Nueva Constitución: Chile Vamos sincera opción de explorar un órgano 100% designado y mesa negociadora sigue estancada en el mecanismo electoral
Los dirigentes que buscan un nuevo acuerdo constituyente aún no logran destrabar el nudo principal que los tiene sin cerrar un pacto. En la reunión de este martes, las colectividades plantearon las posturas y se sistematizaron las cuatro propuestas que existen para tener una nueva instancia redactora. Además, acordaron convocar a un grupo técnico para afinar los detalles electorales y ver si, de esa forma, logran acercar sus posiciones.
El diputado del Partido Radical Tomás Lagomarsino llegó hasta el cuarto piso del Senado con una pelota de fútbol en la mano. “Hoy día vamos a poner la pelota al piso y esperamos que Chile Vamos no la tire al córner”, comentó el parlamentario pasadas las 14.00 de este martes.
Lagomarsino llegó hasta el comedor de la presidencia del Senado para participar de una nueva reunión de la mesa negociadora por un acuerdo constitucional que habilite un proceso constituyente 2.0.
La cita de este martes -entre todas las fuerzas políticas que están sentadas en la mesa- se dio en medio de una nueva tensión entre los dirigentes. Horas antes del encuentro, el partido en formación Amarillos hizo pública su propuesta sobre mecanismo. La nueva colectividad se transformó en la primera fuerza política en cruzar el río y hacer lo que -hasta el momento- nadie se había atrevido a reconocer. De esta manera, transparentaron una alternativa que ha sido explorada en privado por varios senadores oficialistas y opositores.
Amarillos puso sobre la mesa la alternativa de conformar un Consejo Constituyente “elegido democrática e íntegramente por el Congreso Nacional”. Esta es la primera vez que una de las fuerzas negociadoras propone no tener un órgano 100% electo. Chile Vamos había empujado una instancia de 50 personas elegidas en las urnas; Demócratas, un órgano de 60, y el oficialismo con la DC, uno de 99 integrantes.
Por lo mismo, la reunión partió con una presentación por parte de los representantes de Amarillos, Zarko Luksic y el único diputado de la colectividad, Andrés Jouannett. Luego de eso, el resto de los dirigentes del oficialismo escuchó con atención, pero reafirmaron su postura: no van a ceder de su línea roja de tener un órgano 100% electo.
Sin embargo, Chile Vamos sinceró una postura que en privado en ese sector corre con ventaja. La oposición reconoció que estaba dispuesta a explorar la alternativa presentada por Amarillos y que la iba a estudiar. Testigos de la cita relatan que uno de los más enfáticos en esto fue el presidente de la UDI, Javier Macaya.
El senador, según presentes, valoró la propuesta de Amarillos y, ante el escepticismo del oficialismo, volvió a repetir que sigue firme en su disposición de llegar acuerdo. En esa línea, agregó que esa es la primera señal de buena fe con la que Chile Vamos participa de la mesa negociadora, ya que eso es algo que le favorece al gobierno y que a su sector solamente le trae costos.
Durante su intervención, Macaya recordó que han puesto sobre la mesa un órgano de 50 personas, pero con fuerte presencia de expertos, y que la intransigencia en el mecanismo ha sido por parte de la oposición. Ahí, dicen las mismas fuentes, apuntó sus críticas a los partidos de gobierno, ya que, a su juicio, ese ha sido el sector que no se ha movido de los 100 integrantes y con una “sobrerrepresentación” de escaños indígenas.
Al final de su intervención, el líder UDI recalcó que en la mesa negociadora no están sentados ni el Partido Republicano ni el Partido de la Gente, los cuales, según las simulaciones y encuestas que se manejan hasta el momento, podrían ser los grandes ganadores de la fórmula 100% electa que ha empujado la alianza de gobierno.
Otro de los senadores presentes, como el presidente de RN, Francisco Chahuán, también comentó que estaba dispuesto a explorar una alternativa como la de Amarillos. En una línea distinta, pero no lejana, el presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), hizo un llamado a ponerse “creativos” y que eso eventualmente implicará repensar el mecanismo de forma completa, ya que ese parece ser el único camino para acercar posiciones y llegar a acuerdo.
Horas después, Chahuán se refirió a la reunión. “Nosotros hemos conversado abiertamente con varios de los partidos y ellos tienen dificultades, porque tienen disparidades de criterios entre los diputados y los senadores”, dijo el senador.
El líder de RN agregó: “Nosotros siempre hemos dicho que la expertise de los especialistas es clave y que el Congreso tiene que hacer su pega y, por su puesto, nosotros hemos conversado con Amarillos antes, durante y después de la presentación de su propuesto. Nosotros consideramos que los expertos tienen que tener una opinión que sea vinculante en el proceso”.
Macaya, por su parte, indicó, sobre la propuesta de Amarillos que “me parece que es una propuesta que tiene una grandeza de pensar en Chile desde la perspectiva que es por parte de un partido que no tiene representación parlamentaria” y que “no significa que nosotros tengamos un acuerdo cerrado en esta materia, pero me parece que es un buen insumo para la conversación”.
Y añadió: “Nosotros hemos tenido disponibilidad y hemos demostrado harta más flexibilidad que el maximalismo que pretende repetir” el oficialismo.
La postura de esos tres senadores no fue una sorpresa. Hace semanas que, en privado, hay varios senadores oficialistas y de oposición que llevan adelante conversaciones para que el acuerdo termine sin elecciones y en un órgano 100% designado por el Congreso.
De hecho, testigos de esas tratativas comentan que ya hay proyectos de reforma constitucional escritos y que apuntan a que la Cámara designe a 16 expertos y el Senado a otros 16 especialistas. Pese a que eso es comentario obligado en los pasillos del Congreso, en la reunión de este martes no fue abordado. La última vez que se tocó este tema fue el viernes pasado, pero en esa ocasión todos los negociadores que estaban presentes en la cita descartaron estar participando de esas conversaciones.
La mesa política convocará una mesa técnica
La propuesta de Amarillos al menos sirvió para que todos los partidos sinceraran sus posturas y dijeran hasta cuánto estaban dispuestos a ceder. En ese intercambio de ideas, la mesa negociadora concluyó que existen cuatro posturas. Un órgano electo de 50 personas, otro electo de 99 integrantes, otra instancia de 60 y un órgano 100% designado por el Congreso.
Mientras algunos deslizaron la posibilidad de querer algo mixto, otros -como el oficialismo- transparentaron que están dispuestos a ceder de 99 hasta 75 escaños.
Dada toda esta diversidad, los dirigentes llegaron a una idea: convocar a una mesa técnica que analice las propuestas. “Sobre esas cuatro propuestas estamos desarrollando una conversación que ya no tendrá solo un carácter político, sino que también tendrá carácter técnico”, explicó el diputado Raúl Soto.
Este grupo de trabajo técnico será el encargado de afinar los detalles electorales. “Tenemos el mapa de todas las posibilidades y esas posibilidades generan nuevas combinaciones. Cada uno tiene que plantear estas posibilidades al interior de sus partidos”, agregó la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt.
El presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, ha sido uno de los dirigentes oficialistas más duros en la postura de la alianza de gobierno. El diputado admitió que “un órgano mixto es parte de lo que este espacio va a evaluar”.
Se acaba el tiempo
Pese a que varios de los negociadores siguen con la esperanza de que se cierre el acuerdo en noviembre, ayer el diputado Lagomarsino sinceró el escenario. “Esperamos que el acuerdo pueda llegar antes de Navidad”, dijo el parlamentario.
Pese a que en la reunión no se conversó sobre los plazos, todo indica que el acuerdo se demorará más de lo que se tenía pronosticado. Por lo mismo, la posibilidad de que haya elecciones también se va disipando. “Los plazos tenemos que adecuarlos. Teníamos expectativas de tener una elección en marzo y probablemente eso ya no va a ser posible. Lo que sí nos importa es el fin último: tener una elección dentro del próximo año y tener una Constitución por sobre todo”, reconoció la timonel socialista, Paulina Vodanovic.
La lentitud de los partidos contrasta con la urgencia que La Moneda le quiere dar al asunto. El domingo fue el Presidente Gabriel Boric el que puso presión, mientras que este martes la ministra del Interior, Carolina Tohá, y la vocera de gobierno, Camila Vallejo, hicieron lo propio. “Obviamente hay un sentido de urgencia, sobre todo en el ánimo de dar certezas a la ciudadanía de cómo se va a terminar resolviendo el camino hacia una nueva Constitución”, afirmó Vallejo.
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