Durante la madrugada del pasado 6 de febrero, y mientras “Unidad para Chile” (Apruebo Dignidad, PS y PL) armaba la plantilla de candidatos a inscribir en el Servicio Electoral (Servel), la presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, hizo referencia en más de una ocasión al costo que tenía competir separados de sus aliados históricos del Socialismo Democrático.

Ese día, la ahora senadora por el Maule empujaba tener dos cupos (de seis) para competir en la Región de Valparaíso. Esa aspiración se encontró con la resistencia del timonel de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre; y el líder de Convergencia Social (CS), Diego Ibáñez -ambos parlamentarios por la zona-, quienes en un principio se negaron. El tira y afloja se extendió por más de diez horas. Incluso, en algún momento de la noche, Ibáñez hizo “relevo” en la reunión de negociación con la vicepresidenta de su partido, Ximena Peralta.

A la luz de los resultados, la estrategia de Vodanovic dio frutos: con dos competidores -el electo Aldo Valle (Ind.-PS) y Marcelo Schilling (PS)- aseguraron el cupo de Valle en el Consejo Constitucional. La timonel fue la cara negociadora de los socialistas en la mesa del pacto electoral.

En la suma y resta, en el partido advierten que las cuentas no pueden ser alegres dado el escenario general oficialista, duramente derrotado por el Partido Republicano y Chile Vamos. Sin embargo, la “fórmula” que utilizó la tienda logró que con menos votos que otros de sus socios de pacto, lograran obtener más representación en el futuro órgano constituyente. La propia presidenta del partido detalla cómo se realizó ese diseño.

“Poner los candidatos en las regiones donde nosotros somos fuertes, poner los candidatos con dos cupos de manera de ‘subpactarse’ y también con paridad en algunos casos (en caso de correcciones) hace que tengamos el resultado que tenemos. La forma, la ingeniería fue buena. Esa noche en particular estuvimos hasta las 5 de la mañana ‘peleando’ particularmente por el cupo de la Quinta Región”, explica Vodanovic.

En algunas regiones, detallan en el partido, se consultó sobre la proyección electoral de ciertas figuras con parlamentarios de la zona.

Pese a que el Partido Comunista (PC) concentró la mayor cantidad de sufragios (791.533) -resultado que algunos interpretaron como una nueva correlación de fuerzas en el Ejecutivo, favorable a esa colectividad-, su “bastión” de votos se concentró en la Región Metropolitana, lo que le otorgó el triunfo a la profesora Karen Araya. Frente a ese análisis, en el Socialismo Democrático advierten que “las conclusiones no pueden ser solamente matemáticas”.

En representación efectiva, los socialistas alcanzaron seis escaños -estuvieron a punto de tener uno más, que perdieron en manos de RD por ajuste de paridad en La Araucanía- y el 12% del Consejo Constitucional. En comparación con el proceso anterior -con 16 convencionales-, el Colectivo Socialista representaba el 10,3% del órgano. Respecto de la representación senatorial, el partido obtuvo un escaño menos.

El encargado electoral de la colectividad, Hernán García, ahonda que en la preselección de candidaturas, “se recurrió a una consulta directa a las bases. Se le pidió a cada dirección regional que establecieran un mecanismo de nominación y selección de postulantes. Solicitamos postulantes en todas las regiones, en paridad (...). El PS tenía tres lugares de respaldo ciudadano relevante: Atacama, Los Ríos y Los Lagos”.

Así, en las dos primeras regiones mencionadas por García, los socialistas obtuvieron un escaño. Y en ambas regiones, con dos candidatos del partido en competencia, lo que elevó las posibilidades.

En el caso del PC, el secretario general de la colectividad, Lautaro Carmona, reconoció -en diálogo con El Siglo, medio asociado al partido- que su tienda, a la luz de los resultados, sí ganó una mayor incidencia y se convierte en la primera fuerza dentro de las dos coaliciones que sustentan el Ejecutivo.

Sin embargo, también abordó la limitante “territorial” del voto comunista, concentrado en la capital y que no sumó más escaños que dos, incluyendo el de Araya (RM) y en la Cuarta Región.

“El 7% (de los votos) es un logro de trascendencia, vamos a tomarlo con sobriedad y sentido de responsabilidad (...). Tenemos que ver cómo alcanzar en otras regiones votaciones como las de la Región Metropolitana, porque una gran votación -que nos ubica como primera fuerza dentro de las dos coaliciones de gobierno-, no se asocia a una electividad de comunistas”, reflexionó.

Sobre exigir una mayor representatividad en los cargos de gobierno a la luz de la votación, Carmona afirmó que “no corresponde ni tiene seriedad plantearse un tema como ese, menos en una materia que es de competencia exclusiva del Presidente”.