Rodolfo Stange, el otro general director de Carabineros que se negó a renunciar
El 5 de abril de 1994, el uniformado rechazó dejar el cargo ante una petición del entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. En esa época no había contemplado un mecanismo de remoción, por lo que la autoridad terminaría dimitiendo recién 18 meses después de la solicitud original.
A comienzos de 1994, la cabeza del general director de Carabineros de aquel entonces, Rodolfo Stange, pendía de un hilo. La investigación judicial sobre el caso Degollados –el asesinato de tres profesionales comunistas ocurrido en pleno régimen militar, en 1985- había tocado su puerta, pues el ministro en visita, Milton Juica, lo acusó por "incumplimiento de deberes militares y obstrucción a la justicia".
Llegó abril de ese año y el entonces Presidente de la República, Eduardo Frei Ruiz Tagle, decidió pedirle la renuncia al general. El 5 de abril, a primera hora de la mañana, el general llegó a La Moneda. Se reunió con Frei, quien hizo explícita su solicitud. Pero Stange declinó renunciar, al menos -dijo- hasta esclarecer su participación en los hechos que le imputaban. Tras la cita, enfrentó a la prensa, que le consultó por si confirmaba su salida de la institución. Stange, sin embargo, respondió con una frase que pasó a la historia. "Yo no me retiro", dijo en tono golpeado, marcando cada sílaba que pronunciaba.
El libro "La Historia Oculta de la Transición", escrito por el periodista Ascanio Cavallo, recogió la trastienda del tenso momento.
-Se ha declarado la guerra. En su siguiente encuentro, unos días después, Pérez Yoma (ministro de Defensa en aquel entonces) se lo dirá en términos brutales a Stange, con gritos que quebrantarán los sutiles tabiques de su gabinete.
-Usted, general, no sólo fue a orinarse en la casa del Presidente, sino que además fue a hacerlo con ostentación.
-No era mi intención, ministro, cómo se le ocurre –dirá Stange, afligido-. Si se ha interpretado así, me arrepiento de veras.
-Mire, general: yo no le creo. Conmigo desde ahora ya sabe a qué atenerse. No se lo voy a perdonar.
Pese a la investigación judicial, a la petición del Presidente Frei y a la molestia del ministro Pérez Yoma, el general Stange se mantuvo en su cargo por más de 18 meses más. En aquel entonces regía la inamovilidad de los comandantes en jefes de las Fuerzas Armadas, que también operaba en el caso de Carabineros y que sólo fue modificaba en las reformas constitucionales implementadas por Ricardo Lagos en 2005. Stange dimitió recién el 16 de octubre de 1995, tras casi 48 años de servicio.
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