Matthei pide reunión a Macaya en medio de tensión por carrera presidencial: “No merezco ser tratada como me han tratado”

“La última palabra la tiene el consejo general de la UDI. Estamos viviendo momentos muy difíciles y definiremos quién es el mejor candidato que enfrenta a la izquierda”.

Con esas palabras abordó hace algunos días la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, la decisión de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de competir en las primarias presidenciales de Chile Vamos.

En la UDI han planteado que, hasta ahora, lo más probable es que la definición respecto de llevar uno o dos candidatos a la elección presidencial la zanje el consejo general del partido -que se realizará el próximo 17 de mayo- y que, en caso de que esa instancia opte por llevar un solo nombre, los 488 consejeros deberán elegir entre Matthei o el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín.

“No necesitamos que ningún candidato diga que va a la primaria, porque esa es una decisión política del partido”, advirtió esta semana el presidente de la colectividad, Javier Macaya, advirtiendo las tensión que generó la declaración de Matthei.

Además, la tensión ha ido aumentando luego que una gran cantidad de dirigentes -como los presidentes regionales y 21 diputados de la colectividad- hayan tomado postura presionando para que la UDI compita en primarias con un solo candidato, postura defendida por Lavín.

En ese escenario, este jueves -en conversación con Radio Infinita-, la alcaldesa de Providencia criticó la postura que parece ganar más adeptos, acusando además un mal trato por parte de su colectividad.

“La UDI está en una lógica equivocada, porque están pensando en una lógica de voto obligatorio, no voluntario. Con voto voluntario, el mayor esfuerzo que hay que hacer es movilizar a mucha gente a que vaya a votar a la primaria (...) Yo discrepo de la postura que está teniendo la UDI, creo que la competencia es muy buena porque puede activar a distintos sectores. Con eso estamos aumentando las probabilidades de que ganemos”, dijo la jefa comunal.

Además, dijo que desde el partido no la han tratado adecuadamente, por lo que solicitó reunirse con el timonel gremialista.

“Voy a seguir hablando, porque de hecho pedí una reunión con Javier Macaya porque no merezco ser tratada como me han tratado. Creo que las palabras de María José Hoffmann fueron súper desafortunadas, (ella dijo) ‘no nos temblará la mano’, como si yo fuera enemigo, no soy enemigo. He participado en todas las franjas, he estado con ellos y todos los candidatos...”, dijo Matthei, agregando: “¿Por qué me estaban pidiendo que estuviera en la franja y apoyara a distintos candidatos si después iban a elegir por secretaría? Si me hubiesen dicho hace unos cinco meses atrás, ‘oye Evelyn, está bien, puedes ir, pero el consejo va optar por uno solo’, ¡Eso nunca me lo dijeron! Conversé con Macaya y el propio Joaquín (Lavín) antes de dar el paso. No he sorprendido a nadie y nunca me lo dijeron tampoco”.

En ese contexto planteó que “estas cosas las tenemos que solucionar como gente adulta y responsable, y lo que queremos es lo mejor para Chile, ni siquiera para la UDI. No merezco que me traten como me han tratado, pero tampoco voy a estar dolida ni voy a estar llorando, no es mi estilo. Solo digo con cabeza fría y serenidad, que hagamos las cosas bien”, llamando a una elección abierta y no “entre 400 personas”.

Matthei concluyó afirmando que “no hay que temerle a la democracia. Si alguien quiere llegar a la Presidencia de la República, tiene que someterse a toda la competencia. (...) La dedocracia ya no existe ni puede seguir existiendo. La ciudadanía no está con eso y más bien la castiga por lo tanto, esa es una equivocación (...) quien gane, todos lo apoyaremos, no me cabe la menor duda que va ser así, pero no me parece que con una actitud que se ve estéticamente muy mal por estos días, se deje a la que está segunda mejor posicionada por decisiones de dedocracia. No están los tiempos para eso, creo que le haría mucho daño al sector, al partido, e incluso a Lavín”.

Horas antes, en Tele13 Noche del miércoles, Lavín había abogado en la línea contraria, defendiendo una candidatura única. “En vez de dividir los votos hay que concentrarlos. La UDI tiene que optar”, dijo el alcalde, advirtiendo los riesgos en una segunda vuelta, en la que a su entender “casi con total seguridad” van a estar o la diputada Pamela Jiles (PH) o el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).

“No es Ricardo Lagos el adversario o ni siquiera es Michelle Bachelet, sino que son personas mucho más polarizantes, mucho más extremas que son Daniel Jadue y Pamela Jiles”, aseguró.

Lavín subrayó, además, que “la ley establece que es el consejo general de los partidos los que proclaman a los candidatos”, y también aseguró que tiene mayores posibilidades que Matthei para enfrentar una segunda vuelta.

“Creo, en lo personal, que yo tengo mayor probabilidad de ganar en segunda vuelta, porque la posibilidad de crecer en un proyecto más amplio, más de centro, es mayor en mi caso, pero esa es una decisión que tiene que tomar el consejo general”, dijo, justificando su aseveración en “la trayectoria, por los planteamientos que he hecho en el último tiempo, y porque así lo muestran en general la gran mayoría de las encuestas”.

Desde la directiva de la UDI comentaron que la alcaldesa de Providencia se contactó telefónicamente con Macaya, pero el diputado le habría planteado que tenía una serie de comisiones y citas en el Congreso, en Valparaíso, por lo que no pudieron reunirse este jueves. Así, acordaron conversar nuevamente en las próximas horas para poder “hacer coincidir sus agendas” y concretar un encuentro. Algo que, según trascendió, también intentará hacer con Lavín.

Sin embargo, altos personeros del partido explicaron que existe molestia en la directiva con la actitud adoptada por ambos candidatos, pues han generado tensión en días en que la UDI debiera estar 100% concentrada en el tramo final de las elecciones del 15 y 16 de mayo, sobre todo en la de los constituyentes, considerando que existe temor de que el sector no logre conseguir un tercio de representantes en el nuevo órgano.