Pablo Vidal, diputado de Revolución Democrática: "Maduro se convirtió en un dictador, y la izquierda chilena no puede seguir siendo cómplice de él"

Parlamentario de RD, que lidera la Comisión de RR.EE. de la Cámara, sostiene que "quizás nos hemos demorado demasiado en decir públicamente algo que hace años venimos discutiendo en privado".


Desde la creación del Frente Amplio, lo que más ha complicado a sus dirigentes han sido las posturas ante la situación en Venezuela. La gran mayoría de los líderes del conglomerado ha hablado de una "crisis profunda", pero no califican públicamente al gobierno de Nicolás Maduro como "dictadura", como lo ha hecho La Moneda. Sin embargo, el diputado de Revolución Democrática y presidente de la Comisión de RR.EE. de la Cámara, Pablo Vidal, da el primer paso. "Maduro se convirtió en un dictador", dice. Y emplaza a su sector a "salir del doloroso silencio".

¿Reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado de ese país?

Desde que esa decisión se tomó, no logramos entender cuál es el beneficio real que podía significar este reconocimiento a Guaidó como presidente. En la práctica, el poder lo iba a seguir ostentando Maduro, toda vez que controla las FF.AA. ¿Sirve realmente reconocer a Guaidó como presidente o es simplemente un símbolo político? Creo que la oposición es tan responsable de la crisis como lo ha sido Maduro y quienes lo acompañan. El pueblo venezolano ha sufrido con una clase política que no ha sido capaz de resolver sus diferencias.

¿Qué salida le ve al conflicto?

No avalaremos la injerencia norteamericana, un golpe o una intervención militar, venga de donde venga. Todo el movimiento que hemos visto de los gobiernos de derecha, incluido el nuestro, el de EE.UU. y otras potencias, lo están haciendo por intereses políticos y económicos, y no por el bienestar del pueblo venezolano. Tenemos una distancia tremenda. Lo que se necesita es que Maduro se ponga a disposición de un diálogo, a través de la convocatoria a elecciones libres y creíbles.

¿Considera que fueron legítimas las últimas elecciones en las que Maduro logró la reelección? Han sido cuestionadas desde varios sectores...

Una de las condiciones que una democracia debe tener para poder ser entendida como tal son elecciones libres y competitivas, donde quien está en el poder tenga el riesgo real de perder. En esa línea, el proceso electoral de mayo de 2018 en Venezuela pareciera no tener todas las garantías democráticas necesarias para poder ser plenamente legítimo.

¿Considera, entonces, que en Venezuela hay una dictadura?

Cuando observas que en Venezuela hay violación a los derechos humanos, hay restricción a la libertad de reunión, a la libertad de expresión, indebida separación y autonomía de los poderes del Estado, te vas dando cuenta de que no es una democracia y que no es un proceso que ocurrió de un día para otro. Es una transformación gradual en la que hoy, lamentablemente, con dolor y con pena no nos queda más que reconocer que Nicolás Maduro se convirtió en un dictador, y la izquierda chilena no puede seguir siendo cómplice de él.

Desde el FA se ha evitado catalogar la situación de Venezuela como dictadura. ¿Ha faltado esa discusión?

Es un debate que hemos dado con una cuota alta de cinismo. Es cada vez más minoritario el apoyo a Maduro dentro del Frente Amplio, y no hemos logrado ser lo suficientemente claros en Chile para que el pueblo sepa que el Frente Amplio no apoya a Maduro. Al menos en RD tenemos el convencimiento de que Venezuela necesita una salida a la crisis, en la que Maduro tiene que entender que es parte principal del problema. Ese es un debate que quizás no es exigible al FA en su conjunto, porque tenemos miradas diversas, pero al menos se les puede exigir a cada una de las orgánicas que tome una postura más clara. RD debe avanzar en eso también.

¿Es la hora de que el FA pierda el miedo a usar la palabra "dictadura"?

Estamos en un punto donde ya no hay espacio para dobles lecturas. Esta es una conversación muy intensa que durante mucho tiempo hemos tenido con la bancada de RD, con las directivas de nuestro partido y distintos liderazgos. Al menos espero que no nos siga pesando en nuestras conciencias el no decir claramente lo que pensamos. No podemos ser cómplices de un gobierno que se aferra mucho más a mantenerse en el poder que a dar frente a la crisis.

¿Cree que la izquierda tiene alguna responsabilidad?

La izquierda ha guardado un silencio doloroso porque nos duele lo que está pasando, porque quizás nos cuesta verlo. Quizás nos hemos demorado demasiado en decir públicamente algo que hace años venimos discutiendo en privado, y es el profundo daño que un régimen como el de Nicolás Maduro le ha hecho a la izquierda latinoamericana. Un régimen que se aferra al poder como principal objetivo no es un régimen de izquierda; un régimen de izquierda, primero, busca el bienestar de su pueblo. La izquierda no ha sabido ser clara en decir que no podemos permitir la forma en que Maduro se aferra al poder, distanciándose completamente de lo que fue el sueño bolivariano de Hugo Chávez, porque no son lo mismo Chávez que Maduro.

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