Raúl Soto (PPD), presidente de la Cámara: “Tiene que existir un nuevo Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución el día posplebiscito”

Raúl Soto

Independientemente de si triunfa el Apruebo o el Rechazo, el presidente de la Cámara Baja llama a abrir una vía de continuación del proceso constituyente con el Congreso como "espacio natural" para realizar ajustes. Eso sí, Soto emplaza a que estos sean definidos desde el Ejecutivo, en un "golpe de timón" liderado por el Presidente Gabriel Boric, quien ya ha mostrado apertura para realizar mejoras al texto si este es aprobado. Además, llama a que es institucionalmente responsable ponerse también en un escenario de triunfo del Rechazo.


Dice que esta semana se iniciarán conversaciones con el resto de las bancadas y, que la idea, encontraría respaldo desde el Socialismo Democrático hasta la derecha. Luego de la semana donde la Convención Constitucional selló el fin de su trabajo con la entrega de la propuesta de nuevo texto, y la salida pública de varias figuras políticas por el Rechazo, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), señala que es momento -tanto en el escenario de que gane el Apruebo como si gana el Rechazo- de dar viabilidad política a una continuación del proceso constituyente y subir la apuesta que se ha hecho desde el Rechazo para reformar y el decálogo de cambios a realizar si no se refrenda la nueva Carta Magna.

“Si gana el Apruebo, necesitamos mayorías políticas y legislativas para implementar y mejorar la nueva Constitución. Y si gana el Rechazo, esas mismas mayorías las vamos a necesitar para fijar un nuevo camino de cambio constitucional”, dice. El parlamentario plantea que debe ser el Presidente Gabriel Boric quien convoque transversalmente a una instancia así.

Con las encuestas que demuestran tendencia hacia la opción Rechazo, y el decálogo de reformas presentado por Chile Vamos, ¿es hora que el sector del Apruebo se anticipe a ese escenario también?

El rechazo ya apostó a ampliar su base de apoyo con el Rechazar para reformar. Lo que corresponde ahora es que el Apruebo haga lo mismo, que dé garantías de mejoras y correcciones posteriores al 4 de septiembre que les de la tranquilidad a los indecisos para ampliar su base de apoyo. Lo que se ha planteado desde el aprobar para mejorar necesita “carne”, viabilidad política. Es la única manera de revertir la tendencia y hacer que el Apruebo gane.

¿No le convence el documento elaborado por la derecha?

La campaña del rechazo se está pareciendo mucho a una defensa concertada de la elite política y económica para defender sus privilegios garantizados por el actual statu quo, y ante eso la ciudadanía se terminará rebelando más temprano que tarde. Cuesta creerle a la derecha que va a permitir los cambios a los cuales se opuso durante 30 años y creo todavía que las garantías que dan todavía no son suficientes. Por eso, a muchos en nuestro sector nos tranquiliza más primero aprobar y después mejorar, porque esa opción nos permite partir sobre la base concreta de un Estado social y democrático de derecho.

¿Cómo debería plantearse esa opción y quién es el llamado a hacerlo? ¿El Ejecutivo?

Tiene que existir un nuevo Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución el día posplebiscito. Si gana el Apruebo, necesitamos mayorías políticas y legislativas para implementar y mejorar la nueva Constitución. Y si gana el Rechazo, esas mismas mayorías las vamos a necesitar para fijar un nuevo camino de cambio constitucional. El llamado es a poner a Chile por delante y evitar una nueva crisis. Yo veo un espacio natural que va desde el Socialismo Democrático hasta la UDI, de incluso 2/3, que nos puede dar garantías de que eso va a ser posible, que vamos a construir acuerdos posplebiscito que nos va a permitir implementar y mejorar si gana el Apruebo, o fijar un nuevo camino de cambios si gana el Rechazo. El único que puede dar garantía de ello es el gobierno. Creo que en estos momentos está en manos del Presidente Gabriel Boric, quien ya se abrió a la posibilidad de hacer correcciones y mejoras, pero que ahora debe decir explícitamente cuáles son esas correcciones y mejoras y dar una señal tranquilizadora desde el Ejecutivo.

De lo que se desprende, ¿usted cree que esto debería ser a nivel del Congreso?

Desde la Cámara vamos a promover este Acuerdo por la Paz y la nueva Constitución 2.0. Creo que la Cámara de Diputados será el espacio natural para dar gobernabilidad a Chile en esa etapa posplebiscito. Nosotros hemos sido especialmente respetuosos del proceso y de las reglas del juego pactadas en el acuerdo del 15 de noviembre. No estamos defendiendo intereses ni queremos dinamitar el proceso si efectivamente vence el Apruebo. Si el Apruebo gana, de hecho, la Cámara de Diputados es una de las pocas instituciones que sale fortalecida y eso es garantía de que nuestra única preocupación real es Chile. Vamos a empezar las conversaciones para garantizar ese momento posterior al plebiscito.

¿Cómo ve el escenario para el Apruebo? ¿Es remontable en estos dos meses de campaña la distancia o ventaja que ha alcanzado el Rechazo?

Todavía es posible de revertir. Sobre todo si el “golpe de timón” viene de parte del Presidente Gabriel Boric. Si se hace un catálogo (de reformas) que nos permita tranquilizar al país y a los indecisos, manifestando que sí va a ser viable de cambiar el texto, de corregirlo, de mejorarlo, respetando la voluntad popular, eso va a permitir calmar las aguas. Se necesita un compromiso de parte del Ejecutivo y de parte del Presidente, porque esa apertura para hacer reformas debe traducirse en cosas concretas, que explicite cuáles son esas cosas y de qué manera las va a corregir, para trabajarlo en la Cámara con las distintas bancadas.

Abrirse a ambos escenarios es similar a lo que propone el Presidente Lagos. ¿Qué lectura hace de las palabras del exmandatario?

Respeto profundamente al Presidente Lagos, la historia va a relegitimar su liderazgo, su postura de Estado y hay que tener mucho cuidado con quienes lo critican tan fuertemente. Lo que hizo Lagos fue abstraerse de la contingencia política, que hoy es binaria entre el Apruebo y el Rechazo, para poner sus ojos en el día posterior, que es un poco lo mismo que estamos proponiendo desde la Cámara de Diputados, que es habilitar caminos para evitar una nueva crisis política.

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