Si algo debimos aprender durante el periodo de confinamiento, a causa de la pandemia, es que en casa no puede faltar un juego de mesa. Pueden ser cartas, damas, ajedrez, el inmortal Monopoly o el viejo ludo. Pero si esos nombres no te atraen, debes saber que existen muchas más alternativas.
Año a año se lanzan cientos de juegos nuevos, unos más sencillos que otros, para niñas y niños, jóvenes, adultos o todas las edades, y con diversas modalidades. Todos tienen en común que ofrecen un escape hacia un mundo imaginario, que bien puede estar basado en hechos históricos o en algunos casos totalmente originales, que emergen de la cabeza de diseñadores como Klaus Teuber (Catán), Klaus-Jürgen Wrede (La caída de Pompei), Reiner Knizia (El Dorado), entre otros que no son alemanes.
Consultamos a distintos especialistas en la materia: Hugo Méndez y Diego Varas, del canal de Youtube La Ruta del Meeple; Gloria Cárdenas, fundadora del podcast y comunidad El Entreturno; Daniel Guzmán, conocido por su canal de YouTube Diluvio Lúdico; Diego Peña, alias SoyJugón en Instagram; y el periodista de La Tercera y aficionado de los juegos de mesa, Axel Christiansen. Ellos nos entregan sus recomendaciones de juegos editados este año y que los sorprendieron por sus historias, jugabilidad y capacidad de generar diversión a destajo.
Morada Maldita
Es un juego de cartas y agudeza visual donde se cuenta la historia de un anciano recolector de gemas que, al morir, legó todo su tesoro al pueblo. Los jugadores son los pueblerinos que compiten por conseguir el mayor número de gemas. Ojo, eso sí, que ¡la gema morada está maldita! “Hay diferentes joyas repartidas en la mesa y cartas con desafíos para cada jugador, que compiten por ser el más rápido en recolectar todas las piezas necesarias. El problema es que cada victoria estará acompañada de una maldición, que nos dificultará aún más las próximas rondas”, describe Daniel Guzmán.
Para él, Morada Maldita se asemeja a títulos populares como Dobble, Fantasma Blitz y Cortex. Hugo Méndez y Diego Varas también lo recomiendan por ser un “gran juego de reglas sencillas”, con “rondas muy dinámicas, llenas de una tensión divertida y remates muy reñidos”. Es a partir de los 7 años, de dos a seis participantes, con una duración de partida de 20 minutos.
Coyote
Este título consiste en adivinar cuántos indios hay en la ronda. Para ello, los jugadores deben atarse un cintillo de color en la frente junto a una pluma, que indica la cantidad de indios que representa cada uno. Ese número no lo puede conocer el jugador que lo lleva, pero sí el resto. Cada participante, entonces, debe apostar por el valor total que da la suma de todas las plumas. El problema es que hay cartas con números negativos o que multiplican la sumatoria, por lo que el riesgo de fallar se acrecienta. Y, al igual que en el dudo, cuando un jugador no cree en la apuesta de otro, puede interpelarlo gritando “¡coyote!”. Pero si se equivoca, pierde.
“El juego es muy divertido, se parte haciendo el ridículo, con el cintillo y la pluma en la cabeza. Aguanta varios jugadores (de tres a seis) y se hace muy chistoso. He tenido partidas extraordinarias”, asegura Gloria Cárdenas, de El Entreturno. Axel Christiansen, por su parte, describe a Coyote como un “juego liviano y muy entretenido”, que si bien es familiar, también funciona muy bien en contexto de carretes. Y, según explica, se trata de una reedición de un juego antiguo, que no era fácil de encontrar, “así que, ahora que está en tiendas, es una buena oportunidad de tenerlo”. Se recomienda desde los diez años. Tiempo de partida: 25 minutos.
Draftosaurus
Un grupo de científicos locos logra clonar a una serie de dinosaurios, que son exhibidos en un parque. La misión de los participantes es administrar distintas parcelas al interior del recinto y transformar a sus dinosaurios en la mayor atracción del lugar. ¿Les suena familiar? “Es un juego muy bien producido, fácil de aprender, con una buena rejugabilidad, ya que el tablero de cada jugador tiene dos caras, para el que quiere agregar complejidad”, describen Varas y Méndez, de La Ruta del Meeple. Puede que al comienzo la modalidad de juego —estilo draft— resulte algo enredada, pero basta una partida para que se aclare. De dos a cinco jugadores. Recomendado desde los 8 años. Cada partida es de unos 15 minutos, aproximadamente.
My City
Aquí los participantes compiten creando cada uno una ciudad que, durante 24 episodios, deben llevar a su desarrollo, implementando diversos elementos y cartas. Se trata del primer juego tipo “Legacy” —en el que lo que ocurre en una partida impacta en la siguiente— del diseñador alemán Reiner Knizia, autor de más de 700 títulos. “Knizia se caracteriza por sus juegos de reglas simples, que siempre esconden un nivel de estrategia importante, y My City no es la excepción. Este es un juego competitivo, cuyas piezas nos recuerdan a las del clásico Tetris, ya que se debe pensar muy bien dónde colocar cada una de ellas”, explica Diluvio Lúdico. “Además, la temática medioambiental detrás es más que atingente para la época en que vivimos”. Un juego de estrategia, para jugadores más avanzados, de dos a cuatro participantes y recomendado desde los 10 años. Cada partida dura 30 minutos.
Bitoku
El gran espíritu que gobierna el bosque con sabiduría y justicia para sus habitantes debe encontrar a su sucesor. Los participantes tienen que competir por ser el espíritu Bitoku elegido, para lo que se contará con ayuda de distintos personajes, como los yokai y los kodamas. “Un universo creado en forma de juego de mesa. El tema, ilustraciones y producción maravillan. La curva de disfrute crecerá en cada partida al familiarizarnos con la iconografía, que puede abrumar inicialmente. Uno de los grandes diseños del 2021″, asegura Diego Peña, alias SoyJugón en Instagram. Un juego de tablero con múltiples componentes —como fichas, dados, peones, cartas, entre otros—, “con una excelente rejugabilidad y con una puesta en mesa muy llamativa”. Recomendado por Peña para jugadores experimentados, ojalá desde los 12 años. Tiempo de partida: 120 minutos.
Tori-Tori: especies en peligro
La ficticia ave Tori-Tori, habitante de una remota isla, está en peligro de extinción a causa de las industrias y el pueblo que se han apropiado del lugar. Los jugadores deben organizarse para recuperar el equilibrio del ecosistema y conseguir que se respete al medio ambiente. Este es un juego chileno, autoría de la diseñadora Laura Mena con las ilustraciones de Andrea Trewhela y editado por Fractal en conjunto con Ludoismo.
“Es un juego colaborativo bien interesante, porque todos los elementos que están en la isla se relacionan entre sí. Está muy bien pensado tanto, en el mensaje que se entrega como en su jugabilidad”, sostiene Axel Christiansen. Un título de estrategia, recomendado por el periodista para jugar en familia. Desde los 10 años, para dos a cuatro jugadores. Tiempo de duración de la partida: 45 minutos.
Undo
La serie Undo destaca por su narrativa, consistente en viajes temporales que los jugadores realizan para tejer el destino de un personaje que ha fallecido. Ya sea en el pasado o en el futuro, deberán realizar acciones para evitar su muerte, aunque un paso en falso podría desatar consecuencias peores que la misma tragedia. “Es un juego narrativo, muy entretenido, de un carácter más adulto, aunque se puede jugar desde los 10 años. No está pensado para personas que tengan mucha experiencia en este tipo de juegos narrativos, sino para iniciados”, apunta Gloria Cárdenas. De dos a seis jugadores. Tiempo de partida: 90 minutos.
MicroMacro: Crime City
En la ciudad del crimen, los jugadores deberán unirse para resolver 16 curiosos asesinatos, para lo que deberán sumergirse en un extenso y detallado mapa donde cada detalle cuenta. Este juego cooperativo es el ganador del Spiel des Jahres 2021 —el galardón más prestigiosos en el mundo de los juegos de mesa— y lo recomienda tanto Diluvio Lúdico como Gloria Cárdenas.
“Lo interesante de este juego es que lo que parece un simple mapa estático en realidad es capaz de contar diferentes historias y sucesos, los cuales debemos seguir con mucha agudeza y detalle para lograr resolver cada uno de los casos que se nos encomienda”, dice el primero. “Es muy entretenido, de partidas cortísimas, con dinámicas muy curiosas: por ejemplo, los ladrones o asesinos que uno persigue se mueven en medios de transporte, como metro o taxi”, agrega la fundadora de Entreturnos. Eso sí, la especialista advierte que por más que las ilustraciones parecen infantiles, “hay temáticas que no son aptas para niños”. Una gran alternativa para iniciados. Se puede jugar solo o de a cuatro personas. Desde los 10 años.
The Red Cathedral
Diego Peña, SoyJugón, recomienda este juego con tintes históricos, en el que los participantes forman parte del grupo de arquitectos encargados de construir la Catedral de San Basilio, símbolo de las victorias militares del zar Iván el Terrible. Cada jugador debe construir diferentes partes del monumento, intentando de paso conquistar al clero y a los diversos gremios de la ciudad. El que coseche el mayor prestigio, gana. “Es un juego de estrategia y gestión de recursos perfecto para aquellos que quieren dar ese paso adicional en el planeta lúdico, y desafiante para jugadores más experimentados. Es sencillo de explicar, fácil de jugar pero un gran reto dominarlo. Saber qué hacer y cuándo será clave para la victoria”, describe el especialista. De uno a cuatro jugadores y recomendado desde los 10 años. Tiempo de partida: 30 a 120 minutos.
Kiwis voladores
La historia es la siguiente: los kiwis se quieren ir de vacaciones pero no pueden volar. Así que deciden viajar de polizones en cajas de frutas. Los jugadores, entonces, deben ayudarlos ocupando catapultas para lanzarlos y hacerlos caer dentro de cajas de frutas. “La idea es juntar a cuatro kiwis de un color en la misma caja. Es loquísimo, porque tienes 45 segundos para terminar tu turno. Si bien está pensado para niños, los adultos nos reímos muchísimo, sobre todo cuando la destreza fina es pésima. Sumamente recomendado si quieres reírte un buen rato”, dice Gloria Cárdenas. Una alternativa para jugar en familia. De dos a cuatro jugadores. Desde los 5 años. Cada partida dura 10 minutos.
Luna Capital
Es 1977 y distintas empresas y organizaciones se preparan para colonizar la luna. Los jugadores deberán construir asentamientos para la llegada de nuevos colonos. Según diversos factores, dichas construcciones puntuarán más o menos. “Es un juego muy divertido, familiar, muy fácil de jugar. Destaca por su producción, las cartas de buen tamaño, los marcadores y fichas de madera y una ilustración que permite dar coherencia a todo el conjunto del juego. Tiene entre turnos breves y partidas de duración justa”, afirman desde La Ruta del Meeple. De uno a cuatro jugadores. Recomendado desde los 8 años. Duración de partida: 45 minutos.
Las Ruinas Perdidas de Arnak
Los vestigios de una gran civilización fueron descubiertos en una isla desierta. Los jugadores deberán liderar las expediciones por el lugar en busca de nuevos tesoros. Pero cuidado con los temibles guardianes protectores de los secretos de esta misteriosa sociedad. “Todas las rutas que elijas para descubrir las ruinas perdidas de Arnak se sentirán interesantes, intuitivas y balanceadas. Disfrutarás el arte y los componentes en mesa y gozarás una partida con un excelente ritmo y un mejor final. Construcción de mazos y colocación de trabajadores, dos mecánicas fundidas en una experiencia inmersiva. Un juego que no inventó la rueda, pero hizo un gran trabajo. Muy disfrutable”, expone SoyJugón. Para uno a cuatro jugadores avanzados, desde los 12 años. Tiempo de duración de partida: entre 30 y 120 minutos.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 17 de diciembre de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
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