Andrés Zaldívar, exsenador y exministro DC: "La democracia de los acuerdos, por mucho que se critique, es la mejor forma de dar estabilidad"
El democratacristiano afirma que la democracia no se trata "de imponer mayorías", y defiende la actuación de la DC frente a la acusación a Chadwick. "El partido actuó como correspondía", dice.
Fue senador desde la vuelta a la democracia hasta marzo del año pasado, con solo una interrupción durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, en que asumió como ministro del Interior. Hoy, Andrés Zaldívar, uno de los históricos dirigentes de la DC, siente que su generación es una de las responsables de la frustración social que causó la crisis que atraviesa al país.
Sin embargo, en esta entrevista, el expresidente del Senado defiende algunos de los cambios que logró la Concertación, celebra el acuerdo por una nueva Constitución y critica el actuar de quienes se excluyeron de ese pacto. "A la gente que no entró al acuerdo le faltó realismo político y madurez política", dice.
A casi dos meses del estallido social, ¿cuál es su balance?
Como han reconocido muchos, nadie previó la magnitud, aunque ya había una discusión sobre las demandas sociales pendientes. Si bien la Concertación había hecho un importante trabajo en los 20 años que gobernó, todos teníamos conciencia que el sistema económico tenía falencias, pero creo que algunas cosas se iban corrigiendo, en todos los gobiernos fueron avanzándose en algunas medidas.
Cuando dice que "todos tenían conciencia de esas falencias", ¿entonces por qué no las pudieron atacar?
Hay que ser bien claros, estas cosas no se solucionan ni en cinco ni seis ni en diez años. Pero la verdad es que no tuvimos la capacidad política de avanzar en forma más profunda en la solución de los problemas que la gente reclamaba, así como no tuvimos la capacidad el año 73 de haber evitado la crisis que tuvimos. Aquí pasa algo similar, pero no nos olvidemos que en el gobierno de Bachelet muchas de estas reformas fueron objetadas por quienes hoy son gobierno.
¿Y usted siente que su generación es responsable de esta crisis?
Por supuesto. Muchas veces no fuimos capaces de afrontar los temas con mayor urgencia. En el último gobierno de la Presidenta Bachelet no fuimos capaces de implementar lo que el gobierno decía que había que hacer, que era avanzar en la búsqueda de mayor igualdad, de oportunidades. Nos faltó poner más fuerza. Mi generación fue responsable de lo que pasó el año 73, de uno y otro lado, y hoy yo podría decir lo mismo.
¿Qué siente con la frase de "no son 30 pesos, sino 30 años"? Es una crítica a la Concertación...
Es muy injusto. Es una frase fácil, muy creativa, pero que es absolutamente injusta. Porque si comparas el país del año 90 con el país que hoy tenemos es absolutamente distinto.
¿Y cómo ve el futuro?
Este país tiene su base sana, no está herido en la Santa Bárbara, está con todas sus condiciones para poder salir adelante, podemos ser perfectamente un país mucho más equitativo, terminando con la desigualdad, pero si no somos capaces de eso el país nunca va a funcionar bien y siempre va a andar a trastabillones.
¿Cómo ha visto a la DC y a su propio sector?
Estamos todos en deuda, todos los partidos. Pero hay que tener algo claro, y lo digo como una experiencia de vida, que la democracia no es solo tratar de imponer mayorías. La gran sabiduría en un régimen democrático es tratar de buscar los acuerdos más amplios, pero para eso hay que tener apertura y no descalificar al que tenemos al frente como contradictor. La democracia de los acuerdos, por mucho que se critique, es la mejor forma de dar estabilidad.
Esta semana se resolvieron las acusaciones constitucionales contra Chadwick y Piñera. Partamos por la del Presidente, ¿le gustó el resultado?
Personalmente siempre estimé que no iba a tener mucha posibilidad de éxito. Ahora, qué votó cada uno, seguramente lo hicieron en su convicción y es respetable, yo no voy a descalificar a nadie porque vote en un sentido u en otro.
¿Y en relación a Chadwick?
En el caso del exministro del Interior se hizo una acusación constitucional, se aprobó y todo el mundo hizo un reconocimiento que era un juicio político más que una sanción penal o condenatoria de él como persona. Andrés Chadwick es una persona muy honorable, le tengo un gran aprecio, pero por desgracia estaba a cargo del Ministerio del Interior y fue objeto de una acusación. Lo que sí, algo que me costó cuando voté la acusación contra Harald Beyer, era el hecho de establecer una sanción que, si bien no es penal, es una pena. Cuando a una persona le impides ejercer funciones públicas durante cinco años es un exilio para una alguien que está en el mundo político y ahí hay que hacer una modificación. Debiera votarse por separado, por un lado sancionar políticamente y por otro agregarle una pena. Si me hubieran dicho a lo mejor yo hubiera votado políticamente sí, pero por la pena no.
¿Fue injusto el resultado?
Creo que no, la oposición estaba en su derecho y los parlamentarios que hicieron la acusación constitucional lo hicieron dentro de la normativa. En el Senado, que actúa como jurado, cada parlamentario tiene absoluta independencia para resolver cómo tiene que votar y hay mucha más posibilidad de discrepar, algo que no se dio en este caso porque se vio una cohesión detrás de la votación.
¿Había suficientes argumentos jurídicos para aprobar la acusación?
Toda norma jurídica tiene interpretaciones y uno puede llegar a la convicción o no de acuerdo con los antecedentes que conozca. Yo no estuve en la discusión así que no te podría decir cómo lo habría hecho, pero lo que sí creo es que en la acusación constitucional de Chadwick los antecedentes que se hicieron valer fueron por situaciones muy graves en materia de derechos humanos y que en el fondo era un problema de cómo se afrontó el orden público.
Pero la derecha acusó que la oposición lo estaba usando como un chivo expiatorio. ¿Lo comparte?
Dentro del debate yo entiendo que la derecha tiene que reclamar y entiendo también al propio Andrés Chadwick que se sienta que él ha sido tratado de forma injusta. Pero también entiendo que hay gente que cree que había elementos como para hacer que la acusación política procediera.
¿Y cómo ve a la DC dentro de todo esto? Desde la Cámara de Diputados se le acusó que usted había llamado a diputados para que rechazaran la acusación...
Yo no opino sobre trascendidos. He tenido conversaciones con Gabriel (Ascencio) y con muchos parlamentarios, no solo de mi partido, pero jamás voy a tratar de presionar a nadie, porque no corresponde. No soy partidario de las órdenes de partido en estas materias porque son de tal sensibilidad que uno tiene que tener mucha autonomía y no pueden ponerse condiciones en los bloques políticos. Escuchaba hoy al PC diciendo que la oposición no puede funcionar debido a la votación de la acusación al Presidente. Eso no puede ser. Recuerdo que para la acusación de Harald Beyer, Patricio Walker votó en contra y no por eso nadie le dijo ni pudo decirle nada, porque él estaba convencido de que no había elementos suficientes para votar a favor.
Pero la DC apoyó institucionalmente la acusación contra Chadwick. ¿Se equivocaron?
El partido actuó como correspondía. El consejo dio una resolución y personalmente creo que eso no debiera haber pasado, sobre todo por los senadores, pero el partido actuó en la convicción que había antecedentes para poder hacer efectiva la responsabilidad política del ministro.
Usted con otros personeros DC acusaron a los partidos que se excluyeron del acuerdo por una nueva Constitución, como el PC, de un "infantilismo político". Hoy esas mismas colectividades están criticando a quienes no votaron con ellos en la acusación al Presidente. ¿Cómo evalúa esto?
El PC ha tomado una actitud brutalmente condenatoria de otros por las conductas que tienen y respecto de la DC ha actuado así. Yo le digo al PC que mejor cuide sus propios temas y se preocupe más de sí mismo, porque para los entendimientos y búsqueda de alianzas hay que buscar maneras de abrir caminos y no condicionar las cosas. El PC debiera tomar acciones respecto a sus propios temas y no andar siendo jueces de lo que somos los otros. Y a la gente que no entró al acuerdo le faltó realismo político y, a lo mejor, madurez política.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.