
Ximena Rincón: “Si no construimos con Chile Vamos un programa compartido y una lista parlamentaria que impulse esa agenda vamos a ir a la primera vuelta”
La candidata presidencial de Demócratas asegura que nunca estuvo sobre la mesa el intentar ir a una primaria con Matthei. Pone condiciones que, de no cumplirse, la llevarían a una primera vuelta. Pero asegura que no serán ellos quienes, a causa de la dispersión en la oposición, terminen propiciando que se repita el escenario "de dos extremos" que hubo en la presidencial pasada.
“Nunca ha sido un tema la primaria para Demócratas”, asegura de entrada la senadora y presidenta de ese partido, Ximena Rincón. Esta semana se conoció que el Servel transmitió informalmente a la mesa de Demócratas que por los tiempos que exige la ley, no alcanzaría a inscribir a la tienda en las tres regiones que le faltan, lo que le habría permitido competir en una primaria con Chile Vamos.
Para ese conglomerado fue un balde de agua fría. Rincón tenía la llave que destrababa la posibilidad de hacer esa elección el próximo 29 de junio, permitiendo que Evelyn Matthei -junto al exalcalde Rodolfo Carter- compitieran al mismo tiempo que el oficialismo, que por ahora tiene a cuatro candidatos claros: Jeannette Jara (PC), Carolina Tohá (PPD), Gonzalo Winter (FA) y Paulina Vodanovic (PS).
Aunque el vicepresidente de Demócratas, Matías Walker, planteó hace un par de semanas que no descartaba una primaria entre Rincón, Carter y Matthei, hoy la abanderada de ese partido afirma que “nunca estuvo en nuestra definición construir el camino para una primaria”. Y afirma que llegará a primera vuelta si es que no se logra un entendimiento programático y parlamentario con Chile Vamos. Acá, plantea sus intransables.
¿Cuánto cambiaron sus planes el hecho de no alcanzar los requisitos para haberse inscrito como candidata para la primaria?
Nada, porque nunca ha sido un tema la primaria para Demócratas. Nosotros partimos este proyecto hace dos años, después de que nos pusimos al frente de los que habían sido nuestros socios, camaradas, compañeros de ruta, en una definición muy difícil respecto de cuál era el país que queríamos construir. Nuestros partidos, la DC, el PPD, el radicalismo, socialismo, estaban en una postura que era difícil de entender en el plebiscito de esa época. Y ahí surge el desafío de formar Demócratas como un partido que lograra que volviéramos a hacer las cosas bien, que la cordura, el sentido común, los acuerdos, el recuperar esa trayectoria del país de estabilidad, crecimiento, seriedad, fuera lo que imperara, y no esta locura un poco bohemia, trasnochada, algunos dirían pasada a vino tinto o asado, fuera lo que marcara la ruta de las decisiones que afectan a hombres y mujeres en Chile.
En ese escenario, cuando Demócratas define tener candidatura presidencial, nunca -y tú puedes leer la declaración nuestra como partido político- estuvo construir el camino para una primaria. Sí, construir conversaciones para tener una buena lista parlamentaria, armar una coalición de centro que le dé estabilidad al país. Por tanto, hasta ahora nuestros planes no han cambiado. Seguimos en el esfuerzo de estar en todo el país, de estar en las 16 regiones y por eso nos hemos desplegado en Magallanes, en Los Ríos, en Los Lagos.
Dirigentes de Demócratas se abrieron a la opción. Y al entrar en esa conversación programática y parlamentaria se entendía que había un interés de ustedes de participar.
Es que nunca ha habido una conversación para planificar una primaria con Chile Vamos. Como no fue un tema conversado ni definido en nuestro consejo político, en nuestro consejo general nacional, no era un tema a abordar, y en eso somos bien respetuosos: nuestro mandato es desplegar al partido para estar en todo el país, hacer conversaciones con otros partidos políticos y construir una lista parlamentaria. Y si no lo logramos, levantaremos nuestra lista y seguiremos conversando con los que estén en la misma mirada de lo que debemos hacer con Chile.
Por el lado de Chile Vamos, ¿se les insistió en que participaran?
No, la verdad. Yo me siento muy tranquila y cómoda en nuestras conversaciones con Chile Vamos, han sido súper transparentes. Ellos saben en lo que estamos. Y ninguno de nosotros -ni ellos, ni Demócratas- queremos arriesgar que el país nuevamente se enfrente a un escenario como el que vivimos en la última presidencial, en la segunda vuelta, en que la dicotomía era tal que tuvimos que decidir entre dos extremos.
Boric y Kast.
Exactamente. Espero que nunca más en Chile nos enfrentemos a eso.
De todas formas, en Chile Vamos se planteaba que su presencia en la primaria era clave para que esa elección se hiciera. Ahora esa posibilidad se diluyó.
Yo lo que escuché de la candidata, como todo el mundo, era un llamado a una primaria lo más amplia posible. Yo creo que recogiendo un poco lo que el propio expresidente Sebastián Piñera en algún minuto planteó. De hecho, fue un tema que yo conversé con él y públicamente le dije que nosotros no íbamos a estar en eso en ningún escenario. Me acuerdo en un encuentro que tuvimos donde él expuso y estaba también la expresidenta Bachelet, él me dijo: ‘Oiga, ¿y usted por qué me reta por la prensa?‘. Y yo le dije: ‘Presidente, porque usted no me puede estar tironeando’. Y él entendía que había espacios donde no íbamos a poder construir acuerdos.
¿Por qué?
Porque yo creo que hay algo que el país exige y es seriedad. Y lamentablemente, cuando escuchas a ciertos candidatos que dicen nos vamos a salir de Naciones Unidas, vamos a eliminar el Ministerio de la Mujer... Es como lo mismo, pero para el otro lado que le escuchábamos a Boric. Esto de tensionar tanto y a tal extremo las cosas hace que no podamos avanzar.
¿Y participar en una primaria más acotada, donde estuvieran Matthei y eventualmente Rodolfo Carter?
No estaba en nuestro mandato. Ahora queda terminar de constituir a Demócratas en todo Chile.
¿Esto implica que llegará a la primera vuelta?
Si no somos capaces de construir una mirada compartida de los ejes programáticos donde la sostenibilidad y el crecimiento económico, la seguridad, el tema de la justicia y de la eficiencia estén en la conversación de quienes quieren liderar el país. Si no somos capaces de construir una lista parlamentaria que le dé certezas a quien gobierna respecto de que vamos a impulsar esa agenda y no una agenda que al final no responde a la ciudadanía, vamos a ir a la primera vuelta y vamos a dar esa pelea. ¿Por qué? Porque creemos que hay que ofrecerle esa alternativa a Chile.
¿Ese entendimiento es con Chile Vamos?
Hasta ahora, el camino y la trazabilidad de lo que sostienen los distintos candidatos, claro, me lleva a Chile Vamos. Yo no podría estar conversando con quien dice que en Cuba hay una democracia distinta. Ni tampoco con quienes han sido socios y defendieron una propuesta constitucional que eliminaba policías, terminaba con los estados de excepción, nos dividía en 11 naciones.
Tenemos que construir confianzas con quienes son capaces de defender aquellos valores, principios y propuestas que den certeza. Y, lamentablemente, con quienes compartimos muchos de los que estamos hoy en Demócratas en el pasado extraviaron el camino. Creo que hay una esperanza de que podamos confluir con Chile Vamos en una mirada compartida.
¿Cuáles son los intransables de esa agenda programática?
Yo hago hincapié en cuatro ejes: desarrollo y sostenibilidad; tener un país que recupere la seguridad, que Chile vuelva a ser seguro, justo y eficiente, nos parece que por ahí va lo que la ciudadanía quiere.
Rincón profundiza: “Chile necesita volver a crecer, y crecer bien. No hay justicia social posible sin crecimiento económico sostenido. La estabilidad, la inversión y el empleo son claves para una sociedad en paz. Para eso proponemos una reforma profunda a Codelco y empresas del Estado, crear una Autoridad Nacional de Inteligencia Artificial y una ley de Silencio Administrativo con plazo máximo de 60 días para dar certezas claras para quienes buscan apostar por Chile. También nos importa implementar el Ministerio de Seguridad, reformar el sistema de inteligencia del Estado, reestructurar Gendarmería y crear una Policía Penitenciaria. Como Chile Justo entendemos un país donde el desarrollo económico vaya de la mano con la equidad social, la dignidad humana y la protección del medioambiente. Y como Chile Eficiente buscamos un Estado moderno que no crezca sin control, sino que funcione. Que resuelva. Nuestro compromiso es con un Estado que deje de ser burocracia para transformarse en solución”.
Y continúa: “Estamos armando los equipos, pidiendo ya las reuniones para que se integren. Hay muchas conversaciones cruzadas entre nuestra gente, la de Amarillos, la de los equipos de Chile Vamos. ¿Por qué? Porque creo que hay harta mirada compartida”.
Ahora, si llega a primera vuelta se complejiza que la oposición gane la Presidencia. Habrá demasiada dispersión y eso afecta las posibilidades, sobre todo si el oficialismo llega con un solo candidato...
Espero que prime la cordura y que no arriesguemos a Chile a un escenario polarizado nuevamente.
Con esa dispersión, ¿ese escenario se podría repetir?
No seremos nosotros quienes arriesguemos a eso al país. Pero para que eso no suceda se necesitan más voluntades, no solo la nuestra.
¿Es un llamado a los demás candidatos de la derecha?
Yo no necesito hacer llamados por la prensa, yo converso directamente y cara a cara con todos. Creo que Chile no merece de verdad lo que estamos viviendo.
¿Habla con José Antonio Kast?
Me lo he topado, pero no me he reunido con él. Me topo con Kaiser en el Parlamento, pero no hemos tenido reuniones. Creo que ellos tienen una mirada del país que está muy alejada de lo que uno quiere. Y la denostación, la descalificación, el uso de estridencia... es lo que la ciudadanía al final no quiere.
Después del Rechazo, muchos pensamos que se había reconfigurado el escenario político entre izquierda y derecha y que eso había llegado para quedarse. ¿Por qué eso no ocurrió?
Hace varios años -podría buscarlo- fui la primera que hablé de que no podíamos seguir hablando de izquierda y derecha, que eso era un poquitito añejo, y lo sigo sosteniendo. Las configuraciones hoy son otras y creo que lo que se vivió en el primer proceso constitucional del 62% no podría redefinir políticamente las fuerzas en el país. No da, porque, de hecho, ya con el segundo proceso se volvieron a redibujar. No podemos hablar de una reconfiguración completa, pero sí hubo un rearme distinto y creo que en esta elección -si las cosas se llegan a dar y hay un espíritu de generosidad- podríamos pensar en que es posible armar un centro político en el país que deje de lado las posturas más extremas de uno y otro lado.
¿Un centro político que incluya a fuerzas que estuvieron por el Apruebo?
Incluso. Pero va a ser un tema de largo aliento. Y me atrevería a decir que va a ser después de esta próxima elección presidencial.
Usted dice que aspira a hacer un gran proyecto de centro político. ¿Matthei entra en eso?
100%. Evelyn Matthei es de las personas que han tenido una transición de ser de las más duras en la derecha a entender. Me tocó sentarme con ella como senadora, con el posnatal parental. Me tocó discutirlo con ella, que era ministra, cuando llegó con una postura que eliminaba derechos a las mujeres y terminamos construyendo una muy buena ley.
Y después como alcaldesa de Providencia, creo que ha tenido un tránsito que la ha humanizado y la ha hecho evolucionar. A todos nos pasa eso, y probablemente si me describieran a mí sería en el otro arco, sin haber sido nunca, por cierto, de izquierda ni de extrema izquierda.
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