
Ministra Lobos: “Hay que buscar acuerdos duraderos, el pirquineo no resulta en el tiempo”
Para la secretaria general de la Presidencia, “no es inocuo quién dirige” el Congreso, sin embargo, añade que el “gobierno tiene que trabajar con la mesa que esté” para buscar acuerdos. Respecto de la casa de Allende, dice que el Ejecutivo ya hizo valer las responsabilidades.
A pesar de que lleva poco más de un mes en el cargo, la ministra secretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos, ya lleva no uno, sino varios bautizos de fuego en el Congreso. Primero fue la censura contra la expresidenta de la Cámara Karol Cariola (PC), que pudieron ganar, pero después de la renuncia de la legisladora comunista inmediatamente tuvieron que enfrentar la elección del nuevo presidente de la corporación, que se dirimió mediante un sorteo en favor del diputado RN José Miguel Castro.
Acaban de reunirse con el presidente de la Cámara. ¿Cambia mucho la mano si quien preside es de derecha o de izquierda?
Todos los partidos tienen la aspiración de dirigir las corporaciones y para el gobierno no es baladí quién está liderando. Pero hemos dado muestras claras de que más allá de que sean de gobierno o de oposición, hay que hacer un trabajo colaborativo. Hemos dado muestras de ello en el Senado con los senadores Coloma, Huenchumilla, García y Walker. Y hemos recibido también la misma disposición ahora del senador Ossandón y del diputado Castro para trabajar.
En lo personal, ¿cree que es mejor tener mesas directivas de consenso en ambas cámaras?
En la práctica, en todos los temas, no solo en la conformación de las mesas, sino que también en los proyectos de ley, hay que buscar la mayor transversalidad posible para generar acuerdos duraderos. Esto de ir con el pirquineo de votos no resulta en el tiempo.
¿Entonces usted es partidaria de las mesas de consenso?
Convengamos que el tema de las mesas es un tema de los partidos políticos y de las distintas bancadas. En las distintas bancadas hay que propiciar la unidad. Tanto las bancadas de gobierno y de oposición tienen la legítima aspiración de dirigir las mesas, y uno como colegislador tendrá que relacionarse con cualquiera de las conformaciones de las mesas para sacar adelante la agenda.
Lo que pasa es que los marginados quedan picados y no es fácil trabajar con quien está picado, aunque sea minoría.
El oficialismo en las dos corporaciones tiene minoría y eso ha sido desde el principio, pero en general eso, si bien ha dificultado las cosas, no ha logrado que tengamos una parálisis. Con diálogo, con unidad, hemos logrado acuerdos muy importantes que se veían muy poco probables, como la reforma de pensiones o el royalty. Por lo tanto, claro, no es inocuo quién dirige una mesa, pero en definitiva el gobierno tiene que trabajar con la mesa que esté. Por supuesto que el gobierno propicia que haya el mejor clima de entendimiento, porque eso es lo que permite mejorar las condiciones para el diálogo. No puede ser que los intereses personales o lo que tú planteas, que un sector que quedó, comillas, enojado con el otro, entrabe o entorpezca necesidades.
Después de la reforma previsional, para muchos parlamentarios quedó una suerte de vacío respecto de lo que viene. ¿Cuál puede ser el hito de la próxima agenda legislativa?
El Presidente Boric ha dicho que queda un 25% de mandato en un gobierno de cuatro años y, por tanto, tenemos importantes desafíos por delante. Vamos a seguir poniendo toda nuestra energía en las tres seguridades, la seguridad ciudadana, la seguridad económica y la seguridad social. Por ejemplo, el proyecto de sala cuna, la modernización parvularia, todo lo que tiene que ver con cuidados. Todo el tema de crecimiento. Por cierto, la seguridad sigue siendo una prioridad.
En materia de reforma política, usted dijo que el umbral (para combatir la fragmentación del Congreso) era un “fetiche”.
Lo que yo quise plantear es que acá, habiendo un diagnóstico común para construir soluciones (al fraccionamiento político) que den consensos, el umbral es una medida más como muchas otras. No hay bala de plata aquí en el tema de las reformas políticas.
Casa de Allende
A propósito de la casa de Salvador Allende, dijo que hubo una confusión en torno a las declaraciones de la jefa de la División Jurídica de la Segpres, Francisca Moya, porque una cosa es conocer las normas y otra cosa es la labor específica que le correspondió. Para muchos es difícil entender que no fueron capaces de ver el todo.
Acá el rol de la Segpres fue un rol específico, vinculado al decreto 38, el cual fue tomado a razón.
¿No hay ninguna lección que sacar, sobre todo cuando hay decretos que llevan la firma del Presidente?
Son distintos los roles. Nosotros cumplimos el rol que estábamos llamados a hacer. El decreto 38 fue declarado legal y constitucional (por Contraloría).
¿Y para el futuro no hay ningún cambio en el trabajo?
O sea, seguimos trabajando como hemos trabajado siempre.
Pero supongo que deben tomar algún resguardo. Por algo el Presidente hizo una autocrítica.
A ver, se ha reconocido que era una buena idea, que no se ejecutó de la manera deseada, se han hecho valer las responsabilidades, están abiertas las distintas instancias, tanto a nivel administrativo, en Bienes Nacionales, en la Fiscalía, en la propia comisión investigadora de la Cámara.
¿Pero la Segpres hizo su propia autocrítica como ministerio?
Se han hecho valer las responsabilidades (en el gobierno). Y en el caso de la Segpres, nosotros tuvimos un rol acotado, específico, que tuvo que ver con el decreto 38. Ese decreto es legal y constitucional y en esa perspectiva no corresponde perseguir eventuales responsabilidades, toda vez que está ajustado a derecho.
El hecho que Ud. sea independiente en el comité político, ¿es una desventaja en comparación con otros ministros que sí tienen partidos detrás o no?
Al Presidente le agradezco que, en reconocimiento a mi labor y trayectoria, haya tomado la decisión, valorando las capacidades de articulación y diálogo que he demostrado durante mi trayectoria profesional, no obstante que no tenga militancia. Creo que ha sido una buena experiencia. No siento que sea una desventaja. Creo que puedo ser un aporte.
Pero Ud., por su trayectoria, se siente más cercana al Socialismo Democrático, a la antigua Concertación, ¿o no?
Siempre tuve una vocación de servicio público y he estado ahí presente más allá de cuestiones partidarias, por algo soy independiente.
¿Pero su pensamiento está más cercano a esa corriente dentro del oficialismo o no?
Yo siempre he sido una mujer de centroizquierda y he trabajado en los distintos gobiernos que me han convocado.
Ahora la norma de prescindencia que estableció el gobierno no le impide tampoco tener una inclinación para la futura primaria del oficialismo.
A ver las normas son claras y hay que respetarlas y el Presidente nos ha hecho un llamado y yo creo que el mejor aporte que uno puede hacer para estos efectos es trabajar hasta el último día, gobernar y sacar adelante la agenda que tenemos.
La prescindencia la entiendo por acciones, por el uso de recursos públicos, pero usted también puede opinar, me imagino. ¿No tiene alguna preferencia por candidata o candidato?
Tal como lo dijo el Presidente, mi candidato es Chile.
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