A esta altura, nadie se sorprende ante unos auriculares inalámbricos. Claro, han pasado ya siete años desde que Apple presentó sus AirPods bajo el rimbombante anuncio de “Sin cables. Sin líos. Como por arte de magia”. Ellos, sin embargo, no fueron exactamente el primer modelo wireless: Nathaniel Baldwin, quien en 1910 inventara los auriculares, concibió en 1924 una primera versión inalámbrica, aunque sin fines comerciales. Sí los tuvieron los JCK/200 de la marca estadounidense Koss, lanzados en 1986, y dos años más tarde, los SI/HDI 234, de la alemana Sennheiser. Ninguno de estos despertó el entusiasmo que hoy se percibe en la gente por este tipo de productos.
A la true wireless stereo (TWS), que implicó el potenciamiento del Bluetooth, les seguiría la incorporación de novedosas características: de dos a ocho micrófonos integrados, la cancelación de ruido activa, el modo ambiental, la tecnología touch para comandar la reproducción, los códecs de alta calidad, la posibilidad de enlazar a más de una fuente en simultáneo, la asistencia de voz, apps para la personalización de los dispositivos, entre tantas otras.
La rapidez con la que los fabricantes han integrado cada una de estas características y la velocidad con la que aparecen nuevas y mejoradas versiones mejoradas han puesto serias dificultades para que un usuario promedio les siga el paso. De pronto, la incorporación de estas características ya no suponen una sorpresa. Al contrario, es su ausencia la que puede sorprender. Su integración se ha vuelto una exigencia, un estándar. ¿Nos estamos malacostumbrando?
Pero, a veces, son los pequeños detalles los que pueden marcar la diferencia. Y los WF-C700N de Sony, son prueba de ello.
Especificaciones generales
- Peso: 4,6 g por auricular
- Peso funda de carga: Aprox. 31 g
- Impedancia (ohm): Aprox. 3 h (carga por USB)
- Unidad de diafragma: 5 mm
- Rango de frecuencia: 20 Hz - 20.000 Hz
- Cancelación activa de ruido: Sí
- Resistente al agua: Sí (IPX4)
- DSEE Extreme: Sí
- Tiempo de carga completa de batería: 1,5 horas
- Autonomía de la batería (tiempo de reproducción de música): Hasta 7,5 horas (con cancelación de ruido) Hasta 10 horas (sin cancelación de ruido)
- Versión de Bluetooth: 5.2
- Alcance efectivo: 10 m
- Formatos de audio compatibles: SBC, AAC
- Modo de sonido ambiente: Sí
Diseño: elegante, sofisticado, distintivo
Hoy la imagen vale tanto como una moneda de oro. Sony lo sabe y en los WF-C700N pone énfasis en ello. Cuando la mayoría de las marcas —incluso la propia japonesa— han estandarizado el uso de estuches cargadores que parecen cofres, algunos rectangulares, otros más ovalados, aparece este giro: un ingenioso diseño en forma de cápsula, con aire futurista y espacial, como aquellas naves de emergencia individuales de las películas de ciencia ficción.
A ello suma delicadas tonalidades, que a juzgar por la designación de nombres, están inspiradas en el mundo herbario: este modelo se puede encontrar en color lavanda y salvia, además de los clásicos blanco y negro.
La funda de los WF-C700N es amable a la vista, como un buen tono pastel. Un efecto que se replica en el diseño de los auriculares, que les dar un aspecto refrescante, casi novedoso. Son de tipo earbuds, cubren toda la concha de la oreja, lo que clausura la salida e ingreso de aire hacia el pabellón auditivo. Pero esto no es una molestia, como ocurre con otros modelos —incluso de la propia Sony— que entregan una incómoda sensación de encapsulamiento, como el de estar al interior de una cámara de aire comprimido.
Su ajuste es firme, aunque queda la duda de qué tanto lo sería para una actividad deportiva. En la caja, en todo caso, se incluye una talla más de tapones de silicona híbrida. Pese a la duda, podemos decir que su ergonomía resulta buena.
Usabilidad: más simples y sencillos en sus funciones básicas
Hay un detalle no menor en estos earbuds: un gran botón redondo cubre casi toda su cara exterior. Este permite comandar la reproducción (play/pausa, adelantar/retroceder), las funciones de llamada (contestar o cortar) y la activación de las modalidades de cancelación de ruido o la ambiental.
Llama la atención que Sony haya optado por un sistema análogo cuando la tendencia ha sido incorporar una pantalla táctil sobre el lomo de los auriculares. ¿Será que no todo el mundo se ha sentido cómodo con la modalidad touch? Como sea, los botones de los WF-C700N funcionan bastante bien: el “clic” entrega mayores certezas al momento de comandar y un mejor control sobre el dispositivo.
A estas funciones básicas se suma todo otro mundo de posibilidades a las que se puede acceder por medio de la app Headphones Connect de Sony. Desde la personalización y optimización en tiempo real por medio de inteligencia artificial —para la cual se requiere fotografiar ambas orejas— hasta la ecualización manual y preconfigurada, con nueve alternativas para aumentar bajos y agudos o resaltar la voz. Un software que puede ser tan inteligente como complicado en ocasiones, pero al que se le puede sacar bastante provecho.
Sonido: mucho mejor de lo esperado
Aquí viene, quizá, lo más relevante y atractivo de este modelo. La descripción de los WF-C700N anuncia que su compatibilidad de códecs limita en AAC: eso quiere decir que no son compatibles con formatos de alta calidad de audio, como aptX o LDAC, la especificación patentada por Sony.
Esto, sin duda, es un punto en contra. Modelos de precio similar tienen esta característica, lo que no hace quedar bien a Sony. AAC es el formato más popular a estas alturas —es el que usa Spotify y los dispositivos Apple— pero no podemos obviar que la tendencia del mercado y los intereses de los propios usuarios apuntan a una mejor calidad de sonido: por algo los auriculares, incluso este modelo, incorporan características para ofrecer experiencias inmersivas de 360 grados.
Pese a este gran “pero”, los WF-C700N “suenan” bastante bien: bajos definidos, buena claridad en las frecuencias agudas, además de aportar una nada despreciable espacialidad, lo que permite que los instrumentos no aparezcan todos revueltos.
Esto último se puede apreciar con mayor claridad en géneros como el jazz, en el que las percusiones resaltan y se genera un agradable impacto en el oído, aportándole naturalidad. Los vientos crecen y se expanden con una muy buena proyección y calidez, dándole esa vivacidad que tanto interesa y emociona en este tipo de expresiones musicales.
Ahora, hay que aclarar que este tipo de auriculares está lejos de lo que se entiende como hi-fi, que no se debe confundir con la idea de audio de alta calidad, que a pesar de no llevar el sonido a su máxima expresión, sí puede alcanzar grandes niveles técnicos en términos de audio.
En este caso, podemos decir que lo hace con grandes resultados, pues logra superar sus propias limitaciones para ofrecer una muy buena experiencia sonora. A eso se suman las opciones disponibles desde la app para personalizar el sonido a gusto, ya sea con ecualizaciones preconfiguradas —no todas tienen mucho que aportar, pero quienes escuchan podcasts, por ejemplo, pueden probar con el modo “Locución”— y también con alternativas manuales desde un tablero de cuatro bandas. Si no sabes cómo ecualizar, acá hicimos una rápida guía.
Desde la app, además, se puede activar la modalidad DSEE (Digital Sound Enhancement Engine), con la que Sony promete mejorar los archivos digitales de música comprimida en tiempo real al restaurar frecuencias pérdidas producto de la compresión. Una función que en otros modelos de la marca no ha tenido buenos resultados pero que, en este caso, opera bastante bien, mejorando la experiencia de escuchar en mp3.
Cancelación de ruido y modo ambiental
A la buena experiencia de sonido debemos sumar la función de cancelación de ruido activa (ANC), que permite disminuir la interferencia de la amplia gama de sonidos que ofrece la jungla exterior: el tráfico, los bocinazos, la construcciones, los gritos, los parlantes inalámbricos y un largo etcétera.
Algunos modelos de Sony, como el WF-1000XM4, han sorprendido en esta materia, logrando una impresionante anulación del ruido. En este caso, la respuesta es buena, nada espectacular, pues hay bastante ruido que se filtra durante la escucha de audio, pero sin que se transforme en una preocupación.
Lo más positivo, quizá, es que la ANC está también disponible para llamadas, algo que puede facilitar bastante la comunicación, en especial en la calle o lugares concurridos. Uno puede escuchar a su interlocutor sin mayores dificultades, así como también hablar y ser escuchado por éste con claridad, sin tener que recurrir a los gritos.
Un poco más dificultosa se hizo la adaptación a la modalidad ambiental: en oposición a la cancelación de ruido, esta exalta el ruido del entorno. Esto puede ser útil cuando te encuentras con un conocido en un lugar ruidoso: así puedes comunicarte con él sin necesidad de quitarte los auriculares, o bien para estar alerta en ciertos contextos en que se requiere de mayor atención. Para ello, el dispositivo dispone de diversos micrófonos que se abren para procesar el ruido externo y entregarlo como si éste fuera un contenido más que se escucha desde los auriculares. Esa utilidad, sin embargo, se ve algo empañada por la sensación sonora que se genera en el proceso: poco natural, bastante artificial, sobre todo cuando es uno quien habla.
Conectividad
Este modelo cuenta con tecnología Bluetooth 5.2, una versión que se hizo pensando exclusivamente en dispositivos de audio para ofrecer una mejor relación en la transmisión de datos de este tipo. Eso se cumplió, ya que la experiencia de uso fue impecable, sin interrupciones durante la escucha. Su alcance de conexión es de 10 metros, que pueden disminuir si hay paredes u otros obstáculos entre el usuario y la fuente de reproducción. En este punto los WF-C700N se muestran algo sensibles.
Pero algo a favor del Bluetooth 5.2 es que permite que los auriculares se emparejen a dos dispositivos en simultáneo. Por ejemplo, a un smartphone y a un computador, una opción muy útil como herramienta de trabajo. Durante nuestra prueba, no hubo problemas en el paso de la escucha de una de la fuentes a otra.
Veredicto Práctico
Los WF-C700N resultaron toda una sorpresa, sobre todo considerando sus limitaciones técnicas en materia de audio y su precio de lanzamiento: ofrecen una muy buena experiencia sonora, de muy respetable definición y colorido musical, con gran usabilidad. Eso los transforma en una excelente alternativa para quienes buscan audífonos versátiles, que puedan acompañar tanto en el entretenimiento como en el trabajo, sin tener que romper la alcancía ni desembolsar cifras que superen los 100 mil pesos.
No podemos dejar de lado el aspecto estético: destacan con cierta elegancia sin jugar de manera conservadora. A ello suma características como la asistencia de voz, resistencia al agua —posee certificación IPX4—, y control adaptativo por medio de inteligencia artificial, que optimiza su funcionamiento dependiendo del lugar en el que te encuentres. Todas estas son características que se incluyen en modelos de mayor gama de la marca, como los mencionados WF-1000XM4. Aunque menos sofisticados, los WF-C700N se muestran muy consistentes en la genealogía creada por Sony.
Quizá la autonomía que ofrece su batería deja algo más que desear —15 horas en total, sumando la que ofrece el estuche—, aunque esto no alcanza a empañar su muy buen desempeño, que hace de este modelo una alternativa más que recomendable.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 18 de junio de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.