Oposición responde a Boric por llamado a la tregua: “No estamos en guerra”

“Para pedir tregua hay que estar en guerra”. Con esas palabras salió este viernes el timonel de la UDI, el senador Javier Macaya, a responder al llamado a una “tregua” que hizo el jueves el Presidente Gabriel Boric. Ese día, el Mandatario convocó a una reunión en La Moneda a todos los partidos políticos para conversar sobre una solución a la crisis de seguridad que se agudizó luego de que se produjera un nuevo asesinato a un carabinero, el cabo Daniel Palma (33) mártir número 1.233 de la institución.

Fue en ese contexto, que según presentes el Presidente hizo un llamado a una “tregua”, lo que se da en medio de una semana donde el gobierno se enfrentó a la oposición y a visiones contrapuestas dentro de su propia coalición, Apruebo Dignidad, por la tramitación de la Ley Naín-Retamal, que incluía un artículo sobre legítima defensa de Carabineros que abrió la discusión.

Este jueves, a la salida de La Moneda, la vocera de gobierno, Camila Vallejo, sostuvo que “tenemos diferencias, obviamente, pero el Presidente hoy día hizo un llamado a la tregua, a entender que podemos (...) entrar a trabajar en aquellos aspectos que son eficaces en los elementos que se requieren reparar, que podamos rascar donde pica y no solamente caer en frases grandilocuentes, en ataque al que está al frente, en guerra de cuñas, sino que ser responsables con una ciudadanía que demanda que seamos todos capaces de estar a la altura de las circunstancias”.

Sin embargo fue esa expresión la que no convenció a la oposición. Macaya sostuvo que “tú llamas al enfrentamiento cuando estás enfrentado. Y hoy día el único enfrentamiento que tiene el Presidente Boric es con su historia, su propia coalición y el ala más de izquierda de su coalición. El enfrentamiento que tiene que ganar el Presidente Boric, y va a contar con nuestra colaboración es a la delincuencia. Nosotros tenemos toda la disposición de votar cada una de esas leyes. Pero el enfrentamiento hoy día no es con nosotros, es al interior de su propia coalición”.

Una línea similar que sostuvieron desde RN. El secretario general del partido, el diputado Diego Schalper, dijo que “la agenda de seguridad ha tenido el apoyo permanente de la oposición. Los que no dan tregua son los delincuentes chilenos y extranjeros. De esos tiene que ocuparse el gobierno”, mientras que el senador y presidente de la Comisión de Seguridad Pública de ese mismo partido, Manuel José Ossandón, sostuvo que “yo recojo con entusiasmo el llamado del Presidente de la República, pero quiero decirle que los senadores de Renovación Nacional nunca hemos estado en guerra, todo lo contrario, hemos estado dispuestos a apoyar todas sus iniciativas. La tregua, Presidente, tiene que pedírsela al PC al Frente Amplio. Ellos son los que desprecian a Carabineros y no los quieren apoyar”.

En el Partido Republicano, en tanto, su presidente, Arturo Squella, dijo que “los responsables de las manifestaciones y actos violentos que se inician en 2011 y que encuentran su máxima expresión en octubre de 2019, son los mismos que luego en el Congreso y ahora desde La Moneda han celebrado cada paso de desestabilización del país. Para que el Gobierno pueda contar con la credibilidad y confianza mínima requerida para impulsar medidas contra la delincuencia, se requiere previamente que abandonen formalmente su conducta de ataque y debilitamiento a quienes protegen el estado de derecho y que pidan perdón a las Fuerzas Armadas y policías por el daño que les han provocado durante todos estos años”.

En la derecha este jueves los presidentes de los partidos decidieron no asistir a la reunión en La Moneda, y en el caso de Chile Vamos enviaron a representantes de menor trayectoria, lo que fue visto como una señal contra el gobierno. Desde la oposición han comentado que existe molestia por lo que ha sido la gestión del gobierno en materia de seguridad, especialmente en lo legislativo.

Particularmente molestó la tramitación de la Ley Naín-Retamal, a la cual el oficialismo se opuso en un principio. La relación con la oposición se tensionó luego de que la ministra del Interior, Carolina Tohá, la llamara “ley del gatillo fácil”, mientras que otras señales de molestia se vieron cuando los ministros de gobierno se levantaron de la Comisión de Seguridad Pública del Senado y abandonaron la discusión luego de que se rechazara una indicación del Ejecutivo.

Sin embargo, la oposición negoció un artículo con el gobierno, el cual finalmente fue despachado a ley. De ahí que en la interna desde la derecha decían que no se condecía un llamado a la “tregua”, en circunstancias que desde la UDI, RN y Evópoli, dicen, han mostrado disposición con el gobierno para aprobar las leyes que van en beneficio del combate a la delincuencia.

Lo que también molestaba y que reflejaron en sus declaraciones, fue que desde Apruebo Dignidad, el Partido Comunista y el Frente Amplio, rechazaran el artículo de defensa legítima -pese a contar con el apoyo del gobierno- y que luego amenazaran con ir al Tribunal Constitucional para impugnar la norma, en contra de la voluntad de La Moneda que terminó por promulgar la ley.

Desde la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara de Diputadas y Diputados, Jorge Alessandri (UDI), dijo que el llamado a tregua “tiene que ir dirigido al Frente Amplio y al PC que han votado todas las leyes sistemáticamente en contra” y que “aquí nadie está en guerra contra el gobierno”.

Mientras que el presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Senado, Felipe Kast (Evópoli), dijo: “No sé a qué se refiere el presidente Boric con una tregua. A diferencia de ellos, que no fueron a La Moneda cuando el expresidente Piñera los llamó después del estallido delictual, y que rechazaron en el Congreso todos los proyectos de ley que tenían relación con seguridad, incluido el robo de madera y los estados de emergencia, nosotros vamos a actuar con responsabilidad, apoyando todas las medidas que nos ayude a vivir en un país más seguro. Yo me imagino que la tregua se la está pidiendo el Presidente Boric a sus propios partidos”.