"Veníamos saliendo del estadio con mi hijo. Llevábamos caminando como 25 o 30 minutos por la avenida Cabildo hacia La Recoleta, cuando un señor más joven que yo, de unos 45 años, que evidentemente estaba medio 'chispado' y con la camiseta de River, se me acerca".

Así comienza el relato del ex ministro del Interior Jorge Burgos al contar a La Tercera sobre su experiencia en el estadio de River Plate, en Buenos Aires, al que llegó el sábado pasado para ver la -fallida- final de la Copa Libertadores.

La historia sigue así: "El hombre se me acercó, no de una manera violenta. Yo no me alcancé a asustar, y me dijo: 'Vos sos el culpable, hijo de puta", cuenta el ex secretario de Estado, utilizando un argentinizado acento. El caso es que el hincha lo confundió con Rodolfo D'Onofrio, presidente del equipo millonario.

"Yo no le dí bola, pasé y me reí nada más. Pero indudablemente me había confundido con el presidente de River. Yo creo que no tengo ningún parecido. Puede ser que sea más o menos de mi edad, y el parecido que tengo es que soy canoso igual que él", cuenta entre risas. Burgos además señala que la extraña situación le causó aún más curiosidad considerando que "yo iba con una chaqueta de tweed. Iba bastantemente atípico vestido para ir a un partido de fútbol, porque a estas alturas no me voy a estar poniendo camisetas de equipos. Iba relativamente elegante diría yo".

El ex ministro de Bachelet, militante de la Democracia Cristiana, fue uno de los miles de asistentes al estadio del barrio de Núñez el pasado 24 de noviembre. Llegó al lugar gracias a las entradas que le regaló un amigo y permaneció más de cuatro horas en el recinto, dos de ellas a pleno sol, acompañado de su hijo y de un argentino que conoció en la espera. Según manifiesta, lo ocurrido con el hincha "fue el final de un día distinto. Nos habíamos ido frustrados, pero lo que yo no esperaba era encontrarme con un hincha enojado con D'Onofrio. La confusión solo se entiende porque estaba 'cocido', cualquier persona en su sano juicio, no me confunde".

Problemas de seguridad

Burgos vio, por otra parte, la situación de violencia que se vivió ese día en la capital argentina. Y si bien indica que su crítica no puede ser como un experto en la materia, desde su experiencia en el lugar, "no hay duda alguna de que hubo errores policiales importantes (...) Era un partido de alto riesgo y no se previeron algunas cosas".

Y su experiencia le mostró una peor cara: un intento de robo al llegar. Aunque reconoce que un robo frustrado "siempre cuenta con alguna interpretación", relata que mientras caminaba, en contra de la masa un hombre iba corriendo: "me pega un empujón, y como soy más o menos grande no me caí, pero él trató de desestabilizarme y acercarse a mis pertenencias. Me sentí vulnerado".

- ¿Y piensa asistir a la final de ser posible?

- No, yo con esto quedé curado de espanto. Hoy escuché que será en Madrid... Y aunque fuera en Sudamérica, tampoco.