Vallejo señala que “perro matapacos” es utilizado como un “chivo expiatorio para no hablar del origen real de la violencia y criminalidad”

La ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, se refirió a cómo cayeron en la izquierda las declaraciones del Presidente Gabriel Boric respecto al denominado “perro matapacos”. El Mandatario había declarado que le parecía una figura “burda” y “denigrante”.

El pasado 2 de mayo, en una una entrevista con la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), Boric afirmó que " jamás festiné ni me hizo ningún sentido esta imagen burda del perro aquel, del ‘perro matapacos’, como le llamaban. Jamás van a encontrar una declaración mía festinando o haciendo gala de aquello”.

En entrevista con el diario El País, la secretaria de Estado fue consultada sobre estos dichos del mandatario, afirmando que “es evidente que la discusión sobre el perro, símbolo del estallido y previo del estallido, es un tema muy anterior a la declaración del Presidente”.

“Hace rato se viene tratando de encapsular la discusión de seguridad en torno a símbolos que se levantaron en el estallido, como si fueran el origen de los problemas de criminalidad en nuestro país”, aseguró Vallejo.

En esa línea, la ministra destacó que “lo que hace el Presidente no es crear la discusión, sino que trata de decir ‘ok, esto no puede ser una justificación’”, añadiendo que Boric “nunca festinó con esa figura que representa para distintas personas cosas distintas”.

“Un símbolo significa algo positivo para algunos, pero también puede significar algo negativo para otros. Y efectivamente el nombre que se le puso al perro es ofensivo, por ejemplo, para probablemente las familias de carabineros, para la propia institución. Para otros significa un momento donde la ciudadanía se expresó, donde reivindicó sus posiciones”, afirmó la secretaria de Estado.

Por otro lado, la ministra señaló que “hay muchos que utilizan este símbolo como chivo expiatorio para no hablar del origen real de la violencia y criminalidad que estamos viviendo y que responde al crimen organizado, que no se sostiene por símbolos, sino por un negocio del dinero, de la droga, de la trata de personas, de la búsqueda de control territorial”.

“La evidencia da cuenta que el crimen organizado ha ido evolucionando desde antes del estallido”, sentenció.