Presidente argentino insiste en crítica a la justicia chilena y sostiene que se puso “al servicio de quienes persiguen opositores”

“Yo respeto las instituciones, espero lo mismo de mis colegas”. Con esa frase, el Presidente Gabriel Boric, expresó su inconformidad tras conocerse que su par argentino, Alberto Fernández, firmó una carta de 40 líderes del Grupo de Puebla -foro político integrado por personeros de la izquierda latinoamericana- en la que se cuestiona a la justicia y fiscales chilenos en el marco del caso SQM. En el texto, los firmantes expresaban su apoyo a Marco Enríquez-Ominami y aseguraban que los “fiscales con dedicación exclusiva y con gran apoyo mediático y financiero han ido dilatando el juicio” en contra del exdiputado.

El episodio fue a mediados de febrero. La entonces ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, señaló que esas declaraciones eran “absolutamente improcedentes”. Urrejola informó que habló con el embajador argentino, Rafael Bielsa sobre la situación, al mismo tiempo que descartó que la carta afectara las relaciones bilaterales con el país trasandino.

Pese a la polémica suscitada entonces, Fernández ha insistido en su cuestionamiento a la justicia en Chile, en el marco de un intercambio epistolar con el Mandatario de Ecuador, Guillermo Lasso.

“Sabe usted el respeto que le dispenso. Sabe también que quiero que la institucionalidad ecuatoriana se preserve. Pero quiero que sepa también que a todos debe lastimarnos que en su Patria, como en la mía, como en Brasil o como en Chile la Justicia se haya puesto al servicio de quienes persiguen opositores”, escribió Fernández en una carta a Lasso que fue publicada en la cuenta oficial en Twitter del líder trasandino.

Esto, en el marco de la tensión entre ambos gobiernos después de que la exministra ecuatoriana María de los Ángeles Duarte Pesantes, condenada por corrupción, se fugara de la embajada argentina en Quito, donde se encontraba refugiada.