Multilateralismo, autonomía estratégica y nuevos guiños a Lula y Xi Jinping: los énfasis de Boric en clase magistral en Brasil
El Mandatario chileno, en su último día en la visita de Estado al país vecino, dio una charla en la Universidad de Brasilia, en la que apuntó contra el aislacionismo y las políticas como la establecida por Donald Trump en Estados Unidos.

El Presidente Gabriel Boric entregó la mañana de este jueves una clase magistral en la Universidad de Brasilia, en el marco del último día de su visita de Estado a Brasil.
Ante una audiencia compuesta en su mayoría por estudiantes de la casa de estudios, el Mandatario chileno marcó una serie de énfasis, dados, principalmente, a propósito del contexto mundial en materia económica, en medio de la guerra arancelaria desatada por la política de Donald Trump en Estados Unidos, que impuso un 10% de gravámenes para la mayoría de los países del globo.
En su charla, el Jefe de Estado profundizó su postura sobre el multilateralismo, apuntó a la autonomía estratégica de Chile, lanzó dardos contra la derecha y volvió a hacer guiños a los presidentes de Brasil y China, Lula da Silva y Xi Jinping, respectivamente.
El Presidente calificó como un éxito su actual visita de Estado y remarcó que: “Reconocemos en Brasil un liderazgo fundamental e insustituible para articular la voz del sur global en todo el mundo y en particular de América Latina en un mundo incierto, vertiginoso, en que las reglas del juego se han puesto en entredicho y se están redefiniendo”.
“Hemos conversado largamente con el Presidente Lula, que además de ser jefe de Estado es amigo y compañero, y concordamos en la importancia radical en estos días, que no es obvia, de la defensa de la democracia, de la defensa del multilateralismo, de la integración regional, de la cooperación y del comercio libre y justo en beneficio de nuestros pueblos”, sostuvo.
Luego, al referirse a la futura prosperidad del continente, destacó: “La naturaleza que favorece el desarrollo de la industria, la variedad de sus climas, la fertilidad de las tierras americanas, una inmensa cultura, lo precioso de sus producciones que impulsan, además, un comercio vastísimo. Es importante recalcar en esto algo que conversábamos ayer, en particular con el Presidente de China, Xi Jinping, cuando en el marco de la cumbre preparatoria para la COP que se realizará en Brasil, en Belém do Pará, decía que las montañas, los ríos, los bosques son igual o más valiosos que el oro y la plata, y agrego, prevalecen sobre la codicia”.
El Presidente enfatizó, que en el escenario actual, Chile mantendrá una autonomía estratégica en materia comercial: “En Chile tenemos litio, tenemos cobre, tenemos recursos naturales, pero también tenemos soberanía, y vamos a hacerla valer en este escenario de incertidumbre mundial. Desde el retorno a la democracia en 1990, después de una larga lucha contra la dictadura en Chile, nuestro país se abrió al mundo, del cual había estado aislado durante 17 años”.
“Esta apertura al mundo se ha convertido en una política de Estado que va más allá del gobierno de turno. Y la valoramos y la ejercemos porque ha traído beneficios al país, y por eso hoy día, en estos tiempos turbulentos, la reafirmamos con mirada a los desafíos que presenta nuestro siglo. Y es que la democracia y el multilateralismo nos han permitido sentarnos a la mesa con otros países e instalarnos como un actor en el sistema internacional, más allá de nuestro tamaño demográfico y económico”, dijo.
En ese sentido, planteó que “cuando hablamos de integración, de multilateralismo, cuando hablamos de libre mercado, estamos hablando también de integración entre pueblos”, sin embargo, distinguió que “libre mercado no es sinónimo ni se desprende del neoliberalismo. El mercado ha sido históricamente la fuente de intercambio entre los pueblos y la manera de conocernos también unos a otros”.
“Desde Chile tenemos claro que el aislacionismo y la lógica del sálvese quien pueda no son el camino para desarrollarse ni conseguir un mayor bienestar. Puede ayudar circunstancialmente en la popularidad, de un mandatario determinado, pero nadie en el mundo se va a salvar solo”, apuntó.
En clara referencia a la política arancelaria de Trump, señaló: “Resulta preocupante que se nieguen y desconozcan los acuerdos establecidos por ser circunstancialmente más poderosos, que las reglas compartidas y acordadas de igual a igual sean hoy día puestas en entredicho, que se alcen muros comerciales, que se cuestionen los méritos de la democracia, que se intervengan instituciones autónomas y se perjudique la convivencia pacífica en un mundo tan estrechamente interconectado”.
Para después cargar contra la ultraderecha: “Hay quienes, desde la extrema derecha, que en la democracia tratan de imponer una falsa dicotomía, que es la violencia de la libertad y la democracia. Pero lo que en realidad nos están proponiendo hoy día es un mundo sin reglas ni derechos, en donde prime la ley del más fuerte. Un mundo que sólo va a traer incertidumbre e inestabilidad”.
“Mi llamado es, por un lado, a resistir frente a los intentos de autocracia, de negación a la democracia, de negación y falta de respeto a los derechos humanos, pero por otro lado también a construir alternativas desde el progresismo para una sociedad más justa, más igualitaria, más equitativa. No podemos quedarnos solo en la denuncia. No podemos quedarnos solamente en apuntar las amenazas que significa la imposición de la ley del más fuerte”, reforzó.
En ese llamado, sostuvo que el progresismo debe entregar vías posibles de solución a las necesidades más apremiantes actuales: “El temor a la inseguridad, la pobreza, las consecuencias de la crisis climática y la discriminación, la izquierda debe volver a ser universalista y defender los principios que inspiraron a quienes lucharon por la libertad de nuestras naciones. Más justicia, mayor equidad, mayor fraternidad”.
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