Marco Velarde, presidente de Comunes: “Si decanta en un órgano mixto tenemos que validar con el partido si concurrimos a la firma del acuerdo”

Marco Velarde Comunes

El timonel oficialista advierte que una nueva Carta Magna redactada por un órgano mixto, a futuro, podría generar los mismos problemas de legitimidad que la Constitución de 1980. Por esa razón, pone en duda si su colectividad pondrá o no su rúbrica.


Con las negociaciones constitucionales radicadas -principalmente- en los timoneles de partidos definidos por cada bloque, algunas voces en el Parlamento ya comienzan a sincerar que no respaldarán una reforma constitucional que no implique un órgano 100% electo como redactor de una nueva Carta Magna. Ya lo planteó así el diputado PS Juan Santana, quien dijo que “no estoy por un acuerdo constituyente cuyo órgano no sea electo democráticamente en su totalidad. Se le va a hacer un grave daño al proceso si quienes redactan son designados a dedo”. Y durante esta jornada, se sumó a esas voces la parlamentaria de Comunes Claudia Mix.

En ese partido, su timonel, Marco Velarde -representado en la mesa por sus pares Diego Ibáñez (CS) y Juan Ignacio Latorre (RD)-, es crítico del curso de los últimos días de la negociación y advierte que no hay que claudicar en la idea de un órgano 100% electo. Así, dice que si se impone la fórmula mixta -según ha trascendido-, el partido deberá analizar la pertinencia de plasmar su firma en el pacto.

¿Cuál es su evaluación del curso que han tomado las conversaciones por el acuerdo?

El oficialismo ha mantenido una postura única en este proceso de negociación, que ha sido intentar que el órgano constituyente sea 100% electo. Todas las concesiones que se han hecho son para asegurar un proceso legítimo y democrático, pero que también dé seguridad a todos los actores políticos -como la derecha- de que el nuevo órgano constitucional va a obtener grandes acuerdos y va a contar con aprobación ciudadana. Pero es evidente que el oficialismo, en esta pasada ha cedido más en la mesa de negociación, acordando bases institucionales, árbitro, incluso estando dispuesto a que el texto pase por la aprobación del Congreso. La derecha se ha aprovechado del escenario político para incluso pedir un órgano mixto, que yo creo que no es lo que el país necesita para tener una nueva Constitución.

Algunos plantean que precisamente el oficialismo ha debido ceder más, porque su opción fue derrotada en el plebiscito.

Aquí quien perdió fue la democracia y la institucionalidad de Chile al no tener una nueva Constitución legítima. La Constitución de 1980 hoy no es legítima. Cuando uno piensa en un nuevo órgano, tiene que pensar también en la legitimidad de la Constitución futura. La nueva Constitución no solo tiene que resolver un problema presente, que es tener una nueva Constitución, sino que tiene que ser sostenible en el tiempo y un órgano mixto no lo asegura. No es baladí cuestionar el órgano mixto a propósito del problema de legitimidad en el futuro de un nuevo texto.

(Hasta el cierre de esta edición) Ya estaba más o menos resuelto que sería un órgano mixto y que el nudo está en la proporción entre expertos y representantes electos. ¿Cuáles son los reparos políticos respecto de esa fórmula?

Mis reparos principalmente son que estamos retrocediendo en democracia al validar las designaciones en política y restarles valor a la participación ciudadana y al voto de la gente para decidir cuestiones tan trascendentales como una Constitución. Desde Apruebo Dignidad tiene que llegar a un acuerdo, tenemos la obligación de tener una nueva Constitución, pero eso no obsta que nosotros no advirtamos las consecuencias que podría traer en el futuro tener una Constitución que sea escrita por actores designados.

Hay distintas voces -parlamentarios, principalmente- que han planteado que si se arriba a una fórmula mixta, no hay respaldo para los votos en el Congreso. Lo han dicho el diputado Juan Santana (PS) y la diputada de Comunes Claudia Mix. ¿En qué escenario se plantea Comunes si ese es el caso?

Lo primero es que nuestros negociadores han hecho todos los esfuerzos para que tengamos un órgano 100% electo y aquí la intransigencia de la derecha es la que no ha permitido avanzar hacia un órgano democrático. Es evidente que evaluamos el avance de las negociaciones permanentemente con las bases. Ante un escenario donde un órgano mixto está ganando preponderancia, si decanta así, tenemos que validar con el consejo general (del partido) si concurrimos a la firma de un acuerdo de esas características. Nuestro partido ha dicho innumerables veces que estamos por un órgano 100% electo, no porque nos estemos enamorando de la fórmula, sino que es la fórmula como se va a legitimar la discusión y la redacción.

¿Un eventual descuelgue del acuerdo constitucional no sería ir en contra de la voluntad del gobierno?

Como actores del oficialismo tenemos que ser responsables ante el escenario político y social, tenemos que tener una nueva Constitución que asegure estabilidad política y social, y tenemos que hacer carne el llamado del Presidente a llegar a un acuerdo. Hay que llegar a un acuerdo, pero hay que luchar hasta el final por tener un órgano electo.

¿Por qué cree que el Presidente ha insistido y se ha jugado su capital político -con distintas señales- por el órgano 100% electo?

El Presidente nos ha llamado a llegar a un acuerdo como una necesidad política. No podemos seguir con la incertidumbre sobre tener una nueva Constitución o no, porque no le hace bien al país. El Presidente va a validar el acuerdo al que se llegue y nosotros deberíamos estar en disposición a colaborar en llegar a que todas las partes tengamos un resultado después de estos tres meses de negociación. Asimismo, el Presidente también entiende el problema que se genera cuando abrimos a que personas designadas puedan escribir la nueva Constitución, porque piensa en el país. Un comentario aparte que me hago -a propósito del órgano que hemos propuesto- es que la derecha estuvo las primeras semanas de acuerdo con que hubiera un órgano 100% electo. ¿Por qué le tenemos miedo a que la gente pueda elegir quien redacte la nueva Constitución? ¿Acaso será que tiene miedo de perder frente a partidos nuevos que asoman por la derecha? Cada partido corre el riesgo de ir a elecciones. Nosotros estamos en democracia para no reemplazarla ni tutelarla.

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