La tensión al interior de la comisión política del Partido Socialista (PS) se hacía sentir con fuerza. Al cierre de esta edición, concluía la instancia que tuvo como objetivo cerrar de una vez la crisis que se desató por el polémico reemplazo de Isabel Allende en el Senado.

Todo estalló cuando la directiva del partido, que encabeza Paulina Vodanovic, retiró el oficio que presentó en el Senado para que Tomás de Rementería asuma como el reemplazo de Allende en la Cámara Alta, tras su destitución del cargo por la fallida compraventa de la casa de su padre, Salvador Allende.

El trámite se hizo en oposición a un acuerdo que hubo entre Allende y la mesa del partido para que fuera ella quien escogiera a su sucesor. Esto provocó que la propia exsenadora calificara el hecho como “grave” y solicitara a la comisión política respetar su voluntad. Todo a través de un comunicado público que golpeó con fuerza a la colectividad.

Durante este miércoles, los socialistas incluso temían que la exsenadora pusiera fin a su militancia en la colectividad. De hecho, según dos versiones, la legisladora transmitió que estaba en reflexión y dispuesta a renunciar en medio del enredo que se generó por quién será su reemplazante.

La histórica militante PS dijo en privado que la dirección del partido la ha “revictimizado” en el momento más complejo de su carrera política. Y así se lo hizo saber a integrantes de la directiva de su partido, a quienes les advirtió que si no se cumple el compromiso adquirido, podría dejar la tienda.

La situación se complejizó aún más cuando De Rementería anunció, a través de una carta a la militancia, que decidió bajarse de la carrera por el cupo, y dejó el deseo de Allende en suspenso.

La advertencia tuvo efecto. Tanta fue la tensión al interior del PS, que Grandes Alamedas tuvo una reunión de emergencia en el Congreso durante la tarde del miércoles, en la que participaron, además de los parlamentarios de ese lote, Andrés Santander y el vicepresidente del PS Arturo Barrios.

Durante la jornada, además, se zanjó que Barrios sería el reemplazante de De Rementería en la Cámara de Diputados. El acuerdo, en el caso de este último, finalmente fue ratificado por la comisión política, con 22 votos a favor y tres abstenciones. Estas últimas de Camilo Escalona, David Acuña y Carolina Pizarro.

Barrios, en tanto, fue visado como diputado con 23 votos a favor y una abstención.

Los problemas con el reemplazo surgieron cuando De Rementería no entregó garantías para competir por el escaño al Senado en Valparaíso en las parlamentarias de noviembre próximo, en consideración a que su pareja, Karol Cariola (PC), planea disputar el mismo espacio. Esto puso en entredicho la posibilidad de que el PS mantuviera representación en la segunda región más importante del país.

Ayer en el partido, tras las conversaciones que hubo entre Grandes Alamedas, se resolvió que el asunto de la elección se examinará en detalle antes de la inscripción en agosto, y en conversación con otras fuerzas políticas.

La decisión de Allende de nominar a De Rementería como el heredero de su cupo generó resistencia en el PS y en particular en algunos miembros de Grandes Alamedas, el lote al que pertenecen él y Allende. El senador Alfonso De Urresti se cuenta entre los parlamentarios que abogaron por que el partido tomara otro camino. Fuentes de la colectividad, de hecho, aseguran que ayer el parlamentario por Valdivia tuvo un fuerte cruce con el diputado de Valparaíso por ese hecho.

Por otra parte, la mañana del miércoles, en entrevista con CNN Radio, el diputado y vicepresidente PS Raúl Leiva planteó que “Andrés Santander y Arturo Barrios pertenecen a un grupo, una vertiente dentro del partido, que es Grandes Alamedas. Andrés es quien lidera esa sensibilidad. Hay una legítima aspiración (de ocupar el cargo), mas creo que es importante respetar las instancias dentro del partido (…) y la voluntad de la senadora Allende”.

Leiva hizo referencia a Santander y a Barrios porque fueron las otras opciones que se mencionaron al interior del partido cuando se supo que Allende sería destituida.

En consideración de las fuertes tensiones, el martes por la noche Vodanovic contactó a De Rementería para pedirle que reconsidere poner su nombre a disposición. Y ayer por la mañana tuvo contacto con Allende a través de WhatsApp para explicarle la situación y hacerle saber que se mantendría su voluntad. De acuerdo a quienes supieron del intercambio, la histórica militante socialista le hizo saber que su furia no ha cesado.

Vodanovic sabe que hay mucho en juego. Y es que recién este sábado fue proclamada por unanimidad como la candidata presidencial del PS. Cualquier paso en falso en esta etapa puede ser trágico para ella, puesto que en el partido se mantienen activas voces que sugieren que los socialistas deberían abrazar la candidatura de Carolina Tohá (PPD).