos oficialistas, solo la mitad de los integrantes de la bancada del Frente Amplio (10 de 20 diputados) se apersonó ese día en la sala para apoyar la primera prórroga que el Presidente Boric solicitaba al Congreso. Dentro de la otra mitad hubo ausencias (algunas justificadas por licencias médicas como el caso de Camila Rojas y Maite Orsini), también abstenciones y un voto en contra.
En el caso del comité PC-Frevs-Independientes no acompañaron la propuesta presidencial seis legisladores por razones variadas. Mientras que en el PS hubo una disidencia y en el comité del PPD-Independientes dos detractores y una ausencia. La única bancada oficialista que tuvo un alineamiento completo detrás del estado de excepción fue el grupo compuesto por liberales y radicales.
Aunque los votos de derecha -que mayoritariamente estarían a favor-, más el Partido de la Gente (PDG) y la DC le dan un piso al gobierno para no sufrir una derrota, la tensión y las disidencias dentro del oficialismo son los factores que dificultarán más la tramitación.
Según el análisis que existe en las fuerzas afines al Ejecutivo, dentro de la Cámara hay cinco legisladoras con un rechazo tajante, que es casi imposible que cambien su postura. Se trata de las diputadas comunistas Lorena Pizarro y María Candelaria Acevedo (ambas víctimas de violaciones a los DD.HH. en dictadura). También hay dos diputadas del Frente Amplio que representan a La Araucanía, cuyo rechazo se da por descontado: Clara Sagardía (indep- Convergencia Social) y Ericka Ñanco (RD y descendiente mapuche). En el PS, el único voto divergente es Emilia Nuyado, también mapuche y representante de Los Lagos.
“Los estados de excepción no van en la línea de generar diálogo, no son la solución a un conflicto histórico. No queremos estado de excepción, queremos diálogo sobre todas las cosas”, señaló la diputada Ñanco (RD).
A ellas se suman otros 13 disidentes, que cuestionan los estados de excepción, al menos tal como los propone el Presidente. Ellos, sin embargo, figuran en una posición un poco más flexible. Se trata de los comunistas Marisela Santibáñez (quien votó a favor la última vez), Carmen Hertz (también víctima de la dictadura, que se ausentó por razones de salud) y Matías Ramírez (quien tampoco se presentó a esa sesión). Además hay dos independientes del comité PC-Frevs, Ana María Gazmuri y Tomás Hirsch, quienes se abstuvieron el 14 de junio.
El diputado Ramírez (PC), sin anticipar su voto, comentó que los estados de excepción deben entenderse como medidas provisorias y agregó que es prioritario avanzar en reformas, por ejemplo, a la Ley de Inteligencia. “Cualquier análisis requiere conocer los antecedentes que tiene el gobierno para analizar su prórroga. Es indispensable saber si los hechos que revisten el carácter de delito han disminuido en la zona y particularmente la implementación del Plan Buen Vivir”.
En tanto, en el Frente Amplio hay seis votos en duda: los RD Jorge Brito y Andrés Giordano; la militante de Comunes, Claudia Mix; y las independientes Mercedes Bulnes, Marcela Riquelme y Lorena Fries. Todos ellos se abstuvieron la última vez, salvo Fries, quien no concurrió a votar.
“Renovar el estado de emergencia y encargar a los militares el control de los asuntos policiales es una mala política. En este sentido, reitero que el tema debe tratarse como un problema policial y no un problema de seguridad nacional”, dijo la diputada Bulnes (indep. RD).
En el comité independiente-PPD, el diputado Jaime Araya es el mayor crítico. Votó en contra la vez pasada, pero por razones distintas. Él se opone a que se trate de un estado de excepción acotado y, tras el anuncio, informó que mantiene la misma postura. El otro disidente en esa bancada es Carlos Bianchi, quien, en rigor, no es un parlamentario oficialista, pues es parte del grupo PPD por razones administrativas en calidad de independiente.
En el caso del Senado, el panorama aparentemente es menos complejo para el gobierno. No obstante, la vez pasada, algunos senadores socialistas, como Alfonso de Urresti y Fidel Espinoza, aprovecharon de criticar al ministro Giorgio Jackson a pesar de dar su voto a favor.
En la Cámara Alta, la principal detractora es la senadora Fabiola Camplillai. No obstante, las bancadas oficialistas (incluyendo a los dos senadores PC) aprobaron la prórroga. También se abstuvieron con argumentos distintos Yasna Provoste (DC) y José Durana (UDI).
Advertencia opositora
En la oposición, en tanto, mayoritariamente habrá votos a favor para mantener la presencia militar, según adelantan legisladores de Chile Vamos.
No obstante, dentro de la estrategia que seguirá la derecha existe el ánimo de subir las exigencias al gobierno y criticar con mayor dureza incoherencias y la falta de disciplina de legisladores oficialistas.
“Nos parece del todo necesario analizar nuestra próxima votación de una manera mucho más detenida que la vez anterior, evitando así que el gobierno siga creyendo que el Congreso Nacional actúa como un buzón legislativo, pero principalmente como una forma de advertirle al Ejecutivo que si no logran alinear a sus propios diputados cuando se trate de iniciativas de exclusiva responsabilidad del Presidente de la República, no necesariamente podrán contar con el subsidio de la oposición”, dice un documento interno de los diputados de la UDI
“Si la violencia en La Araucanía no es acotada, ¿por qué la respuesta del Estado tiene que ser acotada?”, dijo el jefe de la bancada gremialista en la Cámara, Jorge Alessandri.
“Que el gobierno no pretenda seguir contando con nuestros votos si no ordena al PC y al Frente Amplio”, comentó el jefe de senadores UDI, Iván Moreira.
“Esperamos que el estado de excepción no sea acotado”, añadió el diputado RN Miguel Mellado, mientras que su par de partido, Jorge Rathgeb, precisó que igualmente apoyarán la prórroga a pesar de los reparos a la fórmula restringida que ha usado La Moneda para disponer la fuerza militar.
La senadora y subjefa del comité RN-independiente, Carmen Gloria Aravena, dijo que respaldará la solicitud presidencial. Incluso agregó que “este estado de excepción acotado ya no es tal. El gobierno ha comprendido que no solo hay que cuidar la Ruta 5 Sur o las rutas principales. Estuve en zonas rurales y hay presencia de militares y carabineros bastante evidente. Hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien”.
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