Tras declaraciones de Boric: Venezuela ordena “retiro inmediato” de embajador de Chile y de otros seis países de la región
El gobierno de Maduro tomó la determinación después de que el Presidente Boric dijo que Chile no reconocería un resultado de elecciones no verificable.
En la cancillería chilena no lo podían creer. Pese a la gravedad de la decisión que Venezuela estaba tomando, no hubo una comunicación oficial, sino un mensaje publicado a las 16.11 horas de ayer por el canciller del régimen e Maduro, Iván Gil, en su cuenta de la red social X.
El mensaje pilló por sorpresa a todos, incluso al canciller Alberto Van Klaveren, quien en ese preciso instante (las 00.11 horas en Abu Dabi), estaba dando una entrevista al canal CNN, en el marco de la gira del Presidente Gabriel Boric a Emiratos Árabes Unidos.
“Venezuela expresa su más firme rechazo ante las acciones injerencistas de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, tratando de reeditar el fracasado y derrotado Grupo de Lima, que pretenden desconocer los resultados electorales de los Comicios Presidenciales efectuados este domingo 28 de julio, los cuales dieron la victoria como presidente de la República Bolivariana de Venezuela a @Nicolas Maduro, para un nuevo Periodo Constitucional 2025-2031″, decía el mensaje del canciller venezolano.
Adjunto, el texto incluía un comunicado del gobierno venezolano anunciando la decisión de retirar a todo el personal diplomático de las misiones en: Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Se trata de los países de la región que no reconocían los resultados que entregó el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano la madrugada de ayer lunes 29 de julio, más de seis horas después del cierre de las urnas, y que daban por vencedor a maduro por el 51,2% de los votos.
La determinación de Venezuela no sólo contemplaba el retiro del personal diplomático de estos siete países latinoamericanos. También exigía a los gobiernos de las naciones afectadas, acorde con las normas de reciprocidad, proceder al “retiro de manera inmediata de sus representantes en territorio venezolano”.
Venezuela, añade la nota divulgada por redes sociales, se reserva “todas las acciones legales y políticas para hacer respetar, preservar y defender nuestro derecho inalienable a la autodeterminación”.
En la práctica, señaló a La Tercera un diplomático chileno que pidió la reserva de su nombre, lo que Venezuela está haciendo al exigir la salida de todo el personal diplomático es un rompimiento de relaciones encubierto.
Por lo mismo, todas las alertas se activaron de inmediato en el gobierno chileno. Por varias horas, las máximas autoridades de la cancillería chilena se concentraron en determinar los alcances de la decisión que había tomado el régimen de Maduro. No estaba claro si ésta implicaba sólo el retiro de los embajadores, el cierre de embajadas, o se extendía incluso a la actividad consular. Esto último era el escenario más temido por Chile y se confirmó al final de la jornada. En la práctica el cierre del consulado deja a los más de 600 mil venezolanos radicados en Chile sin posibilidad de obtener documentos ni hacer trámites oficiales en Chile.
Hace algunos meses, Venezuela ya había reaccionado con el cierre de sus consulados en Costa Rica y Ecuador, como medida de presión, luego que esos países llamaran a consulta a sus respectivos embajadores en Caracas como señal de protesta por la inhabilitación de María Corina Machado como candidata presidencial.
“En términos de derecho internacional se distinguen como funciones distintas las relaciones diplomáticas de las relaciones consulares”, explica la abogada y experto en derecho internacional Carolina Valdivia, quien fuera subsecretaria de relaciones Internacionales durante el gobierno de Piñera. Por lo mismo, la medida de represalia del gobierno venezolano sólo debería implicar al personal de la embajada. “Venezuela ha jugado muy rudo, muy fuerte, por lo mismo podría exigir que retiren a todos, tanto al personal diplomático como consular”, añadió.
Gestiones urgentes
En Santiago y Caracas, la subsecretaria Gloria de La Fuente y el embajador Jaime Gazmuri iniciaron gestiones urgentes para poder acotar el impacto de esta medida y evitar el cierre de los consulados. Chile tiene en Venezuela dos oficinas consulares, una en Caracas y otra en Puerto Ordaz, mientras Venezuela posee sólo la sede consular en calle Bustos, comuna de Providencia, a un costado de su embajada. Su cierre deja en una situación de indefensión a miles de ciudadanos chilenos que se encuentran en Venezuela viviendo momentos de alta tensión.
En Abu Dabi, ya era pasada medianoche cuando se conoció la medida. Sorprendido en plena entrevista con CNN, el jefe de la diplomacia chilena señaló: “Es una decisión lamentable y verdaderamente inédita. No tengo recuerdos de una medida de esas características”.
Aún sin haber podido hacer un análisis en detalle de los alcances de la decisión venezolana, Van Klaveren admitió que con esto las relaciones entre Chile y Venezuela quedaban en “un pie muy bajo, en un pie inédito. Sólo propio de regímenes dictatoriales, no cabe la menor duda de esto, remarcó, refiriéndose con ello al aislamiento internacional que profundizaba el propio gobierno de Maduro.
Al ordenar la salida de todo el personal diplomático, Maduro se adelantó a las acciones que Chile aún estaba evaluando, entre ellas el llamar a consultas a Santiago al embajador Jaime Gazmuri como señal de molestia por la forma en que se desarrollo el proceso electoral.
Ayer en la mañana, Perú ya había anunciado que llamaba a informar a su embajador en Venezuela, con la clara intención de mantenerlo de manera indefinida en Lima. Pero en el caso de Gazmuri, hasta pasada las 14 horas de ayer, no había recibido instrucciones de viajar a Chile.
La reacción del chavismo contra Chile era previsible. El domingo y el lunes, el Presidente Gabriel Boric había escalado gradualmente sus críticas al gobierno de Maduro.
“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer. La comunidad internacional y sobre todo el pueblo venezolano, incluyendo a los millones de venezolanos en el exilio, exigimos total transparencia de las actas y el proceso, y que veedores internacionales no comprometidos con el gobierno den cuenta de la veracidad de los resultados. Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, publicó en sus redes sociales a las 8.37 horas de ayer en Abu Dabi, cerca de las 00.37 horas en Chile.
Un minuto después, Van Klaveren salió a reforzar el mensaje: “Ante la situación venezolana, creemos que es importante esperar la opinión de los observadores internacionales, así como el examen de todas las actas, que deberán ser revisadas por la oposición. Nos vamos a abstener de reconocer cualquier resultado que no sea verificable”.
El mandatario chileno fue el primer jefe de un gobierno progresista de la región en cuestionar el triunfo de Maduro, lo que generó un dura respuesta por parte del régimen chavista por medio del canciller Iván Gil y de la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Una respuesta que terminó por escalar aún más, tras la decisión de sacar al personal diplomático.
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