La decisión de adoptar a una mascota es algo que conlleva una responsabilidad y una serie de compromisos que muchas veces las personas ignoran en un comienzo y se van dando cuenta a medida que pasa el tiempo. Es como una especie de maternidad o paternidad, pero con un grado menos de intensidad que cuando se tratan con niños o niñas. Tanto gatos como perros, las mascotas más tradicionales, requieren amor, cuidados específicos, entendimiento y sus elementos esenciales, es decir, todo aquel objeto que tiene que estar presente en su vida, de manera de que se sienta cómodo en el espacio.
Por si no lo sabías, cuando un felino irrumpe en la vida de una persona se necesitan bastantes cosas. Lo más útil es equiparse o al menos tener nociones de lo que vas a llegar a necesitar.
1. Alimentación
Piensa: sin comida no existimos, así que lo importante es escoger el alimento apropiado para tu gato. “Tiene que ser siempre acorde a la edad”, afirma Karen Valenzuela, académica de la Escuela de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas. Cuando es un gato pequeño, siempre hay que conversar con el veterinario respecto a la comida que podría resultar mejor de acuerdo a la fisionomía del gato.
2. Caja de arena
Aquí también depende del tamaño del gato es que debería depender el tamaño de este baño portátil. Además de la caja, debes comprar arena sanitaria y luego distribuirla en el suelo de esta guarida sanitaria. Su ubicación, según explica Valenzuela, debe ser en un lugar privado, porque “al gato le gusta hacer sus necesidades de forma privada”. Buenos lugares serían, por ejemplo, detrás de un sillón o en un rincón del baño.
3. Agua
“Ideal tener una fuente de agua, es decir, esta agua que circula”, sugiere Valenzuela, pero en caso que esto esté fuera de presupuesto, recomienda
comprar un pote que tenga forma de pecera de vidrio o un plato hondo grande, de manera que “tenga el espacio suficiente para que el gato pueda meter la cabeza”. A los gatos les gusta hacer esto de meter la cabeza a los platos.
“Se aconseja que estos platos sean de vidrio, al menos para el agua, platos de cerámica y fuentes de agua”, apunta y agrega que “ojalá poder tener unos tres recipientes para que el gato pueda tomar agua”. El agua se cambia todos los días siempre.
4. Cama de gato
“Es bueno que se acostumbre desde pequeño a dormir en su cama y así los tutores no tengan este drama de qué el gato no duerme mucho en su cama”, dice Valenzuela. La cama de todo gato necesita ser lo suficientemente amplia y suave.
En el mercado existen árboles que incluyen tres funciones: tienen cama, rascadores y juguetes como pelotas o resortes con plumas. “Se trata de un solo producto que invita a que ellos puedan tener su instinto natural de marcar el territorio en este rascador Y así evitar que dañen por ejemplo los muebles”, explica la académica. Si bien estos suelen tener un precio más elevado, otra opción más amigable con el bolsillo e igual de cómodo es “agarrar una caja de cartón bien rígido y forrarla con polar Y algún cojín que sea suave y blandito”, sugiere la profesional.
Otra consideración es que la cama “ojalá esté en altura y escondida, porque así les gusta a ellos, recordemos que prefieren los lugares privados… Como son cazadores, le gusta mirar desde altura para tomar a su presa”.
5. Transportín
“Sacarlo en auto, micro o metro cuándo es chiquitito es muy útil, por qué si se acostumbra desde pequeño al acarrearlos en su transporte, no le va a ser difícil ni desagradable”, dice la médico veterinaria. La idea es que el gato se pueda adaptar al medio de transporte que usa el tutor.
6. Protecciones
Los gatos son mascotas cuya vida, según aconsejan los expertos, se desarrolla mejor indoor, puesto a que de esta forma no se exponen a vagabundear, ni a riñas ni peligros como atropellos, sin embargo, es bueno que tengan contacto con el exterior, siempre y cuando cuenten con alguna protección, En caso de vivir en departamentos, es necesario contar con una malla, para que así el gato no trepe o se arranque hacia otros balcones de otros departamentos. En caso de vivir en casa, puedes poner malla en los espacios que puedas, pero en caso de no poder, puedes ayudarte de un arnés para que el gato no escape. “Mientras más chico se lo pongas, es más fácil que se acostumbre”, añade Valenzuela.
Consideraciones de salud
Vacunas esenciales
El proceso de vacunación comienza a los dos meses de edad. La primera vacuna es la triple felina, cuyas dosis se alternan cada 21 días. Luego, corresponde la antirrábica. “Ese es el mínimo que debiese tener todo gato”, acuña Valenzuela.
Test retrovirales
“Cualquier gato que yo voy a llevar a mi casa, y más aún si yo tengo otro gato, tienes que ir al veterinario lugar en el que se realizarán dos test: de leucemia felina y de inmunodeficiencia felina… Sea gatito o gato mayor”, destaca la académica UDLA.
En caso que el gato resulte positivo a leucemia felina, “no se puede juntar con el otro gato que tengas en casa –que no tiene el virus– porque se pueden contagiar”. Lo ideal sería que este gato sea el único del hogar para que los demás gatos no tengan o no desarrollen el mismo problema de salud.
Una vez que tienes el diagnóstico, “el tutor tiene que aprender cómo cuidarlo y a que enfrentarse, además de saber lo que podría llegar a pasar”.
Para vacunar a un gato contra la leucemia, se necesita como requisito, tener el test negativo. Con este resultado, el veterinario aconseja lo más conveniente para el paciente según su contexto y opinión.
Otros consejos
-Socializar desde pequeño
Apenas llegue este nuevo integrante, en caso de que sea gatito, es importante que conozca a muchas personas, tanto a los integrantes de la casa como a la familia y cercanos a los tutores. De esta manera no tendrá conflictos cuando lleguen visitas al espacio.
-Castrar a los seis meses
Esto es algo importante, puesto que con este procedimiento “evitamos que aprenda la conducta de vagabundear, además van a dejar de marcar”, explica Valenzuela. Cuando operas después del año, “va a dejar de marcar, pero la conducta de vagabundear ya la tiene adquirida, entonces es muy difícil de eliminar”.
-Exponerlo desde pequeño al ruido
Si es un gatito, también es importante que lo puedas bañar desde pequeño, de forma que no le tenga miedo al agua. Lo mismo pasa con el secador de pelo, al que le suelen temer muchas mascotas por la combinación de aire y ruido. Lo mismo aplica para el ítem traslado, puesto a que el auto o las calles son ruidosas. Lo importante es que el gato conozca lo suficiente para que pueda sentirse cómodo en estos ambientes y espacios.
-¿Adoptaste un gato adulto? Pregunta sus hábitos
“Es bueno preguntar las conductas que tiene antes de la adopción, las cosas que les gusta hacer y tener un historial del gato en relación a su conducta, a la comida”, sugiere Valenzuela. De esta forma, el gato podrá sentirse más cómodo en el espacio. Son conocimientos que también nos servirán para relacionarnos con él y a su vez conocerlo.
Otro punto es que si el gato ya tiene su comida, su cama o su plato, hacer el traslado con todas sus pertenencias al nuevo espacio. “Una vez que se acostumbre, vas renovando de a poco cosas si lo consideras necesario… De esta forma es menos estresante el cambio”, respalda la especialista. De esta forma podrán sentir su aroma y sentirse cómodos con esto que es “algo conocido”.
-Cuando llega un gato grande (a un espacio de otras mascotas)
Para promover un ambiente en paz, la transición es un poco más lenta en comparación a la llegada de un gato bebé. “Lo ideal es que este gato esté al menos una semana en un dormitorio apartado para que se vaya acostumbrando a los ruidos, los aromas en general”, recomienda Valenzuela. Luego de este tiempo, “le vamos mostrando de a poco los gatos o los perros que vivan en la casa…le podemos dejar la puerta entreabierta para que él o ella decidan salir”.
“Puede que al comienzo esté escondido, va a depender del carácter del gato”, agrega.