Con un pequeño huerto, podrás cultivar tus propias hierbas y alimentos, justamente en tiempos donde no es recomendable salir de tu casa.

La interacción con la tierra tiene un beneficio muy importante y vital: promueve el bienestar de salud mental. Un informe en el Mental Health Journal, explica que la jardinería es capaz de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Asimismo, se puede combatir síntomas de depresión y ansiedad.

Práctico conversó con Óscar Contreras, agricultor, profesor y uno de los fundadores “De huerta a la raíz”, emprendimiento especializado en el cultivo de hortalizas agroecológicas. Se basan en el concepto de soberanía alimentaria, el que se basa en el derecho de toda comunidad de tener alimentos limpios, sanos y producidos de forma sostenible y ecológica. Todo el proceso de crecimiento se puede ver en su cuenta de Instagram @dehuertaalaraiz.

A continuación algunas recomendaciones para todos los que se quieran aventurar a este mundo.

1. Visualiza tu espacio

Si eres principiante lo primero que tienes que tener en cuenta es el espacio. “Tener un lugar cómodo para trabajar en el cuál puedas visualizar todas las plantas que quieres y el sentido de lo que vas a cultivar”, explica Óscar Contreras.

2. Luz

Para que crezcan la mayoría de los vegetales, lo ideal es tener unas buenas seis horas de luz solar. “La idea es aprovechar la mayor cantidad de horas luz durante el día: entre mayor luz, tiene un mayor crecimiento de las plantas”, afirma el agrónomo.

3. Agua

Una vez que identifiques lo que quieras plantar, debes considerar que no todas las plantas requieren la misma cantidad de agua ni se les puede regar de la misma forma.

Algunas plantas sólo necesitan que se les riegue la raíz, mientras que a otras se les tienen que regar además las hojas.

4. Suelo

“El abono y el sustrato es clave”, explica el especialista, ya que si el suelo no es rico “no vas a tener un buen resultado y eso puede llevar a desmotivarse”.

En el caso que tengas un pedazo de tierra sin uso, debes picar y descompactar. El siguiente paso es abonar y nutrir antes de plantar. “Es necesario pensar en el suelo como un ser vivo y no ver la agricultura como una especie de minería, donde uno extrae minerales. También hay que devolverlos”.

5. ¿Semillas o brotes?

“Es mejor comenzar con las semillas ya que así puedes ver todo el proceso que involucra el crecimiento y el desarrollo y la cosecha de una planta u hortaliza”, comenta Óscar Contreras y agrega que “esto hay que verlo de una forma cíclica: la semilla es el principio y el fin de este proceso”.

Los brotes involucran mayor conocimiento por las raíces. Es un buen segundo nivel en el caso que ya hayas cultivado tu primera cosecha.

6. ¿Qué cultivar anualmente?

Si estás comenzando la idea es priorizar los cultivos de ciclo rápido como por ejemplo: la lechuga, la acelga, la espinaca. “Incluso, esta última cuando la cultivas a los tres días puede estar germinando y en menos de un mes -o uno completo- ya puede estar cosechando las primeras hojas”, explica Contreras.

“Los rabanitos también son los más rápidos y fáciles. El cilantro, betarraga y zanahoria también”.

7. ¿Qué se puede cultivar en otoño?

“En otoño aparecen cultivos y desaparecen otros”, explica el agrónomo pero exclusivamente para esta temporada -además de los cultivos anuales- se le puede sumar “las habas, arvejas, ajo, repollo, coliflor, kale y toda la familia de las brassicas”.

8. Si tengo un departamento...¿Son mejor las macetas o cajones?

Todo depende de los espacios. “Si tienes un departamento grande y puedes tener cajones, es genial”, explica el especialista ya que mientras “más espacio para el desarrollo es mejor y tienes menor probabilidad de muerte radicular (asfixia de raíces)”.

En el caso de un departamento pequeño, se sugieren jardines verticales, ya que es una buena alternativa de ahorro de espacio además de ayudar con la reducción de ruido desde la calle al interior del espacio.