Cómo cuidar los pies durante el verano

Un mal que padecen varios durante los días veraniegos es la sequedad de los pies. A veces invertimos tanto dinero y tiempo en el cuidado de nuestro rostro o de las manos, que los pies pasan a un octavo plano, como bien lo retrata este meme.

Pero si tomas los resguardos pertinentes, tu talón no se verá como el de esa imagen. Al menos así nos cuentan dos dermatólogos y un podólogo, quienes entregaron los mejores consejos para que le brindes el cuidado que tus pies merecen en estas semanas de intenso calor.

Es común ver pies agrietados entre nuestros familiares o amigos, pero eso no debería ser lo normal. José Luis Gatica, dermatólogo y académico de la Dirección de Postgrados de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, explica que la piel de la zona de los pies tiende a deshidratarse más que otras partes del cuerpo, ya que “presenta menos composición de lípidos”.

Si a esto se le suman las condiciones ambientales del verano, como “las altas temperaturas, el uso de calzado abierto, baja humedad ambiental, más exposición a la radiación solar y factores como el cloro de las piscinas o la arena, se genera mayor deshidratación”.

El podólogo Rodrigo Sagredo, conocido en Instagram como @elguardiandetuspies, dice que “la piel del pie tiene menos glándulas sebáseas que otras partes del cuerpo, y al haber menor cantidad de grasa se reseca con mayor facilidad”.

Para no sufrir de resequedad, la mejor salida es buscar una crema adecuada. Patricia Apt, dermatóloga de Clínica Las Condes, explica que el proceso ideal que debe seguir cada persona es “ducharse, secarse y encremarse los pies con productos hidratantes”. Los componentes que deben tener son urea, vaselina y lactato de amonio. “Son los mismos ingredientes que nos sirven para el resto del cuerpo, pero que para los pies se necesitan en concentraciones mayores, sobre todo si hay piel gruesa reseca”.

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“Lo ideal es que las cremas con urea sean al 10%”, apunta Sagredo, ya que “tienen una buena penetración en la piel hacia las capas internas. Es decir, llegan a la hipodermis, que está más allá de la epidermis, y favorece la creación de colágeno en el cuerpo”.

José Luis Gatica también sugiere aplicar productos que contengan glicerina. “Es importante tener en cuenta que los principios activos que se vayan a aplicar deben ir idealmente en base tipo ungüento, ya que de esta forma se permite una mejor penetración en las capas profundas de la piel”, especifica.

También existen casos extremos, cuando la piel de los pies está completamente reseca: dura, áspera y descascarada. En este caso, “se puede usar cremas con urea al 20 o hasta el 40%, para intentar sacar esta piel gruesa”, pero es algo que debe ser recomendado por un especialista.

“Hay patologías que engruesan mucho los talones, para las que hay que estudiar las tiroides o las hormonas, pero es poco frecuente”, comenta Apt. “Existen otro tipo de patologías que pueden afectar palmas y plantas, como la psoriasis”.

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Este es un punto importante para los pies de los adultos mayores. La urea, al tener esta propiedad de exfoliación natural, puede provocar daños en la piel. En personas mayores a 60 años, Sagredo recomienda que se aplique este componente en cantidades mínimas, como por ejemplo cada dos días. En la piel de un adulto, se puede llegar a aplicar todos los días. “Lo que pasa es que la piel del adulto mayor es más delgada y por eso no hay que abusar de la urea”.

En su consulta, ubicada en Augusto Leguía Sur 79, oficina 601, suelen mandar hacer una crema especial que, en rasgos generales, contiene urea al 10%, vitamina D y E, ya que el preparado va variando según la patología del paciente. “Son cremas hipoalergénicas especiales para pacientes diabéticos o personas que se les deshidrata mucho la piel por la falta de irrigación sanguínea”, explica.

Esto es tan relevante como aplicar cremas y ungüentos. Después de ducharse, hay que “tratar de quedar bien seco, para evitar estos hongos entre los dedos de los pies”, comenta Apt. A su vez, reitera la importancia de la elección del calzado: “evitar usar plásticos, porque uno transpira mucho con crocs y hawaianas”.

¿Qué tenemos que preferir? “El calzado debe de ser holgado, cómodo, ojalá cuero en la planta y corcho”, dice. También se debe evitar todo tipo de calzado que “genere dificultades para caminar ,porque finalmente eso va a producir un mal caminar, lo que genera heridas y todo un círculo vicioso”. Todos hemos tenido una experiencia negativa con algún par de zapatos que nos hizo sufrir en una caminata hacia el trabajo, o esa vez que saliste a bailar y quedaste con los pies llenos de ampollas.

El podólogo Rodrigo Sagredo sugiere que al comprar un zapato nuevo, ojalá uno se lo priebe durante la tarde “cuando el pie esté más hinchado”. Con este truco sabrás si el calzado efectivamente es el indicado.

Las zapatillas que recomienda Sagredo son aquellas hechas con “material respirable, donde hay pequeño poros por los que penetra mejor el aire o el viento”. Eso ayudará a que el pie tenga mayor ventilación.

Ante la presencia de estas desagradables heridas, “nunca es bueno reventarlas”, dice Rodrigo Sagredo. Las ampollas aparecen después de “generarse una fricción constante. Ellas tienen un contenido ceroso, líquido, y si la sacamos, vamos a dejar la piel expuesta”, plantea.

Lo primero que se debe hacer ante la presencia de una ampolla es eliminar el calzado que la está causando. ¿La razón? “Está produciendo esta lesión y hay evitar volver a usarlo”, afirma Gatica. Por esto, antes que lo bonito de los zapatos o zapatillas, debes priorizar a tus pies.

“Se recomienda no reventar las ampollas y mantener la zona limpia”, asegura Gatica. “Un calzado amplio y cómodo ayudará a reducir el riesgo de estas lesiones que son tan molestas y dolorosas”.

Para aquellos que disfrutan de las caminatas pero que sufren traumatismos, “pueden presentar hematomas subcutáneos o intraepidérmicos, los que pueden confundirse con lesiones melanocíticas plantares, como un melanoma. Por lo anterior recomendamos revisar la planta de los pies”, dice Gatica. “Si hay manchas que no se recuperan con el tiempo, deben consultar con un especialista”.

El bloqueador solar no solo es esencial en nuestros rostros y cuerpo. También debes recordar ponerlo en tus pies. “Se debe cubrir el dorso de un pie, sobre todo si vas a estar con la sandalia todo el día”, afirma el podólogo Rodrigo Sagredo.

El dicho dice que “Juan segura vivió muchos años”, y es en días con altas temperaturas, uno de los mejores consejos es andar con un par de calcetines extra en el bolso, mochila o cartera. Los calcetines “se van humedeciendo durante el día”, cuenta Sagredo, y “para no tener expuesto el pie a esa humedad permanentemente, es bueno andar siempre con un repuesto de calcetines para cambiarlo y mantenerlos lo más secos posible”.

En los párrafos anteriores, explicamos que el uso de calcetines con humedad puede causar estragos en la salud de nuestros pies. En este caso, Rodrigo Sagredo explica que “la humedad, más la oscuridad y el calor, son los factores que ayudan a la proliferación de hongos en la piel o en las uñas. El mal secado también, o ponerse los calcetines a la rápida”. Para evitar este escenario, solo debes recurrir a este sencillo truco: mantener un par extra de calcetines.

En caso de que te animes a asistir a una consulta con un podólogo, Sagredo asegura que las “mantenciones podológicas tienen una duración de 30 días”. Desde ahí, “hay que tener en cuenta el sobre peso en algunas personas, la forma del pie, la forma de caminar y por ende de apoyar la estructura, porque todos los pies son diferentes”.

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