Oposición se divide y deja en manos de Chile Vamos la mesa de la Cámara
Gabriel Silber (DC) y Karol Cariola (PC) perdieron, luego de que la centroizquierda rompiera el pacto administrativo. Asumieron en la presidencia Diego Paulsen (RN) y en la primera vicepresidencia Francisco Undurraga (Evópoli).
Fue el diputado Ignacio Urrutia (Partido Republicano) quien antes de que el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Diego Paulsen (RN), se instalara en la testera para asumir en el cargo, le prestó al parlamentario su chaqueta.
El gesto buscaba darle solemnidad a un ascenso que, en el oficialismo y en parte de la oposición, fue totalmente inesperado. Y así lo fue también para el jefe de bancada de RN, quien este martes se convirtió en el parlamentario más joven -con 32 años- en liderar la corporación desde el retorno a la democracia. Esto, luego de que sectores del Frente Amplio, el PH, el PPD y el PR rompieran de forma inédita el pacto administrativo de la oposición, dejando en manos de Chile Vamos la conducción de la Cámara.
Pero las señales de que un escenario así podría darse no fueron menores. Varias semanas atrás, desde sectores de la oposición habían advertido sobre la resistencia que generaba en algunos Gabriel Silber (DC), el nombre que propuso la DC para la presidencia. Asimismo, entre los más moderados del bloque habían hecho ver que tampoco darían sus votos a la diputada Karol Cariola (PC) -quien corrió por la primera vicepresidencia- por diferencias políticas. Sin embargo, por la mañana las bancadas de la DC y el PC se resistían a creer que esas aprensiones se traducirían en una autoinfligida derrota. Pero así ocurrió.
Las amenazas se concretaron en las dos votaciones que se realizaron para elegir a la nueva mesa. En una primera vuelta, Silber logró solo 47 votos de los 70 parlamentarios de su sector que se encontraban en la sala, mientras que su par Víctor Torres (DC) obtuvo 21 respaldos y el independiente Renato Garín dos.
Por su parte, Paulsen superó a Silber por ocho votos, logrando 55 apoyos. En el caso de Cariola, la legisladora se impuso por un voto ante Francisco Undurraga (Evópoli), con 59 respaldos, mientras que Pamela Jiles sacó cuatro.
Así, y dado que ninguno de los candidatos logró el quorum requerido (78 votos), se realizó una segunda vuelta. Entre ambas votaciones, el PS y la DC intensificaron las gestiones para revertir el adverso resultado. Sin embargo, los esfuerzos no dieron fruto. En esa segunda vuelta, Paulsen se impuso por 58 votos versus 56 de Silber, mientras que Undurraga venció a Cariola por 61 versus 59. El único opositor que logró asegurar un cargo en la testera fue Rodrigo González (PPD), quien superó a Jorge Alessandri (UDI) por 13 votos, convirtiéndose así en el segundo vicepresidente.
Quiebre opositor y eventual censura
Si las recriminaciones en la oposición habían comenzado antes de que se realizara la votación de la mesa, tras conocerse los resultados, se recrudecieron. Desde la DC apuntaron inmediatamente al Frente Amplio (FA) como los causantes de que se rompiera el acuerdo opositor, mientras que de los sectores que no apoyaban a Silber culparon a los propios democratacristianos por haber insistido en presentar a un candidato que no concitaba un apoyo transversal.
“Acá no es la DC la que debe salir a dar explicaciones, sino que es el FA quien hoy posibilita que la derecha se instale en la Cámara”, afirmó Silber, quien además agregó que en el sector existe “una fractura” de la que él no sería “un chivo expiatorio”.
Luego de conocerse los resultados, los contactos al interior de la bancada de la DC fueron frenéticos. El presidente del partido, Fuad Chahin, se comunicó con el jefe de los diputados, Daniel Verdessi y, también, con el propio Silber, para evaluar las alternativas de la colectividad. “Más vale perder con dignidad que ganar de rodillas”, señaló el timonel.
En la centroizquierda reconocían que los resultados dejaron en evidencia que los reparos hacia Silber eran insoslayables para gran parte del FA. Esto, apelando públicamente al rol de facilitador que jugó el legislador durante la tramitación de las reformas previsional y tributaria del gobierno y, privadamente, al caso que el año pasado terminó obligándolo a declinar su candidatura. El bloque, incluso, hizo circular durante la jornada de este martes la declaración que la exesposa del parlamentario hizo ante la Fiscalía, a propósito de un correo anónimo en que -en esa oportunidad- se acusó al parlamentario de supuesta violencia intrafamiliar. La causa por esa publicación fue cerrada por el Ministerio Público.
Con todo, las recriminaciones al interior de la oposición continuaron en la reunión de los jefes de comités de la centroizquierda. Ahí, desde la ex Nueva Mayoría le reprocharon a sus pares frenteamplistas el hecho de no haber comunicado antes sus reparos al resto del sector, mientras que desde ese bloque apuntaron a la DC por el resultado que obtuvo la diputada Cariola.
La derrota de la legisladora dejó entrever que sectores moderados de la centroizquierda no le perdonaron la actitud que adoptó durante la crisis social, donde incluso “funó” a algunos de sus pares del PR y la DC por rechazar la acusación constitucional en contra del Presidente de la República.
La resistencia que generaba la parlamentaria en algunos sectores incluso terminó con un ofrecimiento por parte de Chile Vamos a los falangistas: si ellos respaldaban a Undurraga en vez de la diputada comunista y le concedían la presidencia de algunas comisiones, el oficialismo podría aportar con sus votos para asegurar a Silber en la presidencia. Sin embargo, fue el propio Chahin quien rechazó esa propuesta.
Bajo el complejo escenario, al cierre de esta edición, los presidentes de todos los partidos de la centroizquierda sostenían un encuentro online para analizar la situación en la que quedó el sector. Asimismo, ver cómo el nuevo cuadro afectará la distribución de las comisiones de la corporación, aunque, este martes, los diputados opositores definieron que, por el momento, ningún presidente de esas instancias renunciará al cargo.
Y si bien en la reunión de comités del sector se resolvió, por ahora, no censurar a la nueva mesa, dado que no están las condiciones ni sería “el momento”, algunos timoneles opositores no descartaban este martes la posibilidad de que en el futuro y, de darse un acuerdo mayoritario, se pueda avanzar en una ofensiva de esa naturaleza.
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