Piñera realiza cambio de gabinete acotado, saca a Varela y subraya mensaje económico
Primer ajuste del gobierno -el segundo más temprano desde los 90- se produce en una semana marcada por la baja al apoyo al Presidente en las encuestas y por la caída en expectativas económicas.
Una completa revisión de su gabinete comenzó a realizar el Presidente Sebastián Piñera desde hace un par de semanas, análisis que hizo junto a su comité político y que incluyó a todas las carteras. El trabajo tuvo su momento final hoy, cuando pasadas las 18.00 concretó su primer ajuste ministerial a casi cinco meses de iniciado su gobierno, la segunda modificación más temprana desde los 90, después del cambio que hizo Michelle Bachelet a los cuatro meses de su primera administración.
El anuncio estuvo precedido por la expectación instalada en Chile Vamos sobre el alcance del ajuste y por la incertidumbre sobre si se aplicarían cambios al equipo económico, justo en una semana marcada por la preocupación en el oficialismo sobre ese tema. Pero el hermetismo fue tal que los ministros sectoriales se enteraron recién hoy de las modificaciones. Algunos, incluso, tenían actividades fuera de Santiago y las tuvieron que cancelar, luego que desde las 14.00 los comenzaran a contactar desde La Moneda para decirles que el Presidente los esperaba a las 17.45, sin decirles para qué. Los llamados también incluyeron a los dirigentes de Chile Vamos, quienes fueron contactados por el jefe de gabinete, Andrés Chadwick, para informarles los detalles del cambio, que se produce en una semana marcada por la disminución en el respaldo a Piñera en las encuestas -por primera vez su apoyo está bajo el 50%, según Cadem-, la caída en las expectativas de la ciudadanía sobre la economía y la situación del empleo.
Ese escenario preocupa al oficialismo y copó gran parte de la conversación que hubo el lunes en la reunión del comité político entre los ministros y los dirigentes de Chile Vamos.
En ese contexto, durante el día circularon versiones de que el ajuste sería mayor y que contemplaría, por ejemplo, al titular de Economía, José Ramón Valente. Sin embargo, en La Moneda sostienen que en la nómina no estaba incluido. Esto, pese a que él y el resto de los secretarios de Estado -como, por ejemplo, el jefe de Salud, Emilio Santelices- fueron parte de la evaluación global que se hizo.
Respecto de Valente, en La Moneda dicen que los números van bien y que los resultados en materia de empleo son una "transición". Así, agregan que un cambio en el equipo económico implicaba dar una señal inversa a la que se busca transmitir: que la mejora en el crecimiento y su efecto en el empleo es algo que va por buen camino. Y recalcan que aplicar modificaciones en la gestión económica sería negativo comunicacionalmente.
Así, el cambio de gabinete se acotó a la salida de Gerardo Varela de Educación, siendo reemplazado por quien hasta hoy se desempeñaba como titular de Medio Ambiente, la exdiputada Marcela Cubillos, quien hoy en la mañana llegó a La Moneda para reunirse con Piñera. Además, se nombró a Mauricio Rojas -que ejercía como director de contenidos del segundo piso- en Cultura, en reemplazo de Alejandra Pérez; y la llegada de Carolina Schmidt a Medio Ambiente. Asimismo, pese a que la vocera Cecilia Pérez evitó confirmar la salida de Gloria Burgos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, fuentes de Palacio lo ratificaron, informando que en su lugar asumirá Luis Castillo.
La salida de Varela -cuya llegada al gabinete fue una apuesta personal de Piñera- era esperada en el oficialismo. En Chile Vamos dicen que estaban al tanto de que el Mandatario no iba a tolerar más salidas de libreto, como la que hoy protagonizó al volver a hablar de los "bingos". Así, dicen que sus palabras terminaron por precipitar que el cambio se realizara hoy. Según otras versiones, su alejamiento estaba definido desde antes. Esto, porque en Palacio aseguran que comunicacionalmente estaba débil y que su agenda estaba "quedando invisibilizada" debido a sus controvertidas declaraciones. Además, algunos en el Ejecutivo lo culpan de ser un factor -junto a la caída en las expectativas económicas- detrás de la baja en el respaldo a Piñera en las encuestas.
En el caso de Alejandra Pérez, en Palacio dicen que no logró levantar la agenda del programa de gobierno y que le pesaron sus enfrentamientos con personeros de Chile Vamos, generando conflictos que, a juicio del gobierno, eran innecesarios.
Fuerte mensaje económico
Más allá de la salida de Varela, lo más llamativo de la ceremonia terminó siendo el tema económico. Esto, por el extenso mensaje que entregó Piñera. En un discurso que se prolongó por 12 minutos, el Mandatario abordó principalmente ese tema, sobre el que en los últimos días se diseño un plan comunicacional en La Moneda.
Luego de agradecer a los ministros salientes y darle la bienvenida a los entrantes, Piñera dijo que el "mandato" que le entregó la ciudadanía fue "superar el letargo en que había caído nuestro país y avanzar a pie firme hacia un país desarrollado, sin pobreza y con verdaderas oportunidades y seguridades para todos". Y agregó: "Ellos exigen poner en el corazón de las prioridades de nuestro gobierno las verdaderas prioridades de la inmensa mayoría de los chilenos. Y, en forma muy especial, los temas de seguridad ciudadana, mejorar la calidad de la salud y educación, mejorar las pensiones y crear buenos empleos, con buenos salarios".
Piñera insistió, señalando que "en el tema del crecimiento y de la creación de empleos, que ha estado en el debate público, quiero recordar que durante los primeros cuatro meses de nuestro gobierno nuestra economía ha crecido, en promedio, a un 5,2%" y que "esa cifra más que triplica el crecimiento promedio del gobierno anterior". Asimismo, comentó que "la inversión y la productividad, que sólo cayeron durante el gobierno anterior, están recuperándose", junto con abordar el cierre de algunas empresas y señalar que "en materia de creación de empleos y mejora de los salarios (...) hemos tomado y vamos a seguir tomando todas las medidas necesarias para dinamizar y vigorizar ese proceso". Así, sostuvo que "comprendo el anhelo de muchos, e incluso la impaciencia de algunos, por avanzar más rápido", agregando que en materia de empleo "le aseguro a mis compatriotas que, en esta materia, pueden confiar en nosotros, no los vamos a defraudar".
La jornada había comenzado con la reacción que provocó en el gobierno las críticas que lanzó la expresidenta Bachelet en una entrevista a The Clinic, publicada la noche del miércoles, en la que señaló que "he visto una economía debilucha, que ha aumentado el desempleo".
El propio Piñera se encargó de responderle durante la mañana, remarcando los contrastes entre ambos gobiernos. Todo esto, en la misma línea del mensaje que entregaría más tarde tras el cambio de gabinete y, además, justo en medio de una actividad en la que presentó un proyecto de ley de trabajo a distancia. "En los primeros cuatro meses de gobierno el país ha crecido 5,2%, eso es tres veces más de lo que se creció en el gobierno anterior; en segundo lugar, la inversión y la productividad, que sólo cayeron durante el gobierno anterior, están creciendo", dijo. Además, aseveró que la economía "está creando del orden de 180 mil empleos al año y de mejor calidad, ya que son con contrato, a diferencia de lo que ocurría antes, que eran trabajos por cuenta propia".
Las declaraciones fueron acompañadas de un enérgica frase: "Les puedo asegurar a mis compatriotas que, en esta materia, vamos a cumplir. No los vamos a defraudar".
El mensaje será reforzado este viernes, cuando Piñera lidere una actividad a las 11.00 junto al ministro Valente, en la que se anunciará el lanzamiento de la Agenda de Productividad y Competitividad, además de la creación de la Oficina de Productividad y Emprendimiento Nacional.
Las claves del ajuste
El impacto de las encuestas
"No vamos a hacer un cambio de gabinete porque haya una palabra más o menos", decía el 29 de julio Sebastián Piñera, al abordar los errores comunicacionales cometidos en días previos por Gerardo Varela y José Ramón Valente.
Al día siguiente, Cadem revelaba una caída de cinco puntos en la aprobación presidencial durante esa semana, quedando con 49%, bajando por primera vez del umbral del 50%. El gabinete, en tanto, se desplomaba a un 35% de respaldo, bajando 8 puntos respecto a la medición anterior. Tres días después, la encuesta Criteria reforzaría lo que en el propio oficialismo tildaron como el "fin de la luna de miel", luego que marcara la caída del 60% al 49% en la aprobación presidencial durante el mes de julio.
A esas alturas, en La Moneda ya comenzaba a instalarse la idea de un cambio de gabinete. La situación de Varela era el principal foco de atención. Luego de sugerir la realización de bingos para financiar reparaciones de escuelas públicas, su nivel de conocimiento se duplicó, pero su aprobación cayó 18 puntos, llegando al 22% y su rechazo alcanzó el 74%.
El último sondeo de Cadem de este lunes solo confirmó el escenario. La aprobación de Piñera llegó al 45% -bajando 15 puntos en poco más de un mes- y la de su gabinete llegó a 33%. A eso se agregó un dato adicional que impactó en La Moneda: la percepción de la economía de los encuestados. Según dicho sondeo, un 48% señaló que el país iba "por buen camino", 23 puntos menos que al comienzo del gobierno en marzo.
Errores no forzados gatillaron el ajuste
A pocas horas de cumplir los cinco meses de gobierno, Sebastián Piñera concretó su primer cambio ministerial. Se trata de uno de los más "rápidos" de los últimos gobiernos, sólo superado por el que realizó Michelle Bachelet en su primer mandato, que se concretó a cuatro meses de haber asumido.
Un ajuste a poco andar no estaba considerado en el diseño original de un gobierno que, sin embargo, resintió con fuerza los denominados "errores no forzados" de distintos ministros. En el caso de Varela, una serie de intervenciones polémicas lo pusieron rápidamente en el ojo de la crítica pública. Pero su último comentario sobre los bingos -aseguran en La Moneda- redujo al mínimo su margen de acción. El concepto -qué rápidamente se comparó con frases que marcaron al segundo gobierno de Bachelet, como los "patines" de Nicolás Eyzaguirre o la "retroexcavadora" de Jaime Quintana- lo dejó expuesto y con escaso capital político para impulsar una agenda compleja, expuesta a permanentes críticas de la oposición.
Respecto de Alejandra Pérez, en La Moneda aseguran que junto a algunas intervenciones públicas desafortunadas y a la controversia surgida en torno a la salida del director del Museo Histórico, Pablo Andrade, su salida estuvo gatillada por el fuerte desgaste interno que vivió en su cartera, con múltiples cambios en el equipo, que incluyó una alta rotación de jefes de gabinete. Un desgaste que, aseguran, le impidió visibilizar una cartera que debe destacar por "noticias positivas".
La apuesta personal de Piñera
El 23 de enero pasado, Sebastián Piñera invitó a su hogar a desayunar a los principales dirigentes de Chile Vamos. En esa cita, les informó los nombres de los miembros del gabinete que anunciaría más tarde.
Testigos de dicha conversación aseguran que dos de los nombres que generaron más sorpresa fueron los de Gerardo Varela y Alejandra Pérez. Rápidamente los partidos entendieron que en ambas designaciones había un sello personal del Mandatario, en línea con otras señales que advirtieron en esa ocasión: alta reiteración de nombres que estuvieron en su primer gobierno y un círculo de estrechos colaboradores en el denominado comité político.
Los ministros que salieron hoy del gabinete eran probablemente los que menos afectos tenían en Chile Vamos. Y eso se notó en estos cinco meses de gobierno. Desde los partidos hubo poca paciencia con las salidas de libreto de Varela, lo que se manifestó en varias críticas públicas. A Pérez, en tanto, siempre se le miró con reticencia por su cercanía con el mundo DC, dado sus anteriores vínculos laborales con René Cortázar y José Pablo Arellano.
No toca al equipo económico ni al comité político
La última semana estuvo marcada por la inquietud que se instaló en el gobierno por la caída en la percepción de la ciudadanía sobre el devenir de la economía. El tema se abordó en profundidad en el comité político ampliado del lunes. Y hoy el propio Piñera remarcó el énfasis en el punto, al responder detalladamente las críticas vertidas por Bachelet sobre ese tema.
En ese escenario, en el oficialismo se instaló la preocupación de que un eventual ajuste de gabinete incluyera cambios en el equipo económico, tomando en cuenta además las críticas del mundo empresarial ante lo que consideran una agenda poco audaz, que no cumple la promesa de potenciar el crecimiento.
Desde La Moneda, sin embargo, aseguran que esa posibilidad nunca estuvo en carpeta, porque más allá de lo que reflejan las encuestas, todos los indicadores económicos van "al alza" y sólo es cosa de tiempo para que los efectos de esa tendencia impacten a las personas.
En la misma línea, desde el Ejecutivo transmiten que siempre estuvo en mente un cambio "acotado". En ese sentido, nunca se consideró hacer modificaciones en el denominado equipo político, donde conviven los colaboradores más estrechos del Mandatario.
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