Pensiones: gobierno cede en eje central de la reforma y logra votos claves DC y PR

Imagen-Pensiones-3087
Diputados de Chile Vamos acusaron a parte de la oposición de intentar obstruir la agenda del Ejecutivo. Foto: Dedvi Missene

Proyecto fue aprobado luego que Ejecutivo prometiera creación de un ente público único para administrar 4% adicional. Hubo sorpresa oficialista y división opositora.


El diputado y jefe de bancada de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, fue uno de los últimos en pedir la palabra este jueves durante la votación en general de la reforma previsional del gobierno, que finalmente fue aprobada por 84 votos a favor, 64 en contra y dos abstenciones.

"Adelante, siempre adelante, para eso vinimos a este Congreso, no para decirle que no a cualquier cosa, no para estar siempre enojado, no para andar siempre amurrado por la vida y decir que porque somos oposición tenemos que decir que no. Hoy día esta bancada dice que sí", dijo elevando el tono de su voz y desatando los aplausos de los diputados de Chile Vamos.

Gran parte del discurso de Ascencio contradecía lo que minutos antes había argumentado su camarada Raúl Soto, el que luego de lo expuesto por su jefe de bancada volvió a pedir la palabra.

"Quienes antes eran aplaudidos por su valiente lucha contra la dictadura, hoy son aplaudidos por la derecha, esa es la foto de hoy", dijo aludiendo a su par.

El quiebre al interior de la bancada se vio reflejado en la votación: de los 13 legisladores DC en sala, Soto y Víctor Torres dieron su voto en contra, mientras Manuel Antonio Matta se abstuvo y los otros 10 parlamentarios aprobaron el mensaje. Con esos votos claves, más tres apoyos de la bancada del PR, el gobierno logró revertir el revés que sufrió el lunes en la Comisión de Trabajo.

[caption id="attachment_659169" align="alignnone" width="900"]

Pensiones-3080.jpg

Diputados PS, PPD y PC se manifestaron contra el proyecto.[/caption]

La votación había estado precedida por intensas gestiones de los ministros del Trabajo, Nicolás Monckeberg; de la Segpres, Gonzalo Blumel, y de Hacienda, Felipe Larraín, ante los representantes de la DC y el PR, las que se reactivaron desde el lunes para conseguir los 78 votos que requerían para aprobar el mensaje. El gesto final: la respuesta en sala de los secretarios de Estado a las últimas peticiones hechas por ambas bancadas, donde comprometieron, entre otras cosas, la creación de un ente público exclusivo que administre el 4% de cotización adicional que contempla la reforma.

La concesión -que impacta un punto neurálgico de la propuesta original del gobierno- sorprendió y generó cuestionamientos al interior del propio oficialismo, desde donde acusaron al gobierno de ceder ante la izquierda.

"La creación de un ente público para administrar el 4% adicional, y se los digo a los ministros, se ve como un acuerdo político con esa izquierda que cree que el Estado es un mejor gestor. Bueno, nosotros no creemos en eso y como no creemos en eso le pedimos al gobierno que, al menos, deje siempre abierta la posibilidad de elegir de los chilenos", señaló el jefe de bancada de la UDI, Javier Macaya.

"Acá se accedió a un requerimiento de un sector de la oposición para avanzar en esta reforma. Vamos a conversar con el gobierno la intención final de esta idea, la cual tiene que consagrar el principio de libertad del cotizante para elegir dónde envía su cotización adicional, a un ente estatal que será nuevo o a la AFP, porque los cotizantes son los dueños de los recursos", dijo, en tanto, Patricio Melero (UDI).

Entre los personeros de oposición que aprobaron la iniciativa, en tanto, aplaudieron la concesión del Ejecutivo. "Gobierno cedió, pese a resistencia de los suyos. Será inicio del camino a un sistema mixto", dijo el independiente Pepe Auth.

Fractura en la oposición

La apuesta del gobierno de aprobar el primer trámite de la reforma con votos DC y PR replicó la estrategia con la que ha intentado darles viabilidad a distintas iniciativas en el Congreso, entre ellas la reforma tributaria, el proyecto de migración, Aula Segura y el reajuste del sueldo mínimo.

Y al igual que en esas ocasiones, el desmarque de parte de las bancadas DC y PR generó recriminaciones en el resto de la centroizquierda, desde donde nuevamente pusieron en duda la unidad de la oposición.

"La intervención de Ascencio fue muy dura y efectivamente reconoce que la DC tiene una línea directa de negociación con el gobierno. Desde las confianzas veo muy inviable poder sostener una relación como opción con la DC", dijo el diputado de RD Miguel Crispi. Su par Diego Ibáñez (Convergencia Social) agregó: "Mientras exista una división tan tajante es muy difícil que el FA pueda llegar a un diálogo fructífero con la DC".

Desde el PC, la diputada Karol Cariola, y miembro de la Comisión de Trabajo, acusó a la DC de participar en "una cocina" y sostuvo que "no sé si alguna otra fuerza política de centroizquierda va a poder volver a sentarse con la DC".

En tanto, el diputado DC Gabriel Silber defendió la postura mayoritaria de su bancada argumentando que "ningún chileno hubiese entendido que este tema quedara simplemente en la calle, en las manifestaciones y no tuviera debate en el Congreso. Y ese es el rol que hoy día hemos entendido desde esta oposición, una oposición responsable, ciudadana y, por sobre todo, que les rinde cuentas a los chilenos".

Tras la jornada legislativa, en privado, diputados democratacristianos reconocían la tensión interna que generó este proyecto y acusaban al diputado Soto de haber actuado con "superioridad moral". En esa línea, la bancada activó un intento para sacar al diputado Soto de la presidencia de la Comisión de Trabajo. 

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.