“Sin televisión y sin cerveza, Homero pierde la cabeza”, rumia como disco rayado el padre de la familia Simpson antes de deschavetarse al más puro estilo de Jack Torrence, en la sátira que la serie animada de Matt Groening hizo del clásico de Kubrik, El resplandor.

Difícil graficar mejor que los Simpsons la importancia que tienen, desde su masificación global durante la segunda mitad del siglo XX, los televisores en el hogar. Y si bien su influencia se ha visto disminuida con computadores, teléfonos móviles, tablets y otras tecnologías digitales —con las que ha tenido que compartir su hegemonía sobre nuestra frágil atención— su presencia en las casas sigue siendo sumamente amplia y de relevancia.

La Décima Encuesta Nacional de Televisión, publicada en 2022 por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), evidencia que el smart TV es el segundo dispositivo tecnológico de mayor presencia en los hogares chilenos: un 74% de los encuestados dijo tener al menos uno en casa, solo por detrás de los smartphones, que están en el 90% de las viviendas. Claro que a esta comparación habría que sumar la presencia de televisores de pantalla plana (58%) y también tradicionales (27%).

Mientras, el mercado de las smart TVs va en constante ampliación, con una oferta que varía tanto en su tecnología como en el precio: mientras los modelos de gama alta de las grandes marcas superan fácilmente el millón de pesos, nuevos competidores apuestan por ofrecer equipos con tecnología de avanzada a precios sumamente económicos, algunos incluso por debajo de los 200 mil pesos.

El cine al hogar

A partir de la década pasada, las smart TVs reemplazaron a los viejos modelos de televisores no inteligentes, ofreciendo la posibilidad de encontrar en un solo dispositivo funciones que trascienden a la mera señal televisiva, como la conectividad a internet y todo el universo que se despliega desde este punto.

“En el actual escenario tecnológico, la elección de una smart TV se ve influenciada por varios factores clave, siendo uno de ellos el sistema operativo, ya que los usuarios buscan una navegación intuitiva y una amplia gama de aplicaciones para una experiencia personalizada”, explica Isidora Muñoz, brand manager del área de Home Entertainment de LG Electronics.

Pero más allá de estas funciones, el norte de los fabricantes se mantiene en el entretenimiento: “La mayor innovación está orientada en acercar la experiencia de un cine, tanto en calidad de imagen como en sonido inmersivo”, sostiene Francisco Carvajal, gerente de Brand Activation Sony Chile y Perú.

Las smart TV todavía le dan batalla al resto de las pantallas.

La aparición del streaming y el auge de los videojuegos han sido esenciales en este punto, y las marcas trabajan para mejorar las experiencias de uso en función de esas conductas de consumo. Algunas de las últimas innovaciones son la incorporación de inteligencia artificial, con la que los sistemas se optimizan para ofrecer la mejor experiencia en la más alta calidad de audio e imagen posible.

Pero no todos los smart TVs cuentan con IA, y aún los modelos que la integran tienen sus limitaciones. Por ello es importante saber cómo sacarle el mejor provecho al televisor en casa. Y eso implica no sólo conocer al equipo que se tiene —revisar el manual siempre será una buena idea—, sino que también tomar algunas medidas básicas.

El lugar de instalación

“El lugar donde se instala un televisor en casa es extremadamente relevante y puede tener un impacto significativo en su rendimiento en términos de calidad de imagen y audio”, asegura Isidora Muñoz. La pregunta es: ¿qué aspectos se deben considerar respecto al lugar de instalación?

1. La iluminación

La luz ambiente afecta la percepción que se tiene de los colores y el contraste de una imagen en el televisor. “Una habitación muy iluminada es nefasta para los televisores con bajo brillo, viéndote obligado a apagar luces y cerrar cortinas para una mejor experiencia de visión”, ejemplifica Danilo Muza, master trainer de Televisión, Audio y Video en Samsung Electronics Chile.

En la otra cara de la moneda, Muza dice que una habitación oscura es “malísima para un televisor con bajo contraste, ya que perderás gran parte de la información en las zonas más oscuras que el televisor no es capaz de reproducir”.

Los televisores que cuentan con inteligencia artificial pueden ajustarse automáticamente a cualquier ambiente, para brindar una experiencia optimizada. Sin embargo, Muñoz aconseja evitar la luz directa sobre la pantalla y “optar por ambientes con iluminación controlada para una experiencia de visualización óptima”.

2. La distancia

Instalar el aparato estratégicamente en función a la posición en la que veremos televisión es clave. “Si se encuentra demasiado cerca, puede causar fatiga visual, cansancio, dolores de cabeza y problemas visuales en el largo tiempo; si está muy lejos, se pueden perder detalles en la imagen”, advierte Muñoz.

Francisco Carvajal dice que es aconsejable considerar el tamaño del televisor para definir la distancia de visualización. Así, por ejemplo, una pantalla de 55 pulgadas no debería verse a menos de un metro, y debería haber una distancia de al menos 1.2 metros respecto a un smart TV de 65″. Tampoco será muy cómodo tenerla muy alta en el dormitorio —ver una película significará una larga contorsión— ni menos muy baja.

3. La acústica

La acústica de la habitación en la que se instale el televisor es crítica para su rendimiento. Ni Dolby Atmos podría salvarte de la reverberación que se puede generar en una habitación muy pequeña cuando se emite sonido envolvente. Esto, dice Muñoz, “puede afectar la claridad y la separación de los distintos canales de audio”.

Foto: Glenn Carstens Peters.

En una habitación muy amplia, el riesgo es de que el sonido se disperse, afectando la capacidad de inmersión y la definición que el equipo promete. Esto, sin embargo, no será problema si se cuenta con un sistema de sonido adecuado para estas condiciones, como sería uno multicanal.

Por otro lado, Muñoz aconseja “evitar espacios con demasiadas superficies reflectantes que puedan distorsionar el sonido y reducir la claridad auditiva”. Esto es lo que puede ocurrir si, por ejemplo, se instala el televisor en una cocina donde el refrigerador, el microondas, incluso la propia loza de los muros, afecten su percepción.

La representante de LG dice que por estas razones, “se recomienda posicionar el televisor en un lugar donde el sonido se propague de manera uniforme y sin interferencias”.

Definición y colores vibrantes

Antes que el sonido está la imagen. Es lo que hizo la diferencia entre un televisor y la radio desde un comienzo. Con el paso de los años, los fabricantes dieron progresivamente mayor prominencia al audio, pero lo visual continúa siendo lo más relevante. Los avances nos llevan hasta la ultra alta definición (Ultra HD o UHD), que varía entre 4K y 8K de resolución, mientras que los modelos más avanzados utilizan pantallas OLED, QLED o NanoCell, dependiendo de la marca.

Para sacar el mejor rendimiento a la pantalla, dice Francisco Carvajal, se debe “contar con una señal nativa de la misma resolución o lo más cercana a lo que el TV puede reproducir”. Por más que el televisor sea UHD, si se sintoniza la señal SD de un canal abierto —en vez de la HD—, el resultado estará lejos del máximo potencial.

Algunos smart TVs más actuales incorporan tecnologías que permiten hacer un escalamiento de imagen para mejorar la resolución del contenido que se reproduce, algo útil cuando se ve TV cable, donde no toda la programación está en HD. Pero siempre habrá una diferencia respecto a una señal nativa en alta resolución.

Calibra tu smart TV

Algo que resulta muy útil para mejorar la imagen de la TV es calibrarla en relación al espacio en el que se encuentra. Algunos modelos lo realizan de modo automático a través de IA; en otros, se puede activar la función manualmente desde los ajustes del equipo. Y cuando no está la opción, se puede solicitar el servicio a la empresa fabricante que asiste al hogar para prestarlo. Sin embargo, esto resulta caro y tedioso.

Algunas medidas para mejorar la calidad de imagen de tu TV son:

  • Activar la función HDR (cuando el equipo la incorpora): dará un rango dinámico más amplio —entre brillo y oscuridad— y colores más naturales, realistas y vibrantes.
  • Mantener actualizado el firmware y software del sistema operativo: garantiza un rendimiento óptimo y la incorporación de nuevas características y mejoras.
  • Configurar la frecuencia de actualización (cuando la TV lo permite): esto optimizará la velocidad a la que se reconstruye el contenido de la pantalla.
  • Activar la función de supresión de ruido visual: mejora la calidad de la imagen, sobre todo, cuando ésta viene baja desde la fuente o se trata de una transmisión en línea.

Sonido inmersivo

Ya está dicho: la tecnología Dolby Atmos y su audio espacial representa la última gran revolución en materia de audio digital, por lo que todo modelo actual de gama alta lo incluye y anuncia con grandes letras. Pero no todo smart TV posee Dolby Atmos. Algunos, de gama menor o más antiguos, incluyen otras tecnologías como Dolby Digital y DTS, consideradas en la actualidad como audio estándar y no de alta calidad.

Por ello, si se desea hacer un upgrade en la calidad de sonido, sin que esto implique cambiar el televisor, se debe recurrir a dispositivos externos que sirvan de complemento, como es el caso de las barras de sonido. “Estos dispositivos no sólo aumentan la potencia, sino que también agregan parlantes adicionales que te envuelven creando una atmósfera de sonido 3D más real”, sostiene Danilo Muza.

Otros modelos incluyen tecnologías de audio avanzadas, como DTS:X o AI Sound Pro, que también ofrecen sonido tridimensional, inmersivo y de alta calidad. En muchos casos, esta función debe activarse manualmente en los ajustes del equipo. A éstas se agregan otras opciones como la modalidad de ajuste de volumen automático, el que opera en relación al contenido que reproduce, y el ecualizador, con el que se puede personalizar el sonido. Claro que si no sabes mucho de esto, mejor ni tocarlo.

Conectividad

Actualmente los puertos HDMI son el estándar de conexión entre dispositivos de audio y vídeo. Se trata de una interfaz capaz de transmitir señal digital de un punto a otro. La velocidad y calidad con que realice esto dependerá de la versión de esta tecnología con la que cuente el televisor y el cable que se utilice.

“Los antiguos televisores contaban con HDMI ARC, que nos permitía llevar el sonido del TV hacia un sistema de audio con Dolby Digital. Sin embargo, la incorporación de Dolby ATMOS hizo necesaria la evolución hacia el protocolo HDMI eARC”, explica Danilo Muza. En la práctica, esto significó pasar de la posibilidad de contar con seis canales de audio —en un sistema 5.1— a la de contar con hasta ¡32 canales de audio! Hay que tener espacio en casa, claro… y presupuesto.

Los puertos HDMI, además, permiten transmitir imagen en alta resolución, como 8K, en una tasa de 120 Hz. Pero para ello el televisor debe tener la capacidad y se debe contar con un cable HDMI compatible con ello: la recomendación es comprar siempre uno de la versión 2.1, la más actualizada. Este también es ideal para mejorar la experiencia de videokuegos, cuando se dispone de títulos y consolas que apelan a la experiencia inmersiva.

Por otro lado, para un mejor rendimiento del smart TV, es recomendable:

  • Conectarla a una red WiFi de alta velocidad: para una experiencia de streaming en alta calidad y sin interrupciones.
  • Configurar modo de ahorro de energía: optimizará el rendimiento de la TV según tus hábitos de consumo y ayudará a tu bolsillo.
  • Eliminar las apps innecesarias y desactivar las funciones que no utilices: para qué tener activado el Bluetooth o la geolocalización si no las usas nunca.
  • Ajustar procesos en segundo plano: tal como en el smartphone en la smart TV, puedes limitar la cantidad de aplicaciones o funciones que ocurren de forma permanente. Para eso debes entrar en los ajustes o la configuración y revisar.
  • No te olvides de la seguridad: tus datos de cuenta e información personal está contenida en las aplicaciones de la TV. Puedes protegerla configurando contraseñas y evitando la descarga de apps o contenido desde fuentes no confiables.