El Google I/O (por el concepto “on/off”) es uno de los eventos tecnológicos más importantes e interesantes del año. Los productos y servicios de este gigante tech llegan cada vez a rincones más impensados del quehacer humano, tanto que hoy damos a Google por sentado: las búsquedas por defecto, los mapas para ubicarnos, el asistente de voz cada vez más ubicuo, sus servicios de oficina y almacenamiento en la nube, videollamadas infinitas y gratuitas, sistemas operativos, navegadores, correo electrónico, monitoreo de salud, avisos digitales, dispositivos y gadgets varios… y muchísimo más. De todo para todos.

Por eso, este evento funciona como un gran imán de miradas para entender el estado y las proyecciones de la industria tecnológica, tanto en el orden corporativo como en el de consumo masivo. La presentación de Sundar Pichai, CEO de Alphabet —la compañía que aglutina todas las marcas y servicios de Google—, fue presenciada por millones de personas alrededor del mundo, y su encuentro posterior con periodistas y medios de todo el mundo —Práctico de La Tercera incluido—, no fue muy distinta a la conferencia de una estrella de rock.

En esta ocasión, la primera que se hace de forma presencial pospandemia, el tema de la inteligencia artificial y sus múltiples usos estuvo al frente y al centro del debate. Casi todo lo anunciado por Google la semana pasada estuvo de una u otra manera relacionado con la IA. Y como tal, el interés era global.

A juzgar por la recepción de la audiencia, los medios especializados, los memes y hasta Wall Street —las acciones de la compañía subieron un 4,3 por ciento cuando terminó el evento—, los anuncios fueron muy bien recibidos. Aquí revisaremos lo más interesante y llamativo que se anunció en el Google I/O 2023.

Bard y PaLM2: inteligencia artificial para todos

Fue por lejos el concepto más mencionado durante las presentaciones. Google, por su parte, se encargó de subrayar enfáticamente que este desarrollo tiene que ver con el bienestar de las personas y el mejoramiento del acceso al conocimiento, tanto a organizaciones como a usuarios comunes.

Tras siete años de tener a la IA como principal foco, Google finalmente lanzó Bard, su software de inteligencia artificial para el público masivo que ya está disponible (aunque por ahora solo en inglés, japonés y coreano). A priori, no dista mucho de la esencia del cada vez más popular ChatGPT: a partir de consultas de cualquier índole, la plataforma entregará respuestas desarrolladas —con citas, referencias e incluso imágenes—, las que podrán ser exportadas a Gmail o Google Docs.

Pero Bard no es todo. Sundar Pichai presentó PaLM 2, un nuevo modelo de lenguaje basado en IA con capacidades multilingüísticas —más de 100 idiomas—, de razonamiento y con posibilidades de codificar, incluso estando offline.

Bard, además, promete integrar todos los servicios de Google en una misma respuesta, lo que tiene todo el sentido. Esto podría ser un diferenciador transcendental a la hora de dar respuestas mucho más contextualizadas y ricas, en comparación con otras plataformas. Al igual como lo hizo Bing, de Microsoft, el buscador de Google será integral a la hora de aprovechar el potencial de Bard.

IA: redacción automática de correos y rutas virtuales en Maps

Nuevamente, la inteligencia artificial generativa dice presente en aplicaciones tan populares y fundamentales como el correo electrónico (Gmail) y los mapas. Respecto a la primera, las posibilidades de redacción intuitiva o automática de textos van a estar cada vez más desarrolladas. Las “smart replies”, o respuestas prefabricadas, fueron un punto de partida, junto con las sugerencias de redacción. Pero eso hoy parece prehistórico con el impresionante nivel de desarrollo que puede alcanzar la IA.

En la presentación, Google puso como ejemplo pedir dinero de vuelta a una aerolínea por un vuelo no realizado. El software fue capaz de redactar un correo electrónico completo, con cero errores de redacción u ortografía, indicando los motivos en detalle, todo con apenas un par de indicaciones y basándose en la información recolectada de correos anteriores. Pienso en peticiones de alzas de sueldo, por ejemplo.

Por otro lado, Google Maps presentó las vistas inmersivas para las rutas sugeridas. Gracias a las miles de millones de fotografías que existen en Street View, la plataforma entrega una “virtualización” del camino, lo que permitirá hacerse una idea del entorno que circunda a la ruta más rápida que nos recomienda la herramienta.

Por ejemplo, si es necesario ir desde la Plaza de Armas de Santiago hasta el Estadio Nacional, Google Maps no sólo mostrará la mejor ruta posible, sino que también dará la posibilidad de visualizarla en su extensión completa, con los edificios o hitos que la rodean, y datos complementarios como congestión vehicular proyectada, calidad del aire o clima. Por lo pronto, las nuevas visualizaciones estarán disponibles de aquí a fin de año sólo en 15 ciudades como Londres, Tokio y Nueva York.

Android 14: fotografías inteligentes

Siguiendo en la misma línea, la nueva versión de Android presentará varias novedades y mejoras, siendo una de ellas la posibilidad de generar fondos de pantallas personalizados casi con una infinidad de posibilidades de caracteres, tipografías, diseños, información, fondos cinemáticos y mucho más. Similar a lo que hoy permite iOS en los iPhone, pero yendo incluso más allá en sus posibilidades, gracias a la generación de imágenes vía IA.

A propósito, también presentaron Magic Editor, una herramienta para hacer sofisticadas ediciones fotográficas sin necesidad de ser un profesional. Las opciones van desde eliminar objetos y personas en una imagen hasta cambiar o alterar el cielo (de nublado a uno soleado, por ejemplo), o centrar “mágicamente” objetos o personas que fueron cortadas en la toma inicial.

Las posibilidades son, como dice su nombre, casi mágicas. Pero para contrarrestar los montajes o los intentos por desinformar, Google también anunció una nueva función en el buscador de imágenes: se llama “acerca de esta imagen (about this image)”, y en ella se entregará información sobre esa fotografía, como cuándo fue indexada a Google, en qué sitios se ha publicado, etc.

Gadgets: Google se plega a lo plegable

Otra de las divisiones que siempre acapara atención mediática son los dispositivos que fabrica Google. No son muchos, tampoco son inmensamente populares, tienen disponibilidad limitada y están lejos de ser perfectos. Pero tienen un público de culto y definitivamente son brújulas para entender la dirección que van tomando los ecosistemas de gadgets domésticos, independiente de su éxito comercial, aclaremos.

Este año, Google presentó interesantes novedades, especialmente en su familia de smartphones y accesorios Pixel. Por un lado, en lo que se refiere a la actualización de su principal línea de teléfonos móviles, estuvimos frente al debut del Pixel 7a, su versión “económica” o de gama media. Está construido con aluminio, vidrio y plástico reciclado, y dentro incluye el potente procesador Tensor 2 hecho por la compañía, en una pantalla OLED de 6,1 pulgadas. Su precio: 499 dólares (390 mil pesos). No está mal.

Luego se presentó la Pixel Tablet, que de alguna manera busca reemplazar las pantallas inteligentes de antaño presentadas por Google, con el objetivo de tener todo en un mismo dispositivo. Es decir, tablet, pero también pantalla inteligente de 11 pulgadas que pueda servir de asistente y controlador de otros dispositivos del ecosistema. De hecho, viene con el mismo chip Tensor 2 y un voluminoso dock que también las hace de cargador y parlante. Interesante vuelta, para un gadget que muchas veces le cuesta encontrar su lugar dentro de la audiencia.

Pero lo que definitivamente sorprendió y se robó las miradas fue el esperado Pixel Fold, el primer teléfono plegable fabricado por Google. Siguiendo la senda de la industria, que por ahora tiene a Samsung —y sus Galaxy Z Fold y Flip— como el líder en esta materia, la marca presentó un modelo tipo “libro”, que se abre para dar paso a una flamante pantalla de 7,8 pulgadas.

Nuestras primeras impresiones in situ es que el aparato es robusto, atractivo y funciona muy bien para quienes gusten de este tipo de formatos, aunque su precio hizo fruncir ceños: 1.800 dólares es una cifra que se eleva bastante por sobre otros modelos similares. Si a eso le sumamos que el teléfono no estará disponible por estas latitudes, mejor será tenerlo solo como una referencia.

Finalmente, también se aprovechó de dar a conocer la próxima versión de su sistema operativo para vestibles —relojes y pulseras—: el WearOS 4, que estará disponible más adelante en el año y que incluye integración con WhatsApp, además de mejoras visuales en notificaciones y en la duración de la batería, entre otras funcionalidades.

Starline: comunicación virtual 3D

Personalmente, una de las sorpresas fue la evolución del no muy conocido —aunque sensacional— Proyecto Starline. Su objetivo es generar videollamadas pero en 3D, sin necesidad de lentes especiales ni nada por el estilo. Tampoco se trata de hologramas ni mucho menos, sino que simplemente de un sistema de cámaras potenciadas con inteligencia artificial y machine learning que, efectivamente, serán capaces de proyectar a la persona que está al otro lado de la pantalla como si se encontrara volumétricamente ahí, a menos de un metro.

El efecto, que ha evolucionado bastante respecto a las versiones anteriores, las que involucraban una especie de quiosco con cámaras, ahora se remite a una gran pantalla en formato real. La sensación no es muy distinta a estar hablando con alguien a través de una ventana.

Lo que consigue Starline es justamente entregarle una capa extra de humanidad a una experiencia que es todavía ejecutada en 2D. Y esto cambia las reglas del juego. Considerando el boom de las videollamadas durante la pandemia, la evolución de este medio de comunicación resulta esencial para seguir sosteniendo el trabajo remoto. Su uso, por supuesto, está proyectado para el mundo corporativo, pero es cosa de pensar en las posibilidades que esto podría generar en otras situaciones, como una consulta médica o una sala de clases.

Esto resultó ser, sin duda, una de las más interesantes innovaciones en las formas modernas de comunicación humana. Bien, Google. Ahora don’t be evil.