Colores, procesador nuevo y no mucho más: las novedades (no tan novedosas) de Apple
Hace algunos días, la compañía de la manzana dio a conocer sus novedades del año. La verdad es que no hubo grandes sorpresas, pero los nuevos equipos de todos modos dieron que hablar. Para bien o para mal. Acá lo más interesante de lo anunciado.
Como todos los años, y a pesar de la pandemia, Apple no dejó pasar la oportunidad de dar a conocer sus novedades para este año 2021. Porque a pesar de que la compañía hace ya algún tiempo dejó de ser pionera en cuanto a novedades e innovación —hoy, de hecho, parece ser todo lo contrario—, aún así cuenta con una legión de seguidores y con un encantamiento casi sexy hacia los medios, que no dejan de prestarle atención. Y eso porque, independiente de la opinión que uno pueda tener sobre la marca, es innegable que sus productos son buenos, confiables y especialmente atractivos.
Considerando que durante los últimos doce meses ha habido un boom en la demanda de productos tecnológicos, los anuncios podrían haber sido de grueso calibre en términos de novedades. Pero, salvo algunas sorpresas, la gran mayoría de ellos se centró principalmente en nuevas generaciones de productos que, a pesar de sus actualizaciones y mejoras, no generaron ese wow factor que Apple solía tener, especialmente en la era en que Steve Jobs estaba a la cabeza.
Si bien la conducción de Tim Cook ha sido más que positiva en términos comerciales y de posicionamiento global —se han expandido a nuevos mercados de manera agresiva, como el asiático, junto con abrirse a nuevas líneas de negocios, como Apple TV—, en lo que se refiere a innovación es más bien un líder conservador.
Estas fueron las novedades más destacadas de la presentación virtual, además de una nueva y remozada versión de su control remoto para Apple TV y las esperadas actualizaciones a todos sus sistemas operativos.
Los nuevos iMacs
El anuncio más polarizador fue el de los nuevos iMacs, acaso la gran novedad de esta presentación que, por supuesto, se hizo de manera virtual. Desde 1998, los iMacs se han presentado como los computadores de escritorio de Apple, pero ha pasado mucho desde aquellas coquetas máquinas con forma de huevo y colores chillones que aparecieron con el cambio de siglo.
Este año, los nuevos iMacs, que por primera vez vienen con un nuevo procesador propietario de Apple, el potente M1 (de ocho núcleos, hasta 16 GB de memoria y 2 TB de almacenamiento), se ven impresionantes en cuanto a su diseño, especialmente por su delgadez casi imposible (apenas 11.5 mm.), reducidos solo a una base y una pantalla de 24 pulgadas, capaz de reproducir contenidos en 4.5K con su clásica y prístina retina display. Además incluye seis parlantes, micrófono (con “calidad de estudio”), cámara full HD y puertos Thunderbolt. El teclado y el Magic Mouse, por cierto, vienen en el mismo color.
Pero es el look, el nuevo diseño en más de una década, y la galería de llamativos colores de las nuevas máquinas, lo que primero llama la atención, dejando de lado el estricto y funcional color gris metálico. Es ahí donde algunos usuarios generaron polémica.
Claro, tenemos siete colores distintos, todos hipnóticos —hay que decirlo—, pero la tradicional paleta gris metálica, característica de los computadores de Apple, ya no está disponible. Tampoco el logo de la manzana al frente (ahora está en la parte posterior de la pantalla), aunque quizás lo más relevante es el muy pertinente cuestionamiento de quién querría tener una pantalla de apenas 24″ en estos días de monitores con pantallas XL, además de contar con marcos blancos (en vez de negros) y de mantener —para muchos, inexplicablemente— la famosa “pera” o base de la pantalla.
Ah: extrañamente no hay puerto ethernet ni FaceID para reconocimiento facial, pero el teclado esta vez sí va a incluir Touch ID, es decir, el muy útil lector de huellas para desbloqueo de la máquina. Al fin. Los precios van a arrancar desde los US$ 1.300 —unos $915 mil, al cambio actual— y estarán disponibles desde la segunda mitad de mayo.
El iPad sigue siendo el rey
Dentro del más complejo mundo de las tabletas, el iPad sigue reinando con holgura, concentrando más de la mitad del mercado global de estos aparatos intermedios. El nuevo iPad Pro también utiliza el flamante chip M1, es decir, con las mismas especificaciones que los iMacs. O sea, con el doble de rendimiento de las versiones anteriores, en una nueva y generosa pantalla XDR (de rango dinámico extendido) de 12.9 pulgadas y conexión inalámbrica ultra rápida. Todo lo anterior hace que el desempeño del iPad sea notoriamente superior en procesamiento y rapidez, superando casi en un 50% a los modelos anteriores.
Las críticas, curiosamente, apuntaron a que el nuevo iPad Pro concentra demasiado poder para el software, programas y apps que usualmente corre. Es entendible que Apple quiera hacer una transición y generar un ecosistema entre sus dispositivos, para que (casi) no haya diferencia entre plataformas, pero tener un caballo que corre más rápido de lo que se necesita es discutible. También está el detalle del Magic Keyboard: el nuevo modelo no podrá ser usado con las versiones de iPad anteriores.
Como sea, a pesar de las pocas novedades y más allá de su nuevo chip, el iPad sigue causando sensación entre los usuarios. Los precios para los nuevos iPads comienzan en los US$799 —563 mil pesos, aproximadamente— por el modelo de 11 pulgadas, mientras que su hermano mayor, el de 12.9 pulgadas, cuesta US$ 1.099 —774 mil pesos.
Airtags: para no perder nunca nada
Después de varios rumores, una de las novedades más llamativas que presentó Apple tiene que ver con sus nuevos AirTags. Con el tamaño de una moneda, estos accesorios permiten “taguear” e identificar algún objeto personal, como las llaves de la casa, la billetera o una maleta, por ejemplo.
La idea es que al objeto en cuestión se le adosa uno de estos tags, el que a su vez transmite su precisa ubicación al teléfono o cualquier otro dispositivo Apple, en caso de que éste llegue a perderse. Ideal para cabezas de pollo.
Son resistentes al polvo y al agua y ningún tipo de información queda almacenada en el tag. Cada uno cuesta US$29 —unos 20 mil pesos— y hay un pack de cuatro por US$99 —70 mil pesos.
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