Oficialismo opta por una celebración moderada del triunfo del “En contra” y llama a acuerdos y unidad

Faltaban diez minutos para las siete de la tarde, y en la sede del Partido Socialista ya no lograban ocultar el triunfalismo.

Un grupo de militantes corrió en búsqueda de la presidenta de la tienda, Paulina Vodanovic, quien venía caminando por la calle París, mientras Arturo Barrios, Camilo Escalona y Fanny Pollarolo -todos miembros de la mesa PS- ondeaban banderas chilenas en el balcón del segundo piso. Incluso otro grupo de militantes estuvo a punto de salir con más banderas a la calle. Sin embargo, desde el propio PS se les obligó a dar pie atrás.

La tónica de una celebración sobria se mantuvo incluso cuando pasadas las 19 horas -con el 30% de las mesas escrutadas-, el Servel dio a conocer un resultado de 54% para el “En contra” y un 46% para el “A favor”, un resultado que ya era incontrarrestable.

A esas alturas, ya se encontraban en la sede del PS, además de Vodanovic, todos los timoneles de los partidos oficialistas: Diego Ibáñez (CS), Diego Vela (RD), Lautaro Carmona (PC), Leonardo Cubillos (PR), Marco Velarde (Comunes) y Tomás Hirsch (Acción Humanista). Más tarde llegó Juan Carlos Urzúa (PL). Por otro lado, estuvieron ausentes Jaime Quintana (PPD) y Flavia Torrealba (Regionalistas Verdes)

El PS, dueño de casa, habilitó el segundo piso de su residencia para que asistieran 5 integrantes por cada una de las diez colectividades. Sin embargo, fueron solo los timoneles de partido quienes se reunieron cerca de las 19.15 horas en la oficina de Vodanovic. Tras esto bajaron para hacer una declaración conjunta -con un evidente cambio de tono hacia la oposición- que representó a todos los partidos del oficialismo. Al punto de prensa se sumó la Democracia Cristiana.

Para ese momento, algunos dirigentes -comentan- ya contaban con algunos lineamientos que entregaría el Presidente Gabriel Boric pasadas las 21 horas.

“El triunfo del En Contra se constituye en una bocanada de aire fresco para un tiempo político que ha estado marcado por la discordia y la polarización”, comenzó leyendo la timonel PS. “Hoy ha quedado claro que Chile rechaza la consolidación del modelo de las AFP e isapres, poniendo una vez más en el centro de las preocupaciones nacionales, la necesidad de construir un gran acuerdo que modifique estructuralmente estas dos sentidas demandas”, agregó Vodanovic.

“Quedó de manifiesto que la mirada de país y sociedad que perseguía Kast, los republicanos y la mayoría circunstancial que se generó al inicio del proceso no son la aspiración de las familias chilenas ni menos las bases de la construcción de un país”, siguió la timonel del PS.

La senadora, junto con reafirmar que “nuestros votos no estarán disponibles para un tercer proceso constituyente”, aseveró que “tenemos por delante la urgente necesidad de sintonizar la agenda del Chile real con las prioridades del sistema político. Esto es seguridad, crecimiento económico, empleo, pensiones, salud y educación”.

El mensaje fue reforzado por su par de Convergencia Social. “Sabemos que quienes hoy nos miran en sus casas tienen frustración, cansancio, desesperanza, pero queremos transmitir que con la mayor humildad posible estamos dispuestos a tender una mano a quienes están al frente para avanzar en una agenda que logre resolver los problemas del pueblo chileno (...) Estamos a disposición para un gran acuerdo que ponga al centro los intereses de la ciudadanía”, dijo el diputado Diego Ibáñez.

Poco después, Vodanovic enfatizó que el cambio de prioridades incluye un reimpulso al pacto fiscal que empuja el gobierno, a fin de hacerse cargo de las “urgencias sociales”, tal como lo señaló Boric más tarde.

Sin ánimo de celebrar -por cuanto se trata de un triunfo amargo, pues implica quedarse con la “constitución de los cuatro generales”, según el propio Presidente Boric la calificó-, la bajada común, desde un principio, se basó en las mismas ideas fuerza: que el proceso se cerró, que implica un fracaso de la política, que no hay nada que celebrar y que hay que priorizar las urgencias ciudadanas. En la cita entre los presidentes oficialistas -que se prolongó por unos 45 minutos- refrendaron estas ideas base que ya habían esbozado en una reunión que sostuvieron por Zoom la mañana del sábado, cuando plantearon la necesidad de actuar unitariamente independiente del resultado del referéndum y dieron cuenta de la tesis de que el voto “En contra” era una fuerte señal anti establishment.

Velarde (Comunes) planteó algo similar antes de que hicieran la declaración oficial: “Hay que esperar, no cantemos victoria antes. Independiente del resultado, mañana mismo a primera hora tenemos que dedicarnos a hablar de pensiones, de las prioridades de la gente. El que gana hoy es la gente y tenemos que resolver sus problemas”. Luego agregó que “no hay nada que celebrar. Más que salir a celebrar hay que ponerse a trabajar”.

También hubo fuertes críticas al Partido Republicano. “Lo que hoy ha salido derrotado es el programa político de gobierno del candidato presidencial José Antonio Kast, esa visión identitaria que no le hablaba a todo el país sino que a un segmento”, comentó el diputado Daniel Melo (PS).

En tanto, en paralelo, en el comando del “En contra”, en calle General Salvo, los excomisionados y exconsejeros presentes estuvieron viendo el recuento de votos todos juntos. Estaban los expertos Alejandra Krauss (DC), Alexis Cortés (PC), Gabriel Osorio (PS), Antonia Rivas (CS), Magaly Fuenzalida, Domingo Lovera (RD), Catalina Lagos (PS) y quienes hasta hace poco fueron consejeros como Karen Araya (PC) y María Pardo (CS).

El diseño del comando fue tener aislada a la prensa hasta que hubiera una tendencia clara. Por lo mismo los presentes estuvieron varios minutos sin emitir declaraciones. Pasadas las 19.00 horas, adentro empezaban a escucharse los primeros aplausos, pero la instrucción era clara: en esta jornada no hay nada que celebrar.

De a poco fueron llegando más exconsejeros como Yerko Ljubetic (CS) o dirigentes del sector como el exconvencional Marcos Barraza (PC) y luego el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue (PC).

Justo después de que el presidente de la UDI, Javier Macaya, reconociera la derrota, fue el turno del comando. En ese momento se subió a la tarima la alcaldesa Carolina Leitao (DC) acompañada de Osorio, Rivas, Cortés, Lovera, Camila Miranda (Comunes), y varios más. “Hemos escuchado a los ciudadanos. Que el ‘En contra’ haya sido apoyado por la ciudadanía nos pone en una tremenda responsabilidad, que es ponernos a trabajar. La gente entendió y nos dice entiendan, queremos más acuerdos, menos disputas”, dijo la jefa comunal.

Después vinieron los abrazos. Los excomisionados Rivas y Osorio calificaron la sensación con dos palabras: calma y tranquilidad. “Ahora, a trabajar por las urgencias ciudadanas”, repitieron. Lo mismo dijo más tarde el vocero del comando, Francisco Vidal (PPD): “Mañana la ciudadanía puede despertar más tranquila”.

Casi a las 21 horas llegaron los timoneles oficialistas al comando, para dar una señal de unidad política. Esto había sido evitado durante la campaña, para imprimirle un sello ciudadano. En ese momento sí se abrió un espacio para los festejos, encabezados por el encargado territorial del equipo de campaña, Arturo Barrios (PS). “¡Chi, chi, chi. Le, le, le. Viva Chile!”, gritó a todo pulmón el vicepresidente socialista. “Con más ganas, esto no es un funeral”, insistió.

Como parte de esos festejos, cuando ya casi no quedaba prensa, regresó -tras 344 días fuera de la luz pública- el exjefe de gabinete del Presidente Boric, Matías Meza-Lopehandía. Él, junto otros militantes de Convergencia Social se tomaron una foto en conjunto para conmemorar el triunfo del “En contra”. “Digan tercer proceso”, ironizó una de ellas.