Una consulta en problemas

La compleja situación estaba siendo monitoreada y ya era comentario obligado en sectores del oficialismo. Sin embargo, una de las primeras advertencias formales se produjo el lunes en el comité político ampliado en La Moneda.

Ese día, algunos dirigentes de Chile Vamos cuestionaron directamente -según los asistentes- al Ministerio de Desarrollo Social, que lidera Alfredo Moreno, por la forma en la que se había ejecutado la consulta indígena, proceso mediante el cual el gobierno busca conocer la visión de los pueblos originarios sobre los cambios que pretende aplicar el Ejecutivo a la Ley Indígena. Esto, en base a la obligación que establece el Convenio 169 de la OIT.

Entre otros factores -dicen las mismas fuentes- se cuestionó la organización de los encuentros de la consulta, lo que derivó, finalmente, en que La Moneda decidiera intervenir y mandatar a la Segegob a que reforzara las definiciones políticas y comunicacionales de ese proceso, que hasta ese momento estaba a cargo de Desarrollo Social.

Ese mismo día, además, el Presidente Sebastián Piñera abordó el tema en un almuerzo que sostuvo con la bancada de RN, en el que varios diputados manifestaron sus reparos por el proceso. Esto, principalmente porque afirman que Desarrollo Social no tuvo la capacidad de organizar bien las actividades donde se desarrollaron las consultas, porque no se extendieron invitaciones a los dirigentes de partidos y no hubo coordinación con autoridades de los gobiernos locales ni preparación en caso de "funas".

Además, a esto se sumó un segundo problema: el rechazo de distintas comunidades de pueblos originarios que apelan a que la consulta no entrega "las garantías mínimas de resguardo hacia la protección de las tierras ancestrales".

Los cuestionamientos estuvieron incluso presentes durante la visita que el Presidente Sebastián Piñera hizo a Puerto Montt y Concepción esta semana, en la que debió enfrentar preguntas de la prensa local y donde, en una actividad pública, fue increpado por una mujer.

Ante ese escenario, el propio Piñera admitió que la consulta "partió lenta". De todas formas, defendió su realización y dijo que "los estudios de opinión muestran que hay un gran apoyo ".

Ayer, durante la cuenta pública de su cartera, el ministro Moreno abordó el tema, aunque sin mencionar las críticas ni tampoco dando luces sobre cómo el gobierno pretende subsanar las deficiencias. "Lo que se busca es conocer su opinión y, en la medida de lo posible, buscar acuerdos entre lo que se está proponiendo y las opiniones alternativas que se puedan obtener para hacer el mejor cambio de esa ley (...). Y que, además, el Congreso tenga toda la información de qué es lo que piensa cada uno de los pueblos originarios respecto de la ley que se está proponiendo", dijo Moreno.

En medio de todas las dificultades que ha tenido el proceso, este jueves el senador RN Manuel José Ossandón añadió un ingrediente más: dijo que la consulta se trata de un caso "Catrillanca 2".

Esto, haciendo alusión a la crisis que le generó a La Moneda la muerte del comunero mapuche Camilo Catrillanca en diciembre del año pasado, en el marco de un operativo de Carabineros.

"Estando en La Araucanía comprobé que con la consulta indígena el ministro Moreno creó un Catrillanca 2", dijo en Twitter.

La materia fue abordara también ayer durante el almuerzo que tuvo Piñera con la bancada de diputados de la UDI. "El Presidente manifestó que estaba claro que hay dificultades, pero que esto es una obligación legal y que hay que seguir haciéndola", dijo Jaime Bellolio tras la cita.

Con todo, en el Ejecutivo advierten que este es un nuevo problema que se le suma a Moreno en su cartera. Esto, porque reconocen que tiene que sacar adelante una de las agendas "más complejas". Además, advierten que el acuerdo por la paz en La Araucanía ya había enfrentado retrasos debido a la muerte de Catrillanca.

En este contexto, el secretario de Estado se trasladará este viernes a Concepción para impulsar el programa Compromiso País en regiones.