Doblar sábanas es un arte. Quienes no lo dominan seguramente piensan que no hace falta, que es un desperdicio de tiempo y esfuerzo: para qué plegar con tanta dedicación una tela que luego habrá que estirar sobre nuestra cama y se arrugará bajo nuestro cuerpo.
Perdónalos, señor, porque no saben lo que se pierden. Doblar perfectamente las sábanas no es solo un síntoma obsesivo; es un gamechanger, como dicen los gringos, una cualidad que puede mejorar tu vida en más de un sentido.
Primero: acostarte se volverá una experiencia celestial. Si no quieres dormir en una sábana tan arrugada como un repollo y, por el contrario, deseas descansar en un lecho lo más parecido a un hotel cuatro estrellas (porque cinco sería exagerar), entonces debes saber doblarlas. Y también lavarlas seguido, aunque ese es otro tema.
Segundo: te ahorrará espacio. Doblar mal las sábanas, hacerlo sin ganas ni prolijidad, las convierte en un bulto enorme y desforme, lleno de aire y difícil de guardar. Un correcto plegado, en cambio, apenas tiene volumen y te liberará de un montón de espacio en tu armario o clóset.
Tercero: durarán más tiempo. Al doblarlas bien, la tela queda menos expuesta a roces o arrugas que la irán debilitando con el tiempo. ¿Guardarías tu camisa o blusa favorita toda chamuscada como el envoltorio de unas papas fritas con sabor a cebolla? Tampoco te conviene hacer lo mismo con tus sábanas, que aunque no las luzcas en tus selfies, pasas más horas con ellas que con cualquiera de tus prendas más preciadas.
Cómo doblar una sábana bajera
En Chile acostumbramos a usar dos sábanas: la bajera, que cubre el colchón, y la encimera, que va entre estas y la frazada o plumón. La sábana bajera, que casi siempre cuenta con elástico en sus bordes, suele ser la pesadilla de quienes no saben doblarlas. ¿Cómo plegar con ángulos rectos algo que no parece tener principio ni final?
Cuando uno no tiene idea de cómo hacerlo, doblarlas se transforma en una frustración que puede arruinar un día completo. Pero aprenderlo, por más intimídate que parezca, es bastante sencillo.
Tal como lo indican en el sitio de Martha Stewart, gurú estadounidense en asuntos domésticos, el truco es conseguir que todas las esquinas se doblen sobre sí mismas. Después de analizar y replicar el paso a paso de varios videos de TikTok, llegamos a la conclusión de que el siguiente proceso es el más sencillo y realista para un exitoso doblado de sábana bajera.
Paso 1
Sostén la sábana a lo largo y une dos de los extremos opuestos, colocando tus manos dentro de las esquinas.
Paso 2
Sitúa la sábana sobre una superficie plana y acomódala como si fuera un rectángulo, doblando ligeramente hacia adentro la parte elasticada.
Paso 3
Estira con la mano para eliminar las arrugas y déjala lo más rectangular posible. Recuerda que mientras más lisa y estirada, mejor se conserva la sábana.
Paso 4
Toma uno de los lados y pliégalo hacia la mitad, como si fuera un tríptico. Repite lo mismo con el otro lado y luego une ambas mitades. Acá tendrás un rectángulo largo.
Paso 5
Estira la sábana con la mano y comienza a doblar hacia dentro.
Paso 6
Dobla el otro extremo, que queda justo para un doblez, y podrás darte cuenta que se forma un bolsillo. La idea es introducir los dobleces anteriores dentro de este bolsillo para que la sábana quede compacta.
En el siguiente video tomar atención de los movimientos para lograr que la endemoniada sábana bajera quede plana, sin abultar.
Al ver este tutorial uno piensa, ¿cómo no lo aprendí antes? Es sencillo, fácil de recordar y optimizas mucho tiempo y espacio. Además la sábana bajera se ve correctamente cuadrada y plana, no como los Frankenstein que solías hacer.
Cómo doblar una sábana encimera
Aquí puedes seguir dos grandes corrientes: o la doblas por puntas y mitades hasta llegar a un pequeño y compacto rectángulo, que sería el método tradicional; o bien puedes volverte pro y pasar al nivel soa super-saiyajín, y usar la sábana encimera de estuche para guardar el juego de sábanas completo, en un solo paquete.
Sí, leíste bien: puedes guardar todo el juego de sábanas entre las mismas sábanas. Acá las instrucciones.
Paso 1
Junta las puntas opuestas de las sábanas y luego dóblala por la mitad.
Paso 2
Lleva uno de los lados más largos de la sábana a la altura de un tercio de la sábana y dóblalo hacia abajo (ver minuto 02:12 del video que ponemos a continuación).
Paso 3
Toma la sábana bajera ya doblada y las fundas de almohada, también dobladas, y ponlas en el centro de la sábana encimera, justo en la parte superior.
Paso 4
Dobla uno de los lados de la sábana encimera hacia el borde de las otras sábanas, y luego dóblalo nuevamente hasta que quede por sobre el montículo de sábanas. Haz lo mismo con el otro lado. Debería quedarte una figura rectangular.
Paso 5
Dobla la parte inferior, que no está abultada, hacia arriba en dos pluiegues: uno hasta el borde del montículo y otro que lo cubra por completo. Tendrás un rectángulo.
Paso 6
Da vuelta tu rectángulo y verás que quedó una pestaña, la que formaste en el paso 2. Esta será la que contendrá este saco con tu juego de sábanas. Lo que debes hacer ahora es dar vuelta esa pestaña —como cuando uno empaqueta un par de calcetines— para que las sábanas queden compactas.
En el video de Chantel Mila, una conocida youtuber que da consejos domésticos, puedes entender bien cómo son los dobleces y los movimientos para lograr este saco especial y muy funcional para guardar todo el juego de sábanas.
Nosotros lo intentamos y nos funcionó bastante bien. Este es el resultado.
Favorito indiscutido: doblado con sábanas bajera y encimera al mismo tiempo
Internet está lleno de tutorales de doblados de sábanas. Sin embargo, el de la influencer de organización Natasha Swingler es un híbrido de las técnicas de doblado que ya describimos. Es muy rápido pero a la vez entrega un resultado sofisticado, ya que queda todo agrupado en un solo paquete. Es un nivel de doblado de sábanas supremo, pero totalmente replicable después de un poco de práctica.
Paso 1
Primero debes estirar la sábana encimera por la mitad. Sobre ella la sábana bajera, también por la mitad.
Paso 2
Dobla hacia adentro ambos extremos, hasta llegar al centro y formar un rectángulo largo.
Paso 3
Estira para sacar el aire y las arrugas. Luego dobla cada extremo hacia el centro.
Paso 4
Levanta la pestaña que se forma en uno de los lados e introduce el otro extremo, para que quede de forma compacta la sábana. Luego, usando el mismo bolsillo, guarda las fundas de almohadas.
Este, sin dudas, es el tutorial ganador indiscutido de la optimización de espacios. Fácil de hacer y aprender, lo puedes realizar sobre la cama en pocos segundos. Además, al quedar por fuera las fundas de almohadas, estas no se pierden y resultan fáciles de sacar.