Política

Quién teme a Pamela Jiles: la codiciada Comisión de Constitución que hoy nadie quiere presidir por la presión de los retiros

El diputado Calisto presentó su renuncia a la presidencia de esta estratégica instancia. El problema es que, hasta hoy, no hay interesados o cartas claras para asumir el cargo que, en circunstancias normales, tendría aspirantes de sobra.

6 AGOSTO 2024 LA DIPUTADA PAMELA JILES DURANTE COMISION . FOTO: DEDVI MISSENE Dedvi Missene

Un anuncio sorpresivo hizo el diputado Miguel Ángel Calisto (independiente Demócratas) en la sesión del martes de la Comisión de Constitución de la Cámara.

Al final del encuentro dijo que presentaba su renuncia a la presidencia de la instancia, uno de los espacios de poder más importantes y estratégicos del Congreso, debido a las prerrogativas que adquiere su titular para manejar los ritmos de la agenda legislativa en cualquier tema que modifique la Constitución y el sistema judicial.

“Quedan 5 minutos y quiero aprovechar esta instancia, tomando en cuenta que, lamentablemente, en el último tiempo no se ha estado cumpliendo la palabra en este Congreso, viendo, por ejemplo, lamentablemente, que algunos vicepresidente de esta corporación no renuncian. Yo quiero tomarme este espacio para poner a disposición el cargo, mi renuncia como presidente de la Comisión de Constitución, Justicia y Reglamento”, dijo Calisto.

Si bien ningún miembro de la comisión había solicitado su dimisión, en su decisión influyó un conjunto de factores.

En el último año del actual período parlamentario (2022-2026) varios diputados ya están pensando en su reelección o en dar un salto al Senado (como es el caso de Calisto), por lo tanto, la responsabilidad de dirigir esta comisión inevitablemente le quita tiempo a la campaña electoral.

No obstante, según admiten varios miembros de la Comisión de Constitución, en la decisión de Calisto también pesaba otro factor: la inminente y creciente presión que pondrá la diputada Pamela Jiles (independiente e integrante de esta instancia) para comenzar a tramitar una reforma constitucional que habilite un nuevo retiro de ahorros previsionales.

Lo más insólito de la renuncia de Calisto -que aún debe ser aceptada, en una votación que se realizará el 6 de mayo- es que, hasta hoy, no hay interesados o cartas claras para asumir la presidencia de esta estratégica y codiciada comisión. En circunstancias normales, los aspirantes para el cargo suelen sobrar en vista de la vitrina y el poder que adquiere su titular, quien tiene la facultad de poner en tabla los proyectos y determinar si se votan, aun cuando tengan o no tengan urgencia del Ejecutivo.

La razón es simple. Jiles, quien ha sido la principal promotora de los retiros -como mecanismo de ayuda social y, a la vez, política pública en contra de las AFP-, exigirá a quien presida la instancia poner en debate los giros previsionales. Oponerse a ello no es fácil. Menos en un año electoral.

En el pasado, los diputados Raúl Leiva (PS) y Karol Cariola (PC), que presidieron la instancia, vivieron momentos amargos, entre la presión de Jiles y la que ejercía el gobierno para frenar estas iniciativas.

Las jugadas de Jiles

En respuesta a la resistencia gubernamental, liderada por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en abril de 2024, Jiles hizo un golpe de mesa y dio el voto decisivo para que Calisto, con el apoyo de la derecha, asumiera la presidencia de Constitución.

Luego de ello, el legislador independiente-Demócratas, representante de Aysén, puso en discusión varias mociones de retiros desde los fondos de pensiones, fusionados en un texto, pero que fueron rechazados en la comisión con una mayoría opositora y del oficialismo. Si bien Calisto, junto a Raúl Soto (PPD), Marcos Ilabaca (PS) y la misma Jiles aprobaron la medida, las mociones fusionadas pasaron con informe negativo a la sala en agosto del año pasado.

Entonces la diputada independiente ya tenía claro que el nuevo retiro no tendría apoyo en la sala. Pero su plan era otro. Al ser rechazada la idea de legislar, la reforma no podía volver a discutirse en un año, de acuerdo a una restricción que fija la Constitución. Por lo tanto, su objetivo era reactivar la discusión justo en las semanas previas a las elecciones de este año, apostando a que el clima electoral y la presión social darían vuelta varios votos del oficialismo y la oposición.

El Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia, que entonces lideraba Álvaro Elizalde (PS), anticipó la jugada y trató de aplazar la votación de los retiros para diciembre de 2024 o enero de 2025. Con ello, el fin de la “veda constitucional” para volver a discutir los giros previsionales se acabaría después de las elecciones parlamentarias y presidenciales.

Jiles reaccionó con otro movimiento y convenció a los autores de las distintas mociones, que habilitaban un rescate de fondos, a que le quitaran la firma para finalizar la tramitación y evitar que el gobierno los pusiera en discusión.

Desde entonces el debate de los ahorros previsionales entró en el congelador, aunque Jiles ya ingresó una nueva reforma que hoy espera su tiempo en la mencionada Comisión de Constitución.

Poco entusiasmo

“Hoy día la presidencia de la Comisión de Constitución es una materia absolutamente abierta. No existe claridad respecto a lo que va a suceder... Efectivamente hoy día los retiros son un factor, es un factor para todos”, comentó el diputado Marcos Ilabaca (PS), quien ha apoyado en el pasado los retiros, por ende, es una carta para presidir la comisión en la medida en que haya un acuerdo con Jiles.

“Sin duda que los proyectos de retiros son un factor para que al parecer no haya mucho entusiasmo para asumir la presidencia en año electoral por parte de quienes podrían hacerlo en razón de las mayorías que hoy tiene la izquierda en la comisión”, comentó el diputado Andrés Longton (RN), quien también integra la candente instancia.

“En la Comisión de Constitución se dan paradojas increíbles, porque ahí es mayoría la oposición, pero es mayoría con Pamela Jiles y Calisto. Hay conversaciones dada la influencia desmedida que ha tenido Pamela Jiles en las presidencias anteriores para promover los retiros de fondos de pensiones. Ese va a ser un factor decisivo”, comentó otro integrante de este espacio legislativo, el diputado Leonardo Soto (PS).

Dado el escenario, en la misma derecha hay quienes pretenden rechazar la renuncia de Calisto para que siga en el cargo.

“El diputado Calisto ha hecho una buena presidencia, muy equilibrada, muy seria y responsable y él debiese mantenerse”, dijo el diputado Luis Sánchez (republicano), quien agregó su bancada no tendría inconveniente en volver a discutir los retiros en la antesala de las elecciones. “Desde el Partido Republicano siempre hemos sido muy claros y no rehuimos al tema. Si se vuelven a poner los retiros en tabla, los vamos a votar en contra una vez más. No andamos con cálculos electorales ni políticos. Somos de una sola línea”, añadió Sánchez.

Los parlamentarios de Chile Vamos, en privado, responden que los republicanos llevan solo un período y conocen lo que es vivir la presión de los retiros en un año electoral, coincidiendo en se trata de una mala política pública, que es rechazada por el Presidente Gabriel Boric y también por Evelyn Matthei y los otros abanderados de derecha como José Antonio Kast y Johannes Kaiser.

Por ello, hay conversaciones para que la presidencia de la comisión de Constitución sea cedida a una figura del oficialismo que se oponga a los retiros como la diputada Javiera Morales (Frente Amplio) o el mismo Leonardo Soto (PS), quien por límite constitucional no puede ir a su reelección.

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