Luciano Cruz-Coke: “Es mucho más difícil administrar una posición exitosa como la de Matthei”
El senador de Evópoli reconoce que la pasada fue una semana horribilis para la abanderada de Chile Vamos, pero que ahora, con el nombramiento de Diego Paulsen como su jefe de campaña, se inicia una nueva etapa. “La campaña debe salir del círculo más cercano que acompañaba a Evelyn en el municipio”, asegura.

No esconde que estuvo siempre en contra de la idea de hacer primarias acotadas en Chile Vamos y asegura que solo se mostró disponible a participar porque es disciplinado. El senador de Evópoli Luciano Cruz-Coke aborda el fallido intento de armar elecciones exprés en la coalición opositora y asegura que eso no le perjudicará a la abanderada Evelyn Matthei.
El parlamentario, eso sí, reconoce que fue una semana horribilis y que ahora deben dar vuelta la página. A su juicio, eso lo conseguirán con el nombramiento de Diego Paulsen como jefe de campaña, la conformación de los equipos que faltan y cerrando una buena lista parlamentaria.
Además, identifica a Carolina Tohá como la carta “más peligrosa” para Matthei.
Esta semana Evelyn Matthei despejó que no habrá primarias luego de varios vaivenes. ¿Qué le pareció la definición?
Me pareció una muy buena definición. Yo siempre me opuse a la pésima idea de una primaria por dos razones: con voto obligatorio, cuando tienes 15 millones de votantes con 85% de participación, las primarias no definen nada. En la elección anterior, con Lavín versus Sichel, vimos que las primarias no sirvieron para nada. Me alegro finalmente de que Evelyn Matthei haya cortado por definir que no va a haber primarias inútiles.
Si le pareció tan mala idea, ¿por qué aceptó subirse a las primarias?
Yo siempre he estado a disposición de que la centroderecha esté unida. Y había voces que apostaban razonablemente a que las primarias legales daban una vitrina, sobre todo televisiva (...). Pero lo que termina pasando en primarias con voto voluntario es que te arriesgas a que vaya muy poca gente a votar, te arriesgas a sacarte los ojos y nosotros no somos particularmente buenos como sector para las primarias, ya lo vimos en el caso de Ossandón versus Piñera. Además, tenemos una mentalidad menos ordenada que la izquierda en términos de ponernos detrás de quien gane.
¿Y cuándo se convenció? ¿Fue Evelyn Matthei la que lo persuadió?
Yo trato de ser un militante súper ordenado y funciono sobre la base de instituciones, funciono a través del presidente de mi partido y sí converso seguidamente con Evelyn Matthei, pero de distintos temas. Claramente la semana anterior fue una pésima semana para Chile Vamos y para la campaña. No lo dudamos. Pero es que es mucho más difícil administrar una posición exitosa como la de Matthei que administrar el problema enorme que tienen en la izquierda, que no marcan con sus candidatos poco competitivos.
Estos vaivenes dejaron al descubierto la falta de liderazgo que hay en el sector al demorarse en zanjar una decisión. ¿Cuánto daño le hace eso a la candidata?
Esto va formar parte del anecdotario político y la próxima semana se olvida. Todo el mundo se alegra cuando llueve en la vereda del frente, pero durante los próximos dos meses vamos a ver una primaria poco competitiva, con candidatos que no marcan, diferenciándose lo más posible del gobierno que, en general, tiene poco que mostrar. Eso les va a pesar más que este traspié que va a pasar a ser parte de un anecdotario en el cual hubo la idea de hacer una primaria que finalmente no flotó.
¿Qué tanto le perjudica a Matthei no tener primarias frente al cuadro que se está armando en la izquierda?
Es puro beneficio por varias razones. Primero, porque existen diferentes plataformas. Y no existiendo una primaria de derecha, naturalmente que la atención va a estar siempre fijada en quién tiene las mayores posibilidades de ganar, y Evelyn es por lejos la candidata más competitiva del sector. Hay que enfocarnos en bajar programáticamente los ejes de nuestra campaña, en tener una estrategia política, cerrar la lista parlamentaria y dejar que ellos se saquen los ojos en las primarias de la izquierda. Y con Paulsen se inicia una nueva etapa de campaña.
En general, ha habido una valoración transversal respecto de la figura de Paulsen, pero igual hay quienes transmiten en privado que quizás falta tonelaje político.
Diego es una persona muy sagaz políticamente y también es una muestra de renovación de cuadros. A mí me gusta la idea de renovación de cuadros. Nosotros tenemos el deber de meter también a una generación que tenga entre 25 y 35 años, y no exclusivamente los que ya estamos en la de los 50, los que están en los 70.

¿Qué rol va a cumplir usted en la campaña?
Yo soy un soldado raso, a mí me mandan y yo voy. Yo soy muy disciplinado en eso. ¿Y sabe por qué? Porque creo que los partidos tienen un rol. Creo que nos hemos dado varios gustitos personales que no debimos habernos dado.
¿Lo dice por las presiones de Rodolfo Carter, que recalcó una y otra vez que si no había primarias iba al Senado por republicanos, o por Francisco Chahuán?
Yo no voy a apuntar con el dedo a personas en particular, tengo la mejor opinión de Rodolfo Carter, hablé con él, creo que va a ser un excelente senador, no lo veo en republicanos, que es un sector muy conservador y él es un liberal.
¿Cree que hay margen todavía para que se quede en Chile Vamos?
Yo creo que sí. Nosotros le hemos hablado desde Evópoli, señalándole que nos gustaría mucho que fuera senador por Valparaíso. Yo mismo hablé con él. Él siente que no ha sido bien tratado por algunos sectores y eso se afirma en ciertos hechos. Yo no lo veo en una coalición conservadora siendo él una persona liberal y que siempre se ha sentido orgulloso de ese perfil.
¿Espera que ahora, con jefe de campaña y la articulación de las vocerías, las intervenciones de la candidata sean más estratégicas?
Es complejo administrar una campaña con una persona que ha sido exministra, exalcaldesa, exdiputada y exsenadora. Evelyn Matthei es una de las personas más capacitadas en términos políticos por su experiencia…
Pero en la confianza está el peligro.
Por lo mismo, la campaña debe dejar de estar exclusivamente en el círculo más cercano que acompañaba a Evelyn en el municipio y comenzar a pasar por el filtro de los partidos, del jefe de campaña. Hay que acompañar a Evelyn, que ha estado, hasta hoy, a punta de ñeque y de muñeca propia, sacando la campaña adelante.
Usted, y particularmente Evópoli, ¿qué evaluación tiene de los dichos de Matthei sobre el Golpe de Estado?
A mí me parece un poco absurdo a esta altura del partido, con el recorrido que tiene Evelyn Matthei y con las muestras permanentes que ha dado de jamás justificar las violaciones a los DD.HH., que se ponga en disputa la idea de que ella podría haberlas avalado. Estamos de acuerdo en que la cuña pudo ser mejor, pero no estoy de acuerdo en que se ponga en duda el talante democrático de Evelyn Matthei.

Usted decía que administrar el éxito es más complejo, ¿cómo evitar que se termine desgastando su candidatura frente a otros candidatos de derecha, o que la izquierda tome ventaja?
El voto obligatorio en sí mismo es una reforma electoral. Está visto, y eso se demostró en los procesos constitucionales, entre otros, que el voto obligatorio lleva a la ciudadanía a posiciones de mayor moderación, de mayor sentido común, porque el voto voluntario lo que hace es movilizar a aquellos sectores que en general están más politizados. No veo hoy la posibilidad de que José Antonio Kast o Johannes Kaiser puedan obtener el 50 + 1. La ciudadanía está pidiendo a gritos experiencia, capacidad de gobierno (...). Y, sin duda, la única que lo puede mostrar con fuerza es Evelyn Matthei. En ese mismo sentido, viendo la primaria del otro lado, la única candidata que me parece que es más competitiva y, por ende, más peligrosa es Carolina Tohá.
¿Por qué Tohá es más peligrosa?
Porque evidentemente el Socialismo Democrático tuvo elementos que ofrecer y ha tratado de articular y reparar a un pésimo gobierno del Frente Amplio, y de corregir las sandeces, las niñerías del Frente Amplio.
¿Cree que Kast y Kaiser son figuras que tienen techo?
Con el voto obligatorio es muy difícil que se repitan fenómenos como el de Boric.
El jefe de campaña de Kaiser, Cristián Labbé, planteó que una de las razones para no pactar con ustedes pasa porque -a su juicio- Chile Vamos ya no es de derecha, que cruzaron el río con la reforma previsional.
¿Se ha fijado usted que tanto Kast como Kaiser dejaron de hablar de la reforma previsional? No han hablado. ¿Y sabe por qué? Porque cuando salgan a la calle, van a tener que decirle a la ciudadanía, en campaña, que votaron en contra. Dejaron de hablar de eso porque no les conviene, porque fueron tremendamente arteros al criticar una buena reforma previsional solo con el objetivo de tratar de agudizar las diferencias con Evelyn Matthei. Es una muy buena reforma de pensiones y la vamos a defender, porque también creemos que hay un valor en esos acuerdos de largo plazo.
Ellos cuestionan que hayan cedido en una reforma estructural que dio aire al gobierno.
Por eso acá hay diferencias respecto de quienes han gobernado y de quienes no han gobernado, de quienes han administrado y quienes no han administrado. A menos que tengamos una amplia mayoría en el Congreso, tú tienes necesariamente que buscar acuerdos.
Si ustedes llegan a ganar, ¿los sumarían al gobierno, es de la idea de incluirlos o no?
Ellos han sido enfáticos en que se quieren diferenciar de Chile Vamos, que la reforma de pensiones marca un antes y un después. Veremos si ellos tienen ganas de sumarse.
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