Reforma previsional: la gran prueba de fuego de Chile Vamos

Comision de Trabajo en el Senado 20/1/25
Los senadores Coloma (UDI) y Galilea (RN), miembros de la comisión de Trabajo.

En su carrera por volver a La Moneda, el bloque opositor ha intentado afianzar su coordinación durante la tramitación del proyecto de pensiones. La postura de situarse como una derecha de acuerdos, sin tapujos frente al Partido Republicano, ha ganado terreno en la coalición.


El 14 de enero, Evelyn Matthei convocó a su residencia a los senadores de su partido, la Unión Demócrata Independiente (UDI), a una comida de camaradería en horas de la noche. Por esos días, la reforma de pensiones vivía un momento determinante antes del ingreso de las 176 páginas de indicaciones al proyecto.

Ahí, los tres negociadores de Chile Vamos -los senadores Juan Antonio Coloma (UDI), Rodrigo Galilea (RN) y Luciano Cruz-Coke (Evópoli)- sostuvieron distintas reuniones con la titular del Trabajo, Jeannette Jara, y el ministro de Hacienda, Mario Marcel. Incluso, fuera de los horarios habituales. Fue a propósito de una de esas citas -aseguran presentes- que el senador Coloma debió retirarse antes de la casa de Matthei.

Si es por establecer una fecha, en Chile Vamos coinciden en que hay dos momentos clave que afianzaron la coordinación de los tres parlamentarios como un bloque único frente al Ejecutivo: cuando en julio del año pasado Coloma asumió la presidencia de la Comisión de Trabajo del Senado debido a los problemas de salud de Iván Moreira (UDI) y se acordó un protocolo de tramitación que puso como deadline el despacho del proyecto desde el Senado en enero de 2025.

Sin embargo, luego de la segunda vuelta de gobernadores las coordinaciones se intensificaron, el tranco de la negociación se aceleró y ello contempló -incluso- bajadas comunicacionales comunes entre los senadores.

El buen resultado electoral del sector consolidó la idea de poder alcanzar una reforma ideológicamente favorable a sus intereses y validada ante la ciudadanía, pese a los emplazamientos del Partido Republicano, quienes han estado constantemente en tensión con la coalición por los diálogos con el gobierno.

Hasta el cierre de esta edición, el acuerdo entre el gobierno y la mesa de ambas cámaras es despachar la reforma en el plazo autoimpuesto, incluso si eso implica sesionar el mismo 31 de enero. Y, en esa recta final, independiente de los descuelgues públicos que han hecho algunos diputados y senadores de Chile Vamos, en la derecha aseguran que los votos están para aprobar una reforma en la que las concesiones vinieron mayormente del lado oficialista.

Rodrigo galilea

Bajo esa convicción, aseguran que en el camino de la coalición por volver a La Moneda, la negociación por pensiones ha logrado aunar criterios entre los tres partidos que conforman el bloque.

Por lo mismo, sacar adelante la reforma previsional se ha transformado en la gran prueba de fuego de la coalición. Además, ha permitido que las directivas de los tres partidos tengan un ciclo virtuoso respecto de la evaluación de su desempeño, más allá de los cuestionamientos de los sectores más duros y de algunos descuelgues del bloque.

Aunque ese actuar coordinado entre las colectividades ya se había evidenciado en otros momentos de Chile Vamos siendo oposición -como en la negociación del segundo acuerdo constitucional, tras refrendar el compromiso de “rechazar para reformar”-, el “cambio de mano” de las mesas de la UDI y RN también lo cuentan como un envión.

En la UDI lo ejemplifican así: si Javier Macaya planteó a inicios de 2024 aumentar la cotización en un 3% y dejar la discusión del otro 3% para el próximo gobierno -y sin elementos de solidaridad o compensación previsional-, Guillermo Ramírez fue más cauto y ya en agosto pasado, recién asumido como líder del gremialismo, ya decía que “lo que le hemos planteado (al gobierno) es que esto se vote cuando exista un acuerdo y para eso hemos tenido mesas técnicas, hay un debate en la Comisión de Trabajo del Senado, y nosotros, en la medida en que haya una buena propuesta, la vamos a apoyar”.

Incluso, para muchos, su enredo con el concepto de reparto sinceró la discusión. Y aunque se ha mantenido atento a la tramitación, acudiendo en más de una ocasión como oyente a la Comisión de Trabajo del Senado, ha relevado el rol del senador Coloma y ha adoptado un rol de “escudero”, incluso acudiendo a espacios de debate más hostiles, como Sin Filtros, a defender las negociaciones.

De todas formas, Ramírez sí ha conversado continuamente el tema con la abanderada presidencial de su partido y RN. Y pese a las dudas que manifestó Matthei a mediados de diciembre, a través de una publicación en sus redes sociales, su discurso en el consejo general del pasado fin de semana despejó algunas dudas sobre el respaldo de la candidata a la labor de los negociadores. Ese pronunciamiento estuvo coordinado con el timonel UDI.

El senador Coloma y los senadores Galilea y Cruz-Coke han logrado algo que parecía imposible: que se respete el 6% de cotización individual y que nuestros fondos sigan siendo nuestros. Lo digo claramente, y con la responsabilidad de conocer a fondo el tema: el 6% es de propiedad de los trabajadores, el 6% recibirá intereses y reajustes, el 6% será heredable”, afirmó Matthei.

La postura de la exalcaldesa era importante para el bloque, ya que ella en un inicio se había negado a pronunciarse para evitar abrir un flanco a su campaña y al propio sector. Luego, puso reparos respecto a algunas materias puntuales y pidió que se asegurara la viabilidad fiscal. Así, su tránsito para respaldar el acuerdo no fue fácil.

Esto, ya que en su propio entorno más cercano le transmitieron que eso podría significar un costo para sus aspiraciones presidenciales. Por lo mismo, la abanderada de la UDI y RN si bien refrendó el acuerdo, mantuvo sus aprensiones respecto a que se aseguren los recursos para financiar la iniciativa y no generar un perjuicio fiscal.

De hecho, tras conocerse el informe del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), que pidió varias modificaciones a la iniciativa, la exjefa comunal no se ha pronunciado y, hasta el cierre de esta edición, no tenía contemplado hacerlo.

En RN la reforma previsional también le ha servido a Galilea para posicionar su liderazgo interno y relevar su estilo dialogante con el Ejecutivo.

El timonel, quien asumió la conducción del partido en octubre de 2023, debió lidiar con el frente interno cuando a mediados de 2024 se intensificaron las conversaciones. Incluso, una de las diputadas que ya ha manifestado su oposición a la reforma, Camila Flores, en los últimos días reforzó que la tienda en el pasado estableció como una definición no apoyar el proyecto previsional.

Sin embargo, Galilea afianzó una relación con el titular de Hacienda, Mario Marcel, y tras los resultados electorales de RN en las municipales del año pasado, se situó como una punta de lanza contra el Partido Republicano. Aseguran que obedece a una decisión estratégica y que han medido en estudios de opinión pública para enfrentar a la “derecha más radical” y situarse, sin tapujos, como la derecha que alcanza acuerdos.

Matthei RN

“¿Era sensato resolver lo de las isapres, que el precio de las mujeres bajara y el de los hombres subiera? A mi juicio, obvio que sí. ¿Es necesario buscar un mecanismo para que también en el tema de pensiones se igualen las condiciones entre hombres y mujeres? Para mí, y me gusta pensar que todos los partidos están de acuerdo en esto, veo que hay uno que aparentemente no”, afirmó Galilea en Mesa Central de Canal 13, en medio de la polémica por el destino de la compensación previsional, en alusión directa a la tienda de José Antonio Kast.

En esa lógica, también ha fortalecido mucho más su vínculo con Matthei, hoy candidata de RN.

De hecho, cuando Matthei y su entorno tenían dudas respecto de las negociaciones que llevaban adelante con La Moneda, Galilea argumentó -dicen en Chile Vamos- que era el momento de hacerlo y que la señal sería positiva ante la ciudadanía.

La exministra también se encargó de realizar gestos en favor de RN. No solo le envió una carta a la militancia del partido, sino que también el día en que la colectividad la proclamó como la abanderada, la exalcaldesa fue clara en relevar el trabajo de los negociadores y entrar en guerra directa con republicanos.

“Requiere mucho más coraje y demuestra mucho más amor por nuestro país y nuestra gente que denunciar desde la galería los acuerdos en los que no se ha conseguido exactamente lo que se quiere”, dijo en esa ocasión.

Pese a esto, en el entorno de Matthei no esconden el temor que tienen sobre el impacto que podría generar en su campaña la arremetida de los sectores más duros de la derecha por haber respaldado el acuerdo previsional. “Está por verse”, advierten.

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