Ayer, cerca de las 13:30, el ministro secretario general de la Presidencia (Segpres), Álvaro Elizalde, realizó un punto de prensa con el objetivo de abordar el veto con el que el Ejecutivo busca, entre otras materias, reponer las multas al voto obligatorio en caso de que no asistan a sufragar. Esto en medio de la discusión de la reforma electoral que busca extender a dos días las elecciones del próximo 27 de octubre.

El viernes de la semana pasada, el secretario de Estado confirmó que en el veto que enviará el Presidente Gabriel Boric se excluirá a los extranjeros de la multa, ya que dijo que se establecería para los “ciudadanos”y no “electores”, como decía el mensaje presidencial original.

De hecho, ese giro del gobierno, que se evidenció la semana pasada, generó incomodidad en el oficialismo -ya que acusaron improvisación e incluso algunos senadores, a petición de Elizalde, cambiaron su voto y terminaron rechazando en la comisión mixta la iniciativa original que incluía a los extranjeros-.

En la oposición, en tanto, acusaron que la decisión fue por motivos electorales, argumentando que el electorado inmigrante favorecía a la derecha. Pero no solo se quedaron ahí, en Chile Vamos incluso aseguraron que se rompieron las confianzas y amenazaron con cortar los diálogos con La Moneda para tramitar las reformas.

En este escenario, Elizalde ayer evidenció un cambio en sus declaraciones y se abrió a buscar un consenso en la materia.

“Nosotros ya adelantamos lo que entendíamos debía ser el contenido del proyecto, pero eso no obsta que vamos a escuchar a las distintas bancadas, distintos partidos, para ver si es posible construir un acuerdo mayoritario que permita que el proyecto sea aprobado con alto quorum que establece nuestro marco constitucional”, aseguró Elizalde desde La Moneda.

Así, y después de mantenerse algunos días en silencio, el ministro se abrió a realizar modificaciones al contenido del veto que originalmente se iba a ingresar el próximo martes, pero que según el titular de la Segpres podría postergarse. “Vamos a iniciar esta ronda de consultas con el objetivo de que tenga apoyo transversal, tratando de evitar lo que ha ocurrido hasta ahora: que aspectos específicos de este proyecto sean rechazados en algunos casos por parlamentarios del oficialismo y en otros por parlamentarios de la oposición”, añadió.

El ministro comenzará a sostener conversaciones desde el lunes, según indicaron desde la Segpres. La apertura de Elizalde a iniciar un proceso de diálogo en esta materia ocurre en momentos en que están enfrentando la crisis de seguridad a raíz del alza de homicidios en la Región Metropolitana. Por lo tanto, algunos en la oposición lo leen como un gesto para buscar entendimientos en esa materia.

En el Ejecutivo, en todo caso, transmiten que es complejo volver a cambiar de postura e incluir a los extranjeros en las multas. De todas formas, en sectores del oficialismo reconocen que es difícil defender excluirlos, ya que los comicios para el último proceso constitucional también fueron con voto obligatorio y, en esa ocasión, sí estuvieron considerados los inmigrantes.

En Chile Vamos y en republicanos están atentos a los pasos del gobierno respecto del veto. Por lo mismo, decidieron elevar el tono apuntando a que el Ejecutivo está cambiando las reglas democráticas e, incluso, han intentado hacer comparaciones con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Eso sí, en privado, en la derecha reconocen que también hay un factor electoral que les preocupa: si no hay multa para los extranjeros, ese electorado no irá a votar y, por ende, creen que se perjudicarán algunas de sus candidaturas. Por lo mismo, reconocen que también eso podría obligar un rebaraje en la negociación municipal de la derecha.

De hecho, en Chile Vamos y republicanos creen que se verán obligados a llegar a acuerdos en zonas donde hay un voto importante de inmigrantes y que hoy en las negociaciones están con nudos.

Las mismas fuentes hablan de que se verían forzados a llevar candidatos únicos en al menos diez zonas del país, con el objetivo de contrarrestar el efecto electoral en caso de que no asistan a sufragar los extranjeros.

De hecho, el tema se conversó el miércoles en la reunión que sostuvieron los presidentes de partidos de Chile Vamos y del Partido Republicano: Javier Macaya (UDI), Rodrigo Galilea (RN), Gloria Hutt (Evópoli) y Arturo Squella (republicano).

Según conocedores de la conversación, se coincidió en que, en caso de eximirse a los extranjeros del voto obligatorio, estarían obligados a enfrentar en unidad los próximos comicios, esto a una semana de que se cierre el plazo para inscribir las candidaturas.

“Nosotros siempre estamos haciendo esfuerzos para generar espacios de unidad en una oposición amplia, por lo tanto, ese esfuerzo subentiende las condiciones electorales que puedan existir (si es que se deja fuera a los extranjeros)”, aseguró a La Tercera el presidente de RN, Rodrigo Galilea.

En el bloque, de todas formas, valoraron las palabras de Elizalde. “Se generó una situación muy compleja y de impacto negativo para la legitimidad de nuestras autoridades, que se valida con más votos. Eso afecta la profundidad de la democracia. Debemos cuidarla. Esperamos que esa conversación sea fructífera”, indicó Hutt.

En la oposición, en todo caso, dicen que si el gobierno no cambia su postura, no están dispuestos a avanzar en tramitar otras reformas.

Además, evalúan acudir al Tribunal Constitucional (TC).

Al respecto, Galilea agregó que “seguimos esperando que no alteren las reglas electorales. Es un precedente negativo y si llegara a ocurrir vamos a ejercer todas las posibilidades que tengamos, incluso el TC”.

En Chile Vamos, de todas formas, aseguran que todavía no han sido contactados por el gobierno para iniciar conversaciones sobre la materia.