Esto del teletrabajo tiene sus cosas: pasas el día conectado en el notebook y el celular, produciendo data más data —ya sean presentaciones, escritos, videos y planillas, o bajando programas y aplicaciones—, hasta que ¡pum! No te diste ni cuenta y ya tienes copada toda la memoria de tus dispositivos y te ves haciendo malabares para hacer algo de espacio, lo que significa buscar, con lupa y pinza, archivos prescindibles para enviarlos al basurero.
Y aunque la ley 21.220, referida al teletrabajo, obliga a las empresas a entregar a sus empleados los equipos con los que estos deben operar, en la práctica son muchos los que terminan ocupando sus aparatos personales.
En otro polo, reinventarse aparece como un fenómeno extendido en el contexto de la pandemia y la crisis económica actual: a raíz de la pérdida de sus trabajos, muchas y muchos se han visto obligados a buscar nuevas fuentes de ingreso, siendo el emprendimiento una de las alternativas más notorias.
Ambas situaciones tienen en común el uso —en muchos casos, inconsciente— de la nube como un puerto de trabajo, almacenaje y respaldo del material que se produce en el día a día. Muchos pensarán que no, pero si para trabajar ocupas tu email, Whastapp, haces videollamadas por Zoom o Meet y muestras tu marca por Instagram, entonces estás arriba de la nube.
Pero, ¿qué es exactamente la nube?
Lo que comúnmente se conoce como “la nube” —the cloud, en inglés— “es un servicio informático que procesa y almacena datos por medio de una red de servidores interconectados”, explica Renato Morales, ingeniero en infraestructuras y plataformas tecnológicas.
Servicios como Netflix y Spotify, o videojuegos como Fortnite o el GTA V, de tanto éxito en los últimos años, están también alojados en la nube, soportados desde centros de datos —data centers—, que se ubican en distintos puntos del planeta. Chile, por ejemplo, cuenta con data centers de Huawei, y Microsoft anunció a fines de 2020 la instalación de uno propio en nuestro país.
Ya seas empleado, independiente, emprendedor o un simple usuario de casa, esos problemas de almacenaje y respaldo que te aquejan —o que tarde o temprano, lo harán— pueden encontrar una solución en la misma nube. Y, de paso, podrás hallar otros beneficios útiles para tus propósitos.
Los beneficios
Para los más avanzados, el tema no es nada nuevo. De hecho, a esta altura guardan y respaldan principalmente sus archivos en la nube, a los que pueden acceder desde cualquier parte del mundo con una conexión a internet, y no en los dispositivos físicos, esos que, como los discos duros portátiles, solían tener una alta demanda no tantos años atrás. ¿Pero alguien todavía se acuerda de los pendrive?
Sin embargo, hay quienes recién se están integrando al mundo digital, y más que por gusto o curiosidad lo hacen forzados por el devenir pandémico.
A modo de ejemplo, Rodrigo Ramírez, exsubsecretario de Telecomunicaciones, dice que durante esta pandemia, el tráfico de internet fijo, así como el de datos móviles y el de servicios de streaming y redes sociales, ha aumentado exponencialmente. Eso también ha producido un cambio en el consumo online. “El usuario se encontró de la noche a la mañana con una maduración digital forzada”, explica, “y empezó a ver qué potencialidades tenía a la mano”.
“El 85% del tráfico es de videos, relacionados a la entretención y la comunicación”, dice Ramírez, “y muy poco para el uso productivo. Pero el último año la gente tuvo que salirse de su consumo habitual de internet y empezó a usarla de manera más productiva con todas estas aplicaciones enfocadas en su trabajo”.
Otro ejemplo está en las grandes empresas que operan, cada vez más, desde el cloud computing, con escritorios virtuales que permiten almacenamiento, resguardo de información, colaboración en línea, análisis de datos, digitalización de otros procesos, con la posibilidad de visualizar, usar y editar archivos y aplicaciones independientemente del dispositivo o sistema operativo que tenga el usuario.
¿Y para el usuario de casa?
Andrés Gallardo, director de desarrollo de Desafío LATAM —una academia de talentos digitales con cursos intensivos de programación y tecnología—, afirma que los servicios de almacenamiento y respaldo en la nube se han transformado en una herramienta imprescindible.
“Primero, te dan seguridad, porque no tienes que estar pendiente de que te puedan robar o se te eche a perder el disco duro o dispositivo. Segundo, te permite integrar en un solo lugar la información que se tiene en los distintos dispositivos —notebook, celular, tablets, etc—, de manera que es más fácil trabajarlos. Y tercero, simplifica el trabajo colaborativo. Antes hacías un archivo Word, por ejemplo, y se lo tenías que mandar al compañero y esperar a que te lo enviara de vuelta. Ahora todo es más fácil, porque trabajamos en el mismo lugar, compartimos una carpeta común”.
“Es importante contar con una copia de seguridad en la nube cuando tienes un volumen alto de datos. Si tienes todo guardado localmente —por ejemplo, en la memoria del computador— y lo pierdes en un robo, un incendio o porque se echó a perder el equipo, no tendrás cómo rescatarlo”, dice Renato Morales.
La desconfianza que pueden despertar este tipo de servicios en línea —pues no todos son de marcas de gran renombre— suele ser un desincentivo para quienes se acercan por primera vez a ellos. Sin embargo, Gallardo asegura que, en general, “estos sistemas son muy seguros, mucho más que tenerlo en el celular. Incluso, es mucho más probable que alguien te robe la contraseña y entre por la clave a los archivos de tu teléfono a que hackeen los servidores de Google, por ejemplo. En ciberseguridad, generalmente, el punto débil somos las personas”.
Otros puntos a favor de estos servicios los entrega Cristián Rozas, gerente de proyectos de Fusiona empresa que ofrece servicios digitales para negocios—, quien explica que trabajar desde la nube permite “acceder a tu información a cualquier hora, desde cualquier lugar”, así como reducir los costes de, por ejemplo, arrendar un espacio físico o de tener que actualizar softwares y hardwares para el almacenaje y respaldo. “Son terceros los que se preocupan de eso”, dice.
Asimismo, Morales explica que, cuando hay una falla del sistema, “es el servicio el que tiene que responder para que el cliente tenga su backup disponible lo antes posible. Eso es parte de lo que se conoce como ‘Acuerdo de nivel de servicio’ (o SLA, en inglés)”.
Consideraciones previas
Antes de presentarte algunas alternativas de servicios, es importante tener algunas precauciones. Rozas dice que lo primero es tener claro el objetivo para el que se requiere este servicio. “¿Soy un usuario de casa? ¿Un microempresario? Eso es importante, porque hay servicios con distintas orientaciones”.
Segundo: cuánto se está dispuesto a pagar por el servicio. La mayoría de estos ofrecen planes gratuitos para los que solo basta registrarse, algunos con bastante capacidad de almacenamiento. Pero, si se quisieran mejorar las prestaciones, se debe estar dispuesto a ocupar la tarjeta de crédito. Eso da pie a otra consideración que tiene que ver con el tamaño de almacenaje y el tipo de archivos que se pretenden alojar.
La compatibilidad del servicio con el dispositivo y su sistema operativo es otro factor a atender. En esa línea, Andrés Gallardo sostiene, a modo de ejemplo, que quienes tienen macOS —como los MacBook— o iOS —como los iPhone— tendrán una mejor afinidad con iCloud, el sistema de almacenamiento de Apple.
A continuación, algunos de los sistemas de almacenamiento en la nube más populares y recomendados.
Google Drive
Entre todas las alternativas, Google ofrece una de las mayores capacidades en el plan gratuito: 15 gigabytes (GB), lo que de inmediato le da un pie de ventaja respecto a la competencia.
De querer aumentar su capacidad, se ofrecen planes de 100 GB, 200 GB y 1 terabyte (TB), que van desde los $1.400 mensuales a $70.990 anuales. Para obtener el servicio gratuito, “solo se necesita tener una cuenta de Gmail o de Youtube”, dice Morales. Es accesible desde los sistemas operativos Windows y Mac OS; así como también desde teléfonos Android e iOS.
Otro punto a favor del sistema de Google son las aplicaciones integradas en Drive, como Documentos, Hoja de cálculo, Presentaciones y Formularios, entre otras, cuyos archivos quedan inmediatamente almacenados en el servidor. Estos, además, pueden ser compartidos con facilidad, pero sólo a otros usuarios del sistema, quienes tendrán la opción de ver o editar dicho contenido según lo establezca su creador.
Los archivos, a su vez, pueden ser descargados en distintos formatos, incluyendo algunos de Microsoft Office –como docx o exe– y PDF. Google Drive tiene, también, una muy buena integración con Chrome, el navegador de la compañía estadounidense, lo que mejora la experiencia en su uso.
En contra, aparecen las controversiales políticas de privacidad de Google. Para controlar de buena forma cómo se manejan tus datos, escribimos este artículo respecto a la huella digital. De todas formas, Google anunció recientemente cambios en su política de almacenaje y estableció que, a partir de junio, penalizará a los usuarios que permanezcan inactivos por más de dos años, eliminando el contenido que estos posean en sus servidores.
OneDrive
Así como Google, Microsoft también ofrece su propio sistema de almacenamiento. Su plan gratuito tiene una capacidad de almacenaje de 5 GB. Entre sus ventajas, OneDrive se destaca por su usabilidad sencilla, la posibilidad de manejar varias cuentas, y la velocidad de sincronía.
OneDrive, además, está vinculado a otros productos de Microsoft, como Skype o Outlook. Para el primero, por ejemplo, ofrece un beneficio de 60 minutos para llamadas a celulares o teléfonos fijos a quienes se integren al sistema. La integración con el segundo permite el almacenaje a un sólo clic de los archivos adjuntos en los correos, entre otras opciones.
A diferencia del sistema de Google, el de Microsoft permite realizar copias de seguridad, aunque según los expertos, no cuenta con el mejor sistema en este aspecto.
En contra, su plan gratuito no incluye las aplicaciones de trabajo, como sí hace Google. Para obtenerlas, se debe comprar un plan personal de 1 TB por $53.990 al año, o el familiar, de 6 TB totales, (1 por persona) por $71.990.
pCloud
La empresa con sede en Suiza ya ha captado a más de 11 millones de usuarios desde su creación en 2013. Se presenta como el sistema de respaldo más seguro en la nube, ya que antes de que se carguen en sus servidores encripta en el dispositivo de origen todos los archivos que se almacenarán. Tanto se jactan de su nivel de seguridad que ofrecen 100 mil dólares —o su equivalente en bitcoins— a quien logre hackear su software.
Su plan gratuito, eso sí, es sólo de 3 GB. Sin embargo, éste puede aumentar a 10 GB “cumpliendo algunas tareas específicas”, como explica Renato Morales. “Por ejemplo, al hacer verificación de la cuenta, te dan 1 GB más, otro si descargas la aplicación en tu teléfono móvil y 3 GB si es que invitas a un amigo”.
pCloud ofrece planes de por vida y de un sólo pago, ya sea para su plan de 500 GB como el de 2 TB. Hoy ambos se encuentran en oferta, con un 65% de descuento al total de su valor: unos 125 mil y 250 mil pesos, respectivamente.
Otras cualidades están en su rápida sincronía a través múltiples dispositivos, la posibilidad de compartir archivos, su reproductor de video y audio integrado, y la capacidad de generar copias de seguridad de Google Drive, OneDrive, Dropbox, Facebook e Instagram. Además acepta transacciones en Bitcoins y está disponible para dispositivos Microsoft, macOS y Linux.
MEGA
Quienes gustan de ver películas en la web, este nombre les parecerá conocido y les dará una idea de su utilidad. Famoso durante la década pasada por ser el servidor de películas, discos y otros archivos de alto tamaño —aunque no siempre legales—, MEGA se reformó y hoy ofrece servicios de almacenaje.
Su plan gratuito supera ampliamente incluso a su símil de Google Drive, con 50 GB. Sin embargo, a diferencia de éste, MEGA no cuenta con una estación de trabajo en línea, por lo que sus funciones se remiten a almacenar, respaldar, compartir y reproducir archivos que pueden ser cargados desde un computador, tablet o smartphone.
“Su foco está en la seguridad”, dice Morales, pues MEGA asegura que los archivos almacenados son cifrados y descifrados en los dispositivos de sus usuarios. Sin embargo, éste tiene un riesgo, ya que no permite que el sistema conozca la contraseña del usuario. Eso impide que, si éste la olvida, pueda solicitar su restablecimiento.
Este servicio, por otro lado, garantiza la seguridad y privacidad de mensajes, videollamadas y la compartición de datos. Otra cualidad de MEGA, dice Morales, está en su ancho de banda, que permite subir y bajar archivos “pesados” a mayor velocidad. Estos “archivos pesados”, además, pueden ser enviados a cualquier persona, aún cuando no tenga cuenta en este servicio.
Sus planes pagados van desde los 400 GB, por un estimado de $4.238 al mes —que además incluye 1 TB en transferencia de archivos—, hasta los 16 TB, que cuesta unos $25.472. Si se factura de forma anual, se puede ahorrar un 16% del valor e incluye dos meses gratis.
Dropbox
Es uno de los pioneros en el servicio de almacenaje de archivos en la nube, pues existe desde 2007. También es uno de los favoritos de los entrevistados, quienes comentan que en sus empresas lo utilizan para respaldar material relevante.
Desde su surgimiento ha evolucionado bastante, agregando a sus funcionalidades básicas de almacenamiento y compartimiento la integración de nuevas herramientas de trabajo en línea, así como servicios de mensajería y videollamada, a través de Slack o Zoom, así como otras más específicas para los planes de negocios.
En esta línea, Dropbox ofrece copias de seguridad sincronizando de manera automática fotografías, contraseñas, contenidos de aplicaciones y otros servicios como Google y Office, por ejemplo. Estos archivos quedan almacenados bajo un cifrado AES de 256 bits.
Este servicio, además, entrega una protección contra accidentes, lo que permite restaurar archivos eliminados o versiones anteriores en un margen de 30 a 180 días, según el plan que se haya comprado. El plan para usuarios particulares tiene un valor mensual de $7.000, aproximadamente, mientras el familiar es de unos $12.000. Ambos son de 2 TB, claro que el segundo puede ser compartido hasta por seis usuarios.
Si se buscan planes para negocios, estos van desde los $12 mil (3 TB) hasta los $14 mil (capacidad ilimitada) mensuales. En contra, su plan básico gratuito solo ofrece 2 GB. Sin embargo, puedes aumentar esta capacidad en 500 gigas por cada amigo que invites al servicio. “Esto, eso sí, tiene un límite al llegar a los 16 GB”, aclara Morales. Otro punto negativo, según el ingeniero en Infraestructura y Plataformas Tecnológicas, es que el servicio gratuito “no se puede utilizar en teléfonos móviles”.
iCloud Drive
Según su descripción, el servicio de Apple, que también puede ser utilizado desde dispositivos Microsoft con Windows, permite almacenar “música, videos, fotos, aplicaciones, documentos, enlaces favoritos de navegador, recordatorios, notas, iBooks y contactos”.
Su plan gratuito entrega una capacidad de almacenaje de 5 GB. Además, ofrece beneficios a los clientes de otras aplicaciones de Apple. Por ejemplo, quienes compran contenido en iTunes pueden almacenar éste en iCloud sin que esto afecte la capacidad del servicio.
Punto a favor del sistema de Apple son los precios económicos de sus planes pagados. Ampliar su almacenaje en 50 GB sólo cuesta $650 al mes, y 2 TB unos $6.500.
De igual manera, iCloud posee otras funciones, como detectar la ubicación de dispositivos Apple del usuario, como el iPhone o el iPad. Además, permite mantener sincronizados todos estos aparatos —también si son de la marca— y sus aplicaciones, y colaborar con otras personas en herramientas propias del sistema macOS, como Keynote, Pages, o Numbers.
iCloud, además, genera automáticamente un respaldo de los dispositivos iOS y macOS, cuando estos están conectados a corriente y a una red wifi. En cuanto a seguridad, el servicio posee un sistema de verificación de dos pasos.
Complementos
Según Andrés Gallardo, de Desafío LATAM, en la actualidad los servicios de almacenamiento en la nube se están potenciando por medio de herramientas que automaticen el respaldo de los archivos. De esta manera, no será trabajo del usuario preocuparse por cargar en estos espacios cada documento que se genera. Para ello, Gallardo sugiere echarle un vistazo a servicios como IFTTT y Zapier, que permiten integrar de manera fácil y expedita los distintos dispositivos y aplicaciones que poseas.